Capítulo 18 | Caminos sin redención

Capítulo 18 | Caminos sin redención

1

«El último hombre sobre la tierra yacía sentado solo en su habitación. De repente, tocan a la puerta».

—Que... inspirador...

En la entrada de un gran salón, me encontraba leyendo aquel breve escrito pasmado en la pared. Este tenía el propósito de atraer la atención y ocasionar un gran impacto a quien se detuviera para leerlo. No encontraba la fuente del autor y tampoco estaba resaltado como de costumbre para remarcar que era el fragmento de una obra ya escrita. ¿Estará así a propósito?

Si bien te deja con la intriga, no hay más. Ese es el fin de este corto relato.

Esperaba algo más propio del castillo. No, mejor dicho de Ballery. Creo haber visto esta historia antes. En algún lado, por cierto sitio...

—Veamos que hay aquí.

Después de terminar mi aburrido turno como vigía, fui a merendar con la expectativa de conocer tan misterioso y sorprendente lugar.

Las puertas reforzadas se mantenían abiertas siempre, era indispensable para todo curioso adentrarse en este atiborrado sitio de lectura.

La biblioteca del castillo se encontraba al final de la estructura, albergando con seguridad grandes cantidades de libros repartidos de forma ordenada por cada estantería pegada a la pared y dividiendo la zona por pasillos. Llegando hasta los pisos superiores por una escalera en espiral que permite el acceso libre y organizado sin ignorar las normas de la jerarquía, que solicitaban ser parte de la clase alta para tener un recorrido completo de abajo hacia arriba.

Las escaleras iban en espiral y ascendiendo, esto para que sea posible el acceso a todos los pisos que habían. Claramente no era la entrada ni salida principal. Podría decir que esta es la única ruta conectada a todos los niveles del castillo.

Como a mi respecta, necesito ampliar mi conocimiento de este mundo, a base de historia escrita, lugares icónicos, sitios prohibidos, biografías y mapas. Debo aprenderlo todo en el corto tiempo que me queda dentro de la ciudad. Puede que este sea el último centro de conocimiento al que me adentre luego de escapar.

Había mucha gente por aquí. Juraría haber reconocido a los trabajadores de Ballery como pura servidumbre sin intelecto, pero hasta ellos buscan la excelencia.

—Será un recorrido pesado.

Las reglas eran simples, cualquier daño material será sancionado con una pena monetaria y severos castigos dependiendo de los reparos a realizar, tampoco podías tomar como prestado un libro, lo que significaba prohibir extraerlo fuera de la biblioteca. Esto lo compensaba la amplia y extensa zona apartada que se situaba al lado. Era una calca de esta estructura pero sin estanterías y libros. Pisos dedicados únicamente a la lectura ininterrumpida, decoradas con mesas enormes y pequeñas, para grandes grupos de estudio y lectores solitarios que desean tranquilidad.

Romance, horror, misterio, fantasía...

La zona se encontraba repleta. Estas categorías se encontraban en el último piso hasta abajo, podría deducir que es lo menos popular entre la nobleza pero muy reconocido en general, todos pueden acceder a ella sin preocuparse por qué tipo de persona seas.

Avancé por los escalones en un ascenso circular. Es importante saber en qué se especializa cada nivel para empezar recopilando temas de interés.

—Normativas y leyes... Importante, pero definitivamente no ahora.

Imagino que mis derechos no significan gran cosa en esta ciudad y menos para la reina. ¿Por qué tendrían relevancia ahora?

Por lo que veo, la cantidad de guardias empieza a aumentar desde aquí. Si antes los grupos eran grandes, ahora no dejan avanzar sin chocar de hombros.

—¡Caminen con cuidado! ¡Sean responsables! ¡Nosotros los vigilamos! ¡Como hechiceros apasionados, garantizamos su seguridad tanto como el conocimiento!

—¿Eso es...?

Hombres con bata azul se desplazaban en el aire sobre una plataforma que se asemejaba a un libro. Guiaban su camino con un bastón hacia la dirección de preferencia.

Imposible...

Observé alrededor, parecía que todos estaban acostumbrados a su presencia, ya que no le prestaban mucha atención. Supongo que también haré lo mismo.

La gente mostraba presión, como si obligaran a su cuerpo aprender cosas desagradables. Algunos sostenían los libros con temblor y otros sudaban hasta gotear sobre las hojas.

Tal vez no estaba del todo equivocado.

Aunque es extraño, ¿Por qué hacer todo esto?

El contrato no nos especificó que tendríamos lecturas diarias o algo por el estilo, solo dejen de hacerlo y asunto resuelto.

Procedí al siguiente nivel.

—Geografía.

Un nivel dedicado a esta categoría. La información que abunda aquí puede ser interesante y util, quizás empiece por este sitio. Al fin podré averiguar por el resto de ciudades sin parecer un tonto ignorante.

La cantidad de gente aumenta para peor...

A lo lejos veo a gente discutiendo por la posesión de un libro. Puede significar que hayan ejemplares únicos, o que no existan copias a montón. Esto podría ser un problema de largo plazo, me vería obligado a buscar 2 veces lo que necesito, incluso más.

Siguiente.

—Flora y fauna.

No podía faltar toda la vida que acompaña a cada ecosistema. La variedad de libros y colores era extraordinaria. Me interesaría conocer más a cerca de los seres vivos que alberga este mundo, podrían ser familiares o hasta encontrar inimaginables criaturas.

Tomé un libro por curiosidad, quería calmar mi intriga. Este tenía una cubierta oscura y con rastros de tinta roja. Las hojas estaban maltratadas, incluso podría decir que fue escrito a prisas. La tinta roja se desbordaba hasta en el interior.