Secretos de papá

Me levanto a la mitad de la noche buscando algo de comer, hoy ha sido un día de locos en todos los sentidos y lo más normal que voy a hacer es ir a la cocina por un alimento nocturno. Bajo las escaleras con las elegantes y cómodas pantuflas en mis manos para evitar hacer ruido y despertar a mi padre, que tiene un sueño ligero al punto de despertarse con el ruido de un alfiler cayendo al suelo, eso pasó una vez mientras mi madre cosía mi atuendo para Halloween y se le cayó un alfiler, tuve que utilizar maquillaje para ocultar el golpe que tenía en la mejilla. Reconozco la cocina porque tiene un letrero arriba de la puerta, y antes de entrar a la cocina observo la sala principal para ver si no hay una cámara en una esquina o una persona cerca de la cocina.

La cocina es más pequeña de lo que imaginaba, pero está muy bien distribuida y las paredes están pintadas de un color blanco crema, que es lo único que no es de mármol. Como era de esperar, tiene un estilo similar a la época antigua de México hace doscientos años, pero es muy moderno y tiene un enorme refrigerador que luce antiguo con una pantalla led en una de sus puertas y hay un reproductor de música debajo de unas gavetas. Al centro de la cocina hay una enorme mesa en donde se prepara la comida seguramente y al lado del imponente refrigerador hay alacenas llenas de productos sellados, mientras que las frutas y verduras no están por ningún lado, ni en la alacena o en el refrigerador. Lo que más me llama la atención es que hay cuatro coronas doradas que están pegadas a la pared cerca de las esquinas que sirven como lámparas auxiliares, eso me recuerda a las palabras de Lady Sunset refiriéndose a las coronas que debían se girar para revelar los secretos de mi padre, que deberían ser mucho.

Me preparo un sándwich y en la cocina decido comerlo y limpiar el lugar si es necesario, puede que regañen a los cocineros por una posible mancha o porque faltan algunas cosas o están fuera de lugar. Al guardar el pan escucho el sonido de la puerta cerrándose, si es mi padre estoy totalmente jodido y aprovechará para insultarme lo que no pudo decirme por 9 años consecutivos. Mi padre no luce enojado y solo está cansado con su pijama que solo un tipo millonario obtendría sin problemas, si está calmado significa que no me llevaré una paliza para compensar todos esos años separados. Aunque no lo odio porque obviamente es una persona tóxica ya no quiero involucrarlo en mi vida si no es realmente necesario, pero estoy enojado con él por el sistema social tan injusto y porque parece que mi madre ya no le importa y jamás hablaron de mi madre en ningún momento como si no existiera, si no fuera porque realmente no tiene un vínculo con ella por lo menos por lo menos me diría a mí, su hijo de 18 que no la ha visto en nueve años. Ambos nos miramos sin decir nada muy seriamente, pero sabemos que no nos llevamos bien en todos los sentidos y nunca podríamos hacerlo porque somos muy diferentes. En vez de regañarme, mi padre toma un paquete de galletas y al ver que ni me ha hablado como tal desde que llegué prefiere terminar con la tensión que existe entre nosotros desde que básicamente tengo memoria.

— Hola, hijo —es lo primero que dice y es lo mismo que me dijo cuando me vio en la sala de reunión, si solo me va a decir eso no creo que hacer que nuestra relación padre-hijo pase de saludos incómodos—. Has crecido mucho, eres…más alto.

— Gracias, tú has…— ni siquiera sé que contestarle, no nos relacionábamos si no era obligatorio y si él me estaba regañando o golpeando—. Ambos hemos cambiado mucho, ahora tú…eres el gobernante de este lugar y yo soy un contingente que está participando activamente en una guerra biológica.

— Ambos hacemos un gran favor al mundo, eso es lo que buscaba con esos pequeños castigos, hacerte alguien importante —sí, definitivamente esto no va a funcionar con su complejo de poder como el jefe de RedCell, aunque estoy evitando que la guerra de RedCell se extienda a todo el continente no creo que el mundo me deba algo y sea superior a los demás, solo estoy haciendo lo correcto y eso no significa que me voy a comportar como un niño consentido que quiere todo y se cree superior a los demás solo por tener dinero o hacer algo importante, yo no soy así.

— Yo no soy superior, solo hago lo que debo de hacer y eso no me hace mejor que nadie— le replico porque no quiero ser como él y solo quiero que RedCell no destruya lo que hay a mi alrededor. Yo no quiero pensar como mi padre, no quiero verme superior a los demás—. Simplemente no soy alguien que quiera ser importante sin razón.

— Axel, soy alguien importante y por eso estas personas me deben algo, los he ayudado a ser perfectos— no entiendo como mi madre jamás se dio cuenta que mi padre es un psicópata, él no entiende y si solo necesito encontrar al traidor de mi equipo para conseguir esas flores entonces no tengo que llevarme bien con mi padre—. Y como tú eres mi hijo por derecho debes asumir mi posición te guste o no.

— Mira, yo no quiero ser el gobernador de esta ciudad y seguir con el sistema social que no ayuda mucho a unificar a la gente —no quiero hacer esa estupidez de seguir con su sistema social disfuncional y sé que es lo peor que le podría pasar a mi padre porque ama el poder y si yo cambio su sistema utilizado, suponiendo que llegue a aceptar, obviamente ya tendrá a la gente más unificada y no caerían más en su trampa.

— Axel, eres un contingente muy poderoso y deberías usar esos poderes para gobernar como yo porque nadie puede ganarnos— es lo primero que argumenta como si fuera alguien que siempre dice lo correcto, pero lo único que realmente me confundo es el hecho de que sepa al potencial de mis poderes, que es enorme, y utilice los suyos para no admitir un “no” como respuesta.