Capítulo VIII: Los Asesinos del Mar

Barco "Say Galáa", ubicado a varias millas de distancia de Puerto Blent (Tierras Altas)

El galeón "Say Galáa" tenía dimensiones más grandes que el barco Corsario de León. Estaba pintado de marrón óxido y relieves pintados en color verde oliva, construido con acero, aluminio y titanio, poseía dos pisos, y cuatro mástiles distribuidos de la popa a la proa. Sus velas funcionaban como paneles solares.

Para cualquier persona el navío no parecía muy atrayente, y menos para un grupo llamado "Los Asesinos del Mar". Sin embargo, tenían que pasar inadvertidos en la mayoría de los casos, y que sea muy difícil poder identificarlos; es por ello que los miembros de la tripulación casi no tenían rasgos distintivos. Cabe resaltar que el capitán, y sus oficiales de mayor rango sí llevaban un recuento de sus subordinados.

Ese día, el tercer oficial llevaba su pantalla holográfica en su mano derecha mientras iba de la sala de máquinas a la cabina de mando.

Se trataba de un alien de aspecto humanoide de tez color cobre, llevaba una máscara rota que le tapaba desde la frente hasta el inicio de la nariz, tampoco tenía ojos en su lugar tenía dos cruces pintadas de rojo.

Sus orejas eran puntiagudas que se elevaban hacia arriba, mientras que su cabello era frondoso y negro.

Llevaba puesto un pantalón de cuero negro, y una chaqueta color azul grisáceo sobre su torso desnudo y tonificado.

—Adelante—dijo la voz masculina.

El interior era una habitación grande, todo era pintado en color madera e iluminado con lámparas de gas. Había un escritorio en uno de los costados mientras que en el otro lado había algunos sillones en tonos oscuros.

De espaldas a la puerta estaba sentada Nyx con sus piernas cruzadas. Su porte era sensual como siempre.

Frente a ella estaba sentado un hombre en sus treinta años, de tez caucásica quemada por el sol. Su cabello largo hasta la nuca, frondoso y ondeado de color azul noche.

Su ojo derecho tenía el color del oro liquido, mientras que su ojo izquierdo era de color verde esmeralda oscuro; completaban su mirada penetrante, seductora y amenazante. Por otro lado su rostro definido reflejaba su maldad acumulada por los años.

Su vestuario consistía en un pantalón recto azul oscuro, y un cinturón marrón oscuro, una camisa azul oscura debajo de un chaleco abotonado color negro sin mangas, que a su vez usaba encima un sobretodo azul oscuro largo hasta sus rodillas.

Se trataba de Erben, el capitán de los "Asesinos del Mar".

—Te estaba esperando Ravenshad, ¿conseguiste la información que te pedí?—dijo el capitán.

—Sí, señor—respondió a la vez que encendía su pantalla—.Comenzaré con Aghar, al parecer se trata del hijo bastardo del contraalmirante Eghist. Éste engañó a su esposa con una aldeana de un pueblo poco importante, y cuando se enteró de la existencia del niño regresó asesinando a la mujer, y abandonó al bebé atándolo en las ramas de un árbol de cabeza para que se lo coman los animales salvajes. Sin embargo, un carpintero que pasaba por la zona lo encontró y se apiadó de él, y se lo llevó para criarlo como suyo. Con los años Aghar estudió en la Escuela de Jardinería y Botánica, y ahora es el paisajista de la mansión de los Vicealmirantes. A su vez es el asistente del vicealmirante Razziel.

—¿El muchacho sabe de su pasado?

—No, capitán. Para él su padre biológico es el carpintero.

—Entiendo. Prosigue.

—La joven Lyse nació en un pueblo pesquero pero nunca fue aceptada por su gente ni por su familia a causa de una marca en su rostro, y la mantenían encerrada en su habitación por lo tanto nunca fue a la escuela. Un día la región fue atacada por piratas que destruyeron todo a su paso; el vicealmirante logró rescatarla y la tomó bajo su tutela enseñándole a leer y escribir. Posiblemente tenga alguna conexión con el mundo de las hadas debido a su marca.

—Una buena acción no lo redime de sus pecados—comentó Erben—.Con esta información tenemos una gran ventaja; cuando llegue el momento nos los llevaremos.

—Como ordenes.

—Ten. Ahora necesito que busques información relevante sobre esta persona.

El capitán le extendió la fotografía de un niño de tez caucásica, cabello rubio y ojos verdes brillantes. Su sonrisa era tierna y tímida.

Se trataba de Nucere Vinya.

Ravenshad miró a su capitán.

—Él es la clave para nuestra victoria—comentó a la vez que se cruzaba de brazos—Este niño es nuestro objetivo principal.

—Aportaré algo de información—acotó Nyx—.El objetivo se encuentra actualmente en el Barco Victoria Arum del capitán Danzzel Zhyron.

—¿Ellos son cercanos?—preguntó Erben.

—Tienen una relación padre-hijo. Me dijeron que el capitán Danzzel es un gran guerrero.

—No me importa si es bueno o no—replicó Erben—.Nadie se interpondrá entre mi objetivo y yo.

—Por la fotografía debe tener entre 10 y 12 años, podríamos intentar acercarnos de manera más "natural" si no podemos secuestrarlo.

—Ambas ideas me gustan pero me encantaría ver el rostro de ese capitán cuando nos llevemos al pequeño frente a sus narices, y no pueda hacer nada.

—Por otro lado tenemos el tema del Thalassori. La capitana Fhafnir y su tripulación no lograron encontrar nada en la Isla Gyanthan en el Mar de Nafitea—dijo Nyx mientras se acomodaba mejor en su asiento—.Las coordenadas eran las correctas pero allí no había nada.

—Es natural. El Bosque Thalassori tiene la habilidad de moverse a voluntad, y aunque lo encuentren es un peligro en sí.

—¿A qué te refieres?—preguntó el tercer oficial.

—Si bien los Kalindri heredaron su poder de la Reina de las Hadas para proteger el territorio, el bosque hace su aporte contra los intrusos.

La segunda oficial y el tercer oficial se miraron.

—El Bosque Thalassori es capaz de crear ilusiones a todo aquel que ingrese en su interior. Ese es el verdadero poder de los Kalindri y el Bosque de los Deseos Ocultos—explicó el capitán; luego señaló la foto de Nucere con su dedo índice—.Es por eso que lo necesitamos.