Capítulo V

Kay solo podía mirar el cañón del arma, no podía abrir un agujero. Nadie conocía su doble habilidad, por lo que todos siempre le apuntaban con un arma, siento asesinados por su propio disparo.

–C-creo que esto es un malentendido, yo no soy el Rey Negro.

–¡Lo eres!

Debido a su posición en desventaja, Kay trató de persuadir a Mager, pero no obtuvo nada.

Mager tiró de la bufanda de Kay, mostrando su marca. Efectivamente, un Rey de color negro estaba grabado en su cuello. No había duda, Mager estaba extasiado, por fin podría vengarse de lo que había sufrido.

–Mager, baja tu arma, por favor.

Kay trató de hacerlo entrar en razón, pero no pudo. Traba de recordar lo que había sucedido hace tres años. Solo podía recordar un evento, pero no creía que Mager se refiriera a eso.

–Después de haberlos masacrado, simplemente te fuiste, no tuviste piedad de ninguno de ellos.

—¿Eh? ¿Qué es lo que dice?

Mager avanzó hacia Kay con la intención de matarlo, su mente había dejado de razonar. No le importaba matar a uno de los dos Reyes principales, después de todo, alguien más podrá tomar su lugar.

Eso era lo interesante, la habilidad de cada Rey se mantenía en secreto para todos. La característica especial del Rey Negro era que podía ser heredado en cualquier momento a algún descendiente directo, como lo son hijos y nietos. Era la única pieza que se podía transmitir de generación en generación. Kay era la décima persona en portarlo, y nunca había sido descubierto.

Mager no se tocó el corazón y disparó a la pierna de Kay, haciendo que este cayera al suelo mientras trataba de detener el sangrado. Era obvio que todos en la sala habían escuchado el disparo, ya que la oficina de Kay no estaba completamente insonorizada, además de tener cámaras y micrófonos por todos lados, por lo que, con presionar un botón, la privacidad desaparecía por completo.

Después de la detonación, se escucharon golpes en la puerta de gente que trataba de averiguar qué sucedía. Todos habían visto entrar a Kay y Mager, por lo que pensaron que sería un ataque.

–¿¡Qué demonios haces!?

Kay gritaba desde el suelo mientras Mager continuaba apuntándole. Otro disparo, este impactó en la otra pierna, por lo que Kay no podía ponerse en pie por más que lo intentara.

–Ahora no tienes a dónde huir.

Mager apuntó a la cabeza y presionó el gatillo, al mismo tiempo, se formó una distorsión frente a Kay con la salida en la espalda de Mager. El disparo impactó en el cuerpo del último y cayó, no estaba muerto, pero era una herida letal, había impactado cerca del corazón.

–¿Qué demo…?

De otra distorsión, apareció una chica con un cuchillo en su mano derecha, y, con un solo golpe, mató a Mager.

–Pensar que este idiota lo sabía.

–¡Julie!

Kay reconoció a la chica. Julie se volteó a verlo, suspirando al ver sus heridas.

–¿Cuántas veces tendré que hacer esto?

–Lo siento.

Julie caminó hacia Kay y lo ayudó a ponerse de pie mientras ella distorsionaba el espacio. Era su habilidad especial de Reina, distorsión espacial. ¿Es una coincidencia que ambos lo tengan? No, no lo es.

Kay logró obtener su habilidad gracias a sus padres, pero Julie la obtuvo después de evolucionar a Reina a la edad de 15 años.

Julie llevó a Kay a la habitación para volverlo a curar, esta era la rutina de todos los días. Él era propenso a meterse en problemas y salir herido por cualquier cosa, mientras que Julie era más tranquila, y se la pasaba cuidando a su jefe.

–Él lo descubrió, tengo que salir de aquí.

Kay estaba muy inquieto mientras Julie lo atendía. Se movía de un lado a otro de la cama, pero no por el dolor. Trataba de mantener su mente activa mientras pensaba una manera de escapar de este lugar, en unos momentos, los guardias aparecerían en la puerta de la habitación y se lo llevarían. Tenía que pensar algo rápido.

Julie extrajo los proyectiles de ambas piernas y le puso unos puntos de sutura, luego lo vendó. Kay no sintió nada.

–Kay –habló Julie para calmarlo–, debes tranquilizarte un poco, no puedes caminar por el momento y yo agoté mi energía en sacarte de ese lugar.

Julie se aproximó al rostro de Kay para que este le pusiese atención. Luego, juntó sus labios y lo besó. Tal vez sea una escena muy cliché, pero así funciona entre ambos. Kay por lo general se tranquilizaba de esa manera. Era extraño.

Cuando se separaron, se escucharon unos golpes en la puerta de la habitación. Parece que los habían descubierto. Julie corrió al armario y tomó otra bufanda, arrojándosela a Kay. Él se la puso lo más rápido que podía, tenía que ocultar su marca lo máximo posible.

–¡Abran! ¡Sé que están ahí!

–¡Coronel Kay King y Teniente Julie Dossen!

Julie buscó en el armario un par de anillos, estos funcionarían para ocultarse al salir de la cueva. Tenía que darse prisa.