♜CAPITULO ONCE♜

¿ALEXANDER MONTENEGRO?, ¿SAMANTA EVANS?, ¿DE REGRESO A LONDRES?

Samanta

Me muevo de donde estoy percibiendo un olor diferente al abrir los ojos me encuentro en un cuarto grande con el profesor durmiendo a un lado mientras nuestros cuerpos son tan desnudos y la ropa por todos lados, me levanto cubriéndome con las sábanas fijándome en el suelo para tomar mis prendas luego al verme en el espejo parezco Ana de Frozen cuando despierta por la mañana en el día de la coronación de su hermana aparte tengo tres chupetes en pecho «¡Odio eso!» me doy la vuelta viendo mi trasero rojo con enormes marcas de manos.

Ahora me pregunto: ¿Cómo aguante tanto?

—Necesito irme de acá cuanto antes… —Acumulo mi ropa para ponérmela de nuevo.

Guardo mis medias, la gorra de lana sin dejar nada salgo de la habitación mandándole un mensaje a mi primo para que me venga buscarme.

“Necesito que me vengas a buscar con urgencia”

“Menos mal que venías dentro de unos minutos, pásame la ubicación para irte a buscar”

“Luego te cuento bien lo que paso”

“¿Te besaron en el cuello?”

“Si”

“Eso explica muchas cosas, te espero en Brickell City Center”

“Vale, ahí te veo”

Salgo como alma que se lleva el diablo dejando nada más el plumero procesando todo lo que acaba de pasar no lo puedo negar es mi primera experiencia haciendo esas cosas los recuerdo en la habitación retumba en mi mente cuando me ató de las manos posándome a gatas, sacudo mi cabeza y veo desde lejos el Audi R8 gris oscuro estacionado de mi primo me decido acercarme abriendo la puerta para sentarme de golpe en el asiento.

—Te odio…
 

—Me amas…
 

—Lo sé —Saca una bolsa con el logo de “Burger King” —. Te compre comida porque lo que tienes son bebés navegando y refresco.
 

—Te quiero dar un golpe —Lo miro tomando la bolsa y el vaso de refresco—. Pero luego recuerdo que eres mi primo y que te amo por traerme comida.
 

—Por ti soy Robin…
 

—¿No es Batman?
 

—Batman es César, millonario, sale por las noches y no hace nada —Me mira y pone andar el auto.

—Aunque hay una diferencia —Le doy un bocado a mi hamburguesa.

—¿Qué?

—Que tú no eres pequeño, mides un metro ochenta y ocho —Dije con la boca llena.

—Si, pero en los cómics nose cuanto medirá calculo una estatura intermedia.

—Cierto, dios moría de hambre…

—Claro si le diste como cajón que no cierra.

—¡Charlie!

—Ay por favor Samanta lo hiciste no sé cuántas veces ¿Y no quieres tocar ciertos temas?, come con calma y luego me dices todo lo que paso porque le tuve que inventar cantidades de cosas a mi tío.

El tiempo pasa de una manera impresionante cuando se trata de dar contexto de muchas cosas no tengo prohibición alguna en contarle las cosas a él le tengo demasiada confianza.

—Estoy reiniciándome el windows porque con toda lo que me contaste me tiene en un proceso de actualizaciones encontrada —Le da un sorbo su chocolate caliente—. ¿Pero tú crees que en realidad sea un profesor?, todos saben que es el tutor de ¿Química? —Dudo.

—Si…

—¿Y si intentamos hackear sus datos?

—¿Eso no es un delito? —Cruzo mis piernas encima del sofá.

—Somo agentes especiales de la CIA obligatoriamente tenemos que saber así sea el cincuenta por ciento de las personas en general para encontrar el otro lado de la moneda, recuerda que las apariencias engañan —Se aleja tomando la computadora especializada de la agencia y se sienta a mi lado.

Enciende la misma para teclear cantidades de claves «mi primo es un niño rata» yo solo sé lo básico, pero él es una máquina en todo esto.

—Conseguí algo diferente —Se fija un poco más—. Mac Queen: Profesor de pasantías e instructor en el área de química, soltero y su dirección esta en Texas, no tiene hermanos mucho menos esposa o alguien especial en su vida.

—¿Cómo que no tiene hermanos?, él me dijo que tiene unos sobrinos y además no se parece en nada a esa foto de perfil.

—Algo no me cuadra —Sigue tecleando como un loco desquiciado.

—No necesito un grupo de amigas…

—¿Por qué?

—Porque siempre en un grupo de amigas hay una borracha, loca, ninfómana, la mamá de todas y la que el FBI le tiene miedo —Me cruzo de brazos—. Y tú eres todas las anteriores versión hombre…
 

—Lo conseguí…
 

—¿Qué?, ¿No me digas que es un mafioso buscado por la DEA?
 

—Quiero que te acomodes y no tomes nada.
 

Me pone con los nervios de punta.
 

—¡Dime!

—Te acostaste con Alexander Montenegro, jefe del FBI, ex capitán de corbeta en España, empresario, presidente de la academia en Canadá, especialista en armas blanca y de fuego —Sigue leyendo—. Atleta con sus especialidades en béisbol, natación, tiro al arco y básicamente correr, mide un metro noventa y tres, próximo sub-jefe de la CIA
 

—¿Cómo?

—Y eso no es nada, es francotirador, instructor de clases para novatos y es… Casado —Me mira.

Apenas podía analizar las palabras de mi primo y ya en mi mente retumba su nombre «Alexander Montenegro, Alexander Montenegro» varias veces.
 

—No puede ser —Balbuceó mis palabras—. Yo solo pensaba que era el profesor ¡Un profesor equis!
 

—Es parte de la encubierta y maneja el equipo de mi tío por eso fue el día donde todos enviaban documentos como locos.