CAPÍTULO 5

ALEX

¡Bip, bipbip!

-Ya te he escuchado- gruño apagando la alarma.

Abro los ojos y veo que tengo abierto el libro que estaba leyendo, lo cierro poniendo el marca páginas y lo dejo encima de mi mesilla junto a una foto de mi hermano y yo de pequeños.

-No sabes lo que te echo de menos- empiezo a decir mientras cojo la foto- Encima ahora ha aparecido Alvarito y no sé qué hacer- continuo y me llevo el marco al pecho para abrazarlo- Si estuvieras aquí me dirías que hacer- acabo y noto como una lágrima rueda por mi mejilla.

Vuelvo a dejar la foto y me seco la mejilla. Me levanto y me pongo unas mallas negras cortas y la camiseta de monitor rápidamente, ya que he intentado apurar lo máximo posible la hora de levantarme, no me gusta madrugar.

Una vez lista cojo mi bolsa y bajo a la cocina.

-Hola cielo- me saluda mi padre.

-Hola papá- contesta para después acercarme y darle un abrazo mientras él me besa la frente- ¿Y mamá?

-Se ha ido a comprar.

-Ah vale- contesto mientras me hago en un termo un café con leche y me cojo una de sus tostadas.

-¡Oye!

-Lo siento papi, me tengo que ir- le digo cogiendo rápidamente la bolsa y saliendo de casa mientras me río.

Mi casa no está muy lejos del campo de fútbol si vas por el descampado, así que me cuesta poco más de diez minutos llegar. Por el camino me he comido la tostada y casi todo el café.

-Hola- saludo al llegar donde está David y dos de los entrenadores de la escuela de fútbol,  y los únicos que me han entrenado en toda mi vida, por eso los he arrastrado a que sean monitores en el campus.

Toni que es mi entrenador desde los nueve años, y Elena que es la entrenadora que tuve desde los tres años hasta los nueve. Los dos son muy importantes para mí ya que gracias a ellos y a mi hermano juego como juego ahora.

-Hola cariño- me contesta Elena mientras me abraza.

-Yo también quiero- se queja Toni y nosotras nos separamos riéndonos- Hola enana- saluda dándome un abrazo de oso.

-Toniii… no puedo respirar- le digo.

-JAJAJAJAJA vale, vale- me contesta separándose.

Me acerco a David y también le doy un abrazo.

-¿Y Alvarito?- pregunto al darme cuenta que solo falta él y están a punto de que lleguen los niños.

-Estoy aquí- dice esa voz ronca en mi espalda- He venido antes y he estado entrenando un poco- me informa cuando me doy la vuelta.

-Vale- me limito a decir- Entonces, David el grupo de mayores que saben, Toni el de los mayores que no sabes, Sara el de pequeños que no saben, y yo el de los pequeños que sí saben- digo y me quedo mirando a Alvarito- ¿Y a ti dónde te ponemos?

-Podría ir contigo que eres la que más niños tiene- sugiere Sara- Nosotros tenemos grupos de 10 niños más o menos, pero tú tienes un grupo de casi 20.

-Me parece bien- contesta David y Toni asiente con la cabeza.

-Está bien- me rindo.

Dejo mi mochila en la sala del marcador y salgo para preparar las porterías con el resto. Como somos cuatro grupos nos dividimos el material, y como hoy es el primer día vamos a hacer como una yincana donde haya cuatro paradas con juegos.

Empiezan a llegar los niños y los vamos mandando a los vestuarios, de chicas hay por lo menos quince entre unos cincuenta niños, es más que antes ya que solo estaba yo.

-¡Alexyyyy!- me grita una vocecita y sé muy bien de quién se trata.

-Mar- le digo cogiéndola de brazos.

Mar me recuerda mucho a mi cuando era pequeña, encima la conozco desde que nació porque soy también su niñera ya que solo tiene 5 años, es mi debilidad.

-¿Qué tal está mi princesa?- le pregunto rozando su nariz con la mía haciendo que se ría.

-Muy bien- me contesta- ¿Y tú?

-Súper bien- contesto mientras le hago cosquillas en la tripita- Venga ahora abajo que vamos a empezar ya, así que corre a dejar es mochila tan bonita al vestuario- le digo y se va corriendo.

Esa mochila se la regalé yo en su último cumpleaños, es una mochila rosa clarito con un balón de fútbol con una frase “the football is also for girls”, es decir, “el fútbol también es de chicas”.

-Lexy- me llama Alvarito sacándome de mis pensamiento- ¿Empezamos?

-Sí- contesto acercándome a todos- A ver chicos, ahora diremos los nombres de los grupos en los que os hemos puesto y os iréis con vuestro monitor- les informo y todos contestan vale.

Hacemos los grupos y nos vamos a un juego.

-Hola, yo soy Ale…- empiezo a decir.

-Sabemos quiénes sois- me interrumpe Miki- Tú eres Alexandra, la persona que mejor juega al fútbol de este pueblo y él es el famoso Álvaro López.

-Vale…- contesto sorprendida por la aclaración que acaba de hacer- Pues como ya sabéis quienes somos vamos a hacer un juego rápido para decirnos vuestros nombres.

Nos colocamos en círculo y hacemos el típico juego de pasar la pelota y decir tú nombre y algo que te guste, pero con algunas modificaciones para calentar a la vez. Cuando acabamos todos los grupos acabamos el juego, empezamos con la yincana.

Ha pasado la mañana súper rápida, la verdad es que me ha sorprendido ver cómo se manejaba tan bien Alvarito con los peques, nunca me lo hubiera imagina, aunque de pequeño siempre decía que si no era un jugador profesional de fútbol sería profesor de educación física y entrenador.

Estoy recogiendo las cosas con David cuando una voz nos interrumpe nuestra conversación.

-¿Necesitáis ayuda?- pregunta Alvarito, pero con un tono muy serio. Cuando me giro para verlo lo encuentro con los brazos cruzados y la mandíbula tensa.

-¿Qué te pasa?- le pregunto.

-Nada- responde frío.

Nos quedamos en un silencio muy tenso que hasta David lo nota.

-Bueno me voy que me esperan- interviene David- Adiós- nos dice y a mí me da un pequeño beso en la mejilla, entonces noto como Alvarito se tensa más.