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*Kathleen*

  —¿No deberías comenzar repasar?, llevas dos horas revisando mis viejos anuarios y se hace cada vez más extraño—Christina me mira desde el sillón de enfrente con una ceja levantada.

  —Es el segundo día, quizá deberías relajarte un poco—cambio la página de nuevo y analizó su contenido con mucho cuidado.

Resulta que Jenn Walker sabía cómo pasar desapercibida. Este es el tercer anuario que reviso y lo único que he obtenido hasta ahora son las fotografías individuales que le toman a todos los estudiantes cada año con su nombre debajo.

Me sorprende demasiado que Jenn no se haya unido a ningún club o equipo deportivo porque la mayoría de las personas lo hacen, es decir, lo necesitan si quieren acceder a una buena universidad.

  —¿Qué se supone que estás buscando de todas formas?—cierra su libro y comienza a guardar sus cosas dentro de su mochila.

  —No estoy segura, creo que algo que me diga porqué no puedo sacar a Jenn de mi cabeza.

Mi hermana toma uno de los anuarios que ya revisé y comienza a hojearlo distraídamente.

  —Tú y Caleb...—comienza a hablar de manera casual intentando arrancar de mis labios algo de información, lo ha intentado desde que salimos del instituto hace unas horas.

La interrumpo antes de que continúe porque no quiero hablar de eso. No estoy segura de que es lo que me molesta más, el no haber besado a Caleb o el hecho de que deseara que pasara apesar de toda la situación conDevon.

  —Nada pasó, te lo dije—sé que mi respuesta no le satisface, pero no saca el tema de nuevo, lo cual es bastante extraño en ella.

Mi mirada cae en su rostro, sus ojos se mantienen fijos en una de las páginas del anuario. Me parece que su rostro palideció bastante.

  —¿Viste esto?—Christina me da el libro mientras señala una de las fotografías en la sección de parejas, una sección que descarté demasiado pronto al parecer—, ¿qué no son Jenn y Devon?

Si, son ellos.

Jenn sonríe felizmente a la cámara, Devon tiene su brazo sobre los hombros de la chica, pero se ve visiblemente incómodo, como si le molestara que hubiera evidencia de su relación.

Puedo sentir los engranes volviendo a encajar en mi cabeza.

*Devon acelera el vehículo y yo me aferro al cinturón de seguridad rezando internamente para que se mantenga dentro del camino.*

*  —No vas a dejarme, Kathleen, no puedes hacerlo—la forma en la que sus manos aprietan el volante hacen que mi estómago se revuelva—, necesito que estemos juntos.*

*  —¿Por eso lastimaste a Jenn?—sus músculos se tensan aún más—, ella te dejó y no pudiste soportarlo, ¿verdad?*

*  —¡NO HABLES DE COSAS SOBRE LAS QUE NO SABEN!—golpea el tablero del auto haciendo que me encoja en el asiento—, no, lo lamento, Kathleen, necesito que me escuches, por favor.*

Tomo el brazo de Christina fuertemente debido a lo que acabo de recordar, es como si hubiera quitado parte de la cortina que me impedía ver mis recuerdos sobre esa noche.

  —¿Qué sucede?

No puedo responder su pregunta porque el timbre suena obligándome a abrir la puerta.

  —Hola, Kathleen—el detective Marshall me sonríe falsamente—, y tú debes ser su hermana mayor, Christina, ¿no es así?

  —¿Necesita algo?—me cruzo de brazos y enarco una ceja en su dirección—, mis padres no están aquí.

  —Solo quiero hacerte unas preguntas—me hace a un lado y entra en la casa.

Christina lo mira con el ceño fruncido, dispuesta a gritarle lo mal educado que es al cruzar el umbral de la puerta sin que lo hayan invitado a pasar, pero pongo una mano en su hombro y niego con la cabeza.

Me asomo a la calle para asegurarme de que ninguno de los vecinos está mirado por la ventana, cierro la puerta lentamente porque azotarla definitivamente traería la atención de los curiosos.

  —Creí que había contestado a todas sus preguntas en la oficina del director Garret.

  —Si, las preguntas sobre tu accidente—encuentra la sala de estar y se sienta en uno de los sillones con la confianza que tendría cualquier amigo de la familia—, esto es una nueva investigación, sobre Jenn Walker.

  —Nosotras no conocíamos bien a Jenn—Christina parece apunto de explotar—, no veo por qué Kathleen tendría que contestar preguntas sobre ella.

  —¿Así que no la conocías?—el detective Marshall me da su móvil, el cual tiene la pantalla encendida mostrando una foto de Jenn y Devon, la misma que Christina me mostró en el anuario—, supongo que no sabías sobre su relación.

  —No, no lo sabía—le devuelvo el aparato—, a Devon no le gustaba hablar sobre él o el pasado, siempre se enfocó en el futuro, estoy segura de que lo sigue haciendo—trago saliva para tomar algo de valor para seguir hablando—, me parece que debería estar hablando con la familia Eads, seguro que ellos tienen más que decir sobre la situación.

El detective Marshall abre la boca para decir algo, pero escuchamos la puerta abrirse. Mamá entra en nuestra sala de estar con todas sus cosas y se detiene al ver al detective.

  —Niñas, ¿qué está sucediendo?—deja su bolsa en uno de los sillones.

  —Buenas tardes, señora Church, soy el detective Marshall y estoy aquí para hacerle unas preguntas a su hija sobre el caso de Jenn Walker.

  —¿Sin sus padres presentes?

Mi madre entra en modo abogada, sus ojos azules se vuelven obscuros, de un tono muy parecido a la profundidad del océano.

  —Son preguntas de rutina, no creí que hubiera algún problema—mira a mamá desafiante, Christina y yo negamos con la cabeza discretamente, sintiendo lástima por el detective—, a menos que Kathleen tenga algo que ocultar.

  —Mi hija no tiene nada que ver con este caso, detective, ella y Jenn difícilmente cruzaron alguna palabra, así que esto se acabó.

  —Si prefiere que hagamos esto en la estación de policía, no tengo ningún problema—se levanta y camina hacia la salida como si esperara que mamá lo detuviera, pero eso no sucede.