Capitulo 5

Al entrar en la fiesta quise salir de inmediato, habían muchas personas para mi gusto

Apreté el brazo de Jack el cual me miró.

-¿Qué pasa Layla?—Preguntó deteniéndose para mirarme a la cara.

-Aquí hay muchas personas Jack—Susurré recibiendo como respuesta una carcajada por su parte.

-¿Y qué esperabas? Es una fiesta querida—Dijo sonriendo con burla a lo que lo mire mal.

-Si, lo sé pero... Tengo miedo—dije bajando la voz.

-¿De qué? ¿De ese alpha Aaron?

-No, tengo miedo de no saber qué decir, o hacer algo erróneo—Dije bajando mi voz a medida que hablaba.

-Lo harás bien, no te preocupes—Dijo para abrazarme.

De repente se escuchó un rugido aterrador que hizo temblar a todos, inclusive a Jack, que lo disimuló muy bien. A mi extrañamente no me asustó, sino que hizo que sintiera un escalofrío placentero por mi espalda haciéndome soltar un jadeo ahogado.

Pov Aaron

 No estoy del mejor humor por tener a todas esas personas en mi casa. La reunión de las cuatro manadas ésta vez se realizó en mi casa y aquí estoy yo, mirando a todos con cara de pocos amigos

-Alpha, ya todos están aquí—Dijo un sirviente haciendo una reverencia ante mi.

-Bien—Respondí con enojo en mi voz, siempre tuve la capacidad de intimidar a quien sea si me lo proponía.

Cuando me levanté del sofá para dar las palabras de bienvenida, a mi nariz llegó el aroma más exquisito que en mis 121 años habré olido en mi larga vida. Olía a tierra mojada justo después de una llovizna.

Mi pecho se hinchó aspirando ese magnifico olor.

¡Es mi mujer! ¡MIA! ¡Qué esperas para traerla conmigo?!— Gritó mi lobo Max.

Dirás NUESTRA mujer—Le respondí mientras buscaba a la dueña de ese olor y lo que encontré no me gustó nada.

Un hombre estaba abrazando a Mi mujer y ella no lo apartaba. La ira se apoderó de mí haciéndome rugir.

Pov Layla

Hacia nosotros venía un hombre, un hombre muy apuesto

Tenía el pelo negro como el carbón y un traje que se ceñía a su magnífico cuerpo ¿sus ojos? no sabía el color porque en este momento eran tan amarillos que solo pude pensar fue...oh oh.