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Eran las 5 am. A esa hora muchas personas trabajadoras de esta ciudad se levantan para comenzar su día. En dos sitios muy distintos dos de esas personas han abierto sus ojos a un nuevo día.

Nuestra intrépida, amorosa, dedicada y muy fuerte chica NARA, se levanta para comenzar su día. Prepara el desayuno y el almuerzo pues ella y su padre, el señor LEONEL OROPEZA deben salir desde muy temprano. Se dan un bañito rápido con agua muy fría para despertarse bien ( es que el agua del pipote está muy fría y no hay como calentarla), desayunan algo rápido y se van a la parada del autobús a hacer la cola como todos los demás mortales.

En su mansión de la zona más pudiente de la ciudad Nuestro galán, fuerte, temerario, posesivo y explosivo RENZO se acaba de levantar para irse a correr, se pone un short, franelilla y deportivos de marca, su equipo para corre y una botella de agua, listo para comenzar su rutina diaria, correrá 5 km alrededor de su hermosa zona residencial, toma una refrescante ducha con agua calentita, se viste con su habitual traje (siempre divino el señor arrogante), toma un suculento desayuno preparado por su sirvienta y se dirige a su oficina en una prestigiosa empresa del centro de la ciudad, en su muy lujoso auto del año.

Ninguno tiene idea del otro, cada uno vive una vida completamente distinta, o por los momentos eso es lo que parece, con sus propios sueños, ambiciones y problemas. Pero por ahí alguien una vez dijo que entre todas las personas hay solamente 6 grados de separación, y en algún momento las personas que están destinadas a conocerse lo harán.

Y esos dos definitivamente estaban destinados. Pero ¿qué destino les tocara? ¿Quién sabe?