CAPÍTULO 3 PARTE 5 : “CACHITO Y SU CONFESIÓN“

_ ¿Y qué rayos es la A. N. N. D, mamá? _ examinó el chiquillo, intentando localizar una respuesta razonable.

_ Es una asociación que se encarga de hallar y regresar a sus hogares  a los niños desaparecidos. _ profirió su madre .

Entretanto, Ralph, quien no había oído ingresar a su familia, refunfuñaba porque el número con el que deseaba comunicarse, se hallaba temporalmente inhabilitado.

_ ¡Haz algo para que nos vea! _ le dijo Muriel al niño. “

_ No olvides que tu padre tiene problemas auditivos.

_ ¡Sí , mamá! ¡Enseguida! _ murmuró Cachito, y cogiendo de la ensaladera, un coco del tamaño de un balón de baloncesto, se lo arrojó con virulencia, partiéndole el  “mate“ . El hombre, se desvaneció instantáneamente, como consecuencia del bochazo.

Muriel aterrorizada, le dió un soberbio cachetazo a su hijo, dejándole las mejillas, como dos paletas de fresa.

Ambos acudieron de inmediato al lugar del hecho.

Ralph, tomándose fuertemente la cabeza, comenzó a incorporarse con celeridad. Todavía aturdido, y, algo tambaleante, fue a parar a los brazos de su esposa, la cuál detuvo su inminente patatuf al piso.

Recuperado del bochazo, Ralph, observó detenidamente a su mujer e hijo, y los estrujó con un amor casi divino.

Ya repuesto, se interesó por conocer hasta el más mínimo detalle ...