Capitulo 3

-Mira niña, no me hagas reír y vete de una vez, ¿Nosotros tenemos que darte explicaciones?—Dijo el beta para soltar una risotaSolo déjate de bromas y vete a tu casa de una vez.

Ignorando su comentario, continué.

-Llévenme con su alpha o habrá consecuencias—Dije seria

El beta solo se echó a reír junto a los demás lobos.

-Niñata, ¿Tú nos vas a amenazar? Somos lobos por si no lo notaste linda—Dijo burlón el beta.

Eso me molestó mucho. ¿Creen que están en condiciones de burlarse se mí?

Les mostraré cuan equivocados están.

Mis ojos cambiaron a un verde esmeralda y del suelo hice brotar unas ramas que ataron sus hocicos y patas.

-Ahora si serían tan amables de llevarme con su alpha—Dije con una mirada fría y neutra.

Ellos solo pudieron asentir moviendo su cabeza con dificultad por las ramas mientras algunos gruñían enojados.

-Bien—Dije para soltarlos

-¡¡ERES UNA BRUJA!!—Gritó el beta embravecido. Sonrío un poco mirándolo.

-Quizá sea una bruja, y quizá te haya maldito—Dije con sorna.

(...)

Luego de unos minutos de discusión con el beta, este accedió a llevarme al fin con el alpha 

Íbamos caminando por lo que parecía una pequeña aldea, muy bonita por cierto, siempre tuve curiosidad por saber cómo vivían los hombres lobo y ahora lo veo con mis propios ojos. Jack como siempre, venía a mi lado mirando el lugar con curiosidad, al igual que todos los del lugar nos miraban a nosotros y murmuraban entre ellos.

"¿Serán rogers?" o "Seguro intentaron entrar a la fuerza y fueron capturados".

El beta me sacó de mi ensoñación al decirme que habíamos llegado a la casa del alpha. Era una especie de cabaña más grande que las demás.

Sin más el beta tocó la puerta y una señora que parecía ser una criada nos abrió.

-Señora Teresa ¿Se encuentra el alpha?—Preguntó el beta.

-Si, está en su despacho, pasen—Dijo la señora abriendo la puerta y guiándonos hacia la sala.

-Tu quédate aquí hasta que te llame—Me dijo el beta—¡Ah! y tu perro no puede pasa—Dijo mirando a Jack que le gruño por la ofensa

-¡¿Quien se cree este para llamarme perro?!-gruñó Jack enojado

-Es muy hipócrita de tu parte llamarlo perro cuando tú eres uno—Dije levantándome del sofá donde me indicó la señora Teresa que me sentará y caminado hacia la puerta—Si él no puede pasar, entonces que salga tu alpha.

Antes de que siquiera llegara a la puerta el beta me detuvo.

-¿Tan importante es ese... Es que él esté presente?-me pregunto

-Pues claro—Dije acariciando la cabeza de Jack que se acercó más a mi mano sacándome una sonrisa.

-De acuerdo, puede quedarse—Dijo el beta rodando los ojos

Ahora que lo pienso solo lo conozco por "El beta",

-Beta ¿cual es tu nombre?—Le pregunté haciendo que detuviera su caminata hacia las escaleras.

-Lucas—Dijo para seguir su camino, hacía creo yo, el despacho.

(...)

Unos cinco minutos transcurrieron hasta que Lucas volvió y me dijo que su alpha me recibiría.

Toqué la puerta hasta escuchar un "pase" del otro lado de esta.

Al entrar me encontré con una oficina muy agradable, contrastaba con el resto de la casa. Grande fue mi sorpresa al encontrarme con un joven de unos 25 años en lugar de un hombre mayor como yo lo esperaba—Me contó mi beta que eres una bruja que dice tener cuentas con nosotros—Dijo mientras me hacía una seña para que tomara asiento frente a él.

-No soy una bruja, pero si que tienen cuentas conmigo—Le dije mientras me sentaba y Jack reposaba su cabeza en mi regazo para que lo acariciara, lo cual hice.

-Ya veo, ¿Y cuáles son esas cuentas?—Dijo con una sonrisa de lado.

-Me alegra que vayamos al grano alpha...—Hice una pausa para que me dijera su nombre.

-Michael, Michael parker.

-Alpha Michael, mi nombre es Layla.

-¿Solo Layla?

-Si, solo Layla. Y le hablaré de mi tarea para luego ir a las cuentas.

-¿Ah si? ¿Y cuál es tu "tarea"?

-Llegar a un acuerdo, o castigar de la peor manera a todos los que dañaron mi bosque—Dije con una mirada sombría—Así que ¿Qué va a elegir alpha Michael? ¿Por las buenas o por las malas?