Isla desierta

Deseo una isla desierta;

lejos de la ciudad, el bullicio y la gente.

Es detestable amar y respetar al prójimo.

¿Por qué Dios nos mandó a lidiar con él?

Las personas que me rodean me asfixian.

Día con día confirman que el mejor aliado es la soledad.

Resulta cansino tratar con el extraño.

Se ha vuelto tedioso vivir en comunidad.

No entiendo ni simpatizo con quienes me rodean;

aborrezco la victimización del que niega recibir ayuda.

Criticando en vez de proporcionar opciones,

siento fatiga al permanecer en este equipo.

Deseo una isla desierta;

porque estoy rodeada de enfermos mentales.

No puedo excluirme, porque encabezo la lista;

no puedo omitirme, porque mancha mi alma.

Aunque con cierta desidia logro continuar,

me siento harta del veneno que sigo expulsando.

Cero simpatía y tolerancia hacia el cercano;

porque el humano es tan extraño que no lo logro descifrar.

El tratar de entenderlo, reduce mi carga a cero.

Con el sentimiento de fatiga por montón,

Y el hastío que me llena la médula.

Por eso no deseo ninguna explicación,

Yo solo quiero una isla desierta.