No Fear.

La verdad, esta noche no tengo miedo. Ya no más miedo a ser criticado o juzgado por ser yo mismo. Hoy soy yo: yo y solo yo, nadie más.

Estoy comenzando a hacer lo que siempre quise: escribir la verdad. Ya no tengo miedo de expresar los sentimientos que viví en su momento. Ya no tengo miedo de mostrarme vulnerable ante el mundo. Las personas que nos atrevemos a expresar cómo nos sentimos valemos mucho más de lo que creemos.

No tengo miedo de admitir que quiero llorar por todas esas veces en las que me sentí odiado e incomprendido por personas que solo piensan en sí mismas. Ya no tengo miedo de llorar cuando la tristeza me inunda al revivir los momentos duros de mi infancia.

Tampoco tengo miedo de confesar que siento rencor hacia algunas personas de mi familia que no comprenden quién soy ni lo que he pasado.Pero les digo: no tengo miedo de compartir lo que ha sido mi vida.

El miedo deja de existir cuando te arriesgas a intentar aquello que creíste imposible. El miedo desaparece cuando comienzas a saborear la comida, a disfrutar el aroma de las rosas, a deleitarte con los amaneceres y a valorar cada instante del día hasta ver el sol caer.

El miedo ya no existe cuando aprendes a disfrutar los momentos vividos y decides vivir un poco más. El miedo se desvanece cuando ya no te importa expresar lo que sientes, cuando puedes contar tus tristezas y vivir plenamente tu felicidad.