Capítulo 45: LA MALDAD SE LLEVA EN LA SANGRE

— Te estoy pagando mucho. Tienes que hacer las cosas bien. — dijo tajante la mujer de mayor.
— Si, si, si. — respondió la joven.
— Por cierto graba todo lo que pase en esa casa.— Mencionó la mujer de mediana edad.
 

Le dio una grabadora y un par de micrófonos súper pequeños.
 

— ¿Algo más? — preguntó la joven.
— Recuerda, sepáralos. Mi hijo es muy bueno y le dejo fácilmente a Andree.— dijo tía Lu a pequeña luna.

 

Ambas estaban de la mano para separar tajantemente a Xiaowu de Andree. No importa que tenía que pasar, los separarían y encontrarían algo que esté haciendo mal Xiaowu para mostrarlo a la abuela.

De esta manera sus hijos recibirían más herencia y honores.

Después del petulante almuerzo, pequeña luna regreso con tía Lu para contarle a lujo de detalle todo lo que pasó.
 

— ¿¡Sabía usted que ese matrimonio es una farsa!?— gritó pequeña luna al sentarse en el sofá.
— ¿Matrimonio por contrato?— Tía Lu sonrió malévolamente.
— Sí, su hijo lo sabe. ¿No se lo dijo? — respondió pequeña luna descaradamente.
— ¿Zhao Lin? ¿Lu Zhao Lin? — preguntó atontada tía Lu.  — Grabaste ¿Verdad?
 

Tía Lu estaba indignada al saber que su hijo, al que consideraba inteligente, no menciono nada sobre el matrimonio arreglado.

Tía Lu sabía de la existencia de pequeña luna debido a los micrófonos escondidos que tenía en casa de Zhao Lin. Sin duda alguna sabía todo lo que hizo Zhao Lin y no dudo en chantajearlo para poder llevar a cabo sus planes.
 

Tía Lu fue en busca de Zhao Lin, apenas Zhao Lin abrió la puerta la tía lo colmo de gritos.
 

— ¿Qué sucede, mamá? — Zhao Lin siguió cocinando.
— ¿Por qué no me dijiste que Xiaowu y esa tonta extranjera entran casados por contrato? — gritó.

Zhao Lin se veía tranquilo, parecía no sorprenderle lo que su madre dijo.

— Xiaowu es mi hermano, mi mejor amigo, es todo. — respondió.
—¿Tú hermano? ¿Tú amigo? — dijo asombrada tía Lu. — Por favor, no dudaste en buscar a otra pequeña luna cuando tuviste la oportunidad.
— Solo estoy protegiendo a Andree. — respondió Zhao Lin tranquilamente.
 

Tía Lu estaba intranquila, no podía dejar esta oportunidad.
 

Zhao Lin encontró en dos días a la falsa pequeña luna. Y tuvo unos días en convencerla de hacer lo que actualmente hace. Traiciona la confianza de Xiaowu por “proteger” a Andree de las obsesiones de Xiaowu.

No dudó en buscarla rápidamente por pedido de su madre. Pero aunque lo hizo Y tenía cierto remordimiento no sentía arrepentimiento.
 

—¿Entonces para qué estás aquí? — echo las cebollas en el sartén y estás se frieron.
— Dime si me estás ocultando algo más de esos dos. — dijo seriamente tía Lu.
 

Zhao Lin dudó por un momento, pero no podía hablar de las dificultades visuales de Andree, ni del álbum de fotos, ni mucho menos que ella era la verdadera pequeña luna.
 

— Nada más. — respondió. Él seguía mirando lo que picaba y no prestaba atención a lo que su madre decía. — Y ya no cuentes conmigo, no seguiré ayudándote.
— ¿Ahora qué? — gritó tía Lu.
— Yo no soy de los malos. — respondió rápidamente Zhao Lin.
— Desde que me ayudaste a encontrar a pequeña luna falsa, eres de los malos.— respondió crudamente, tía Lu.
— Pues…~— el sonido de un mensaje interrumpió lo que iba a decir Zhao Lin.
 

“Tía, ¿Sabía esto?”
 

Pequeña luna envío una captura de pantalla donde mostraba a los 10 jóvenes más ricos de América, en donde encabezaba Andree.

— ¿Sabías esto? — mostró su teléfono a Zhao Lin. Ella tenía una sonrisa maliciosa, cruel y despiadada.

Zhao Lin no podía creer lo que veía. Andree tenía demasiados secretos, no era la chica normal que todos creían.
 

«¿Quién eres Andree O'Higgins?» pensó Zhao Lin.
 

— Ahora lo sabes tú. ¿Acaso Xiaowu lo sabe? — tía Lu dijo cizañeramente.— ¿Por qué no la cuidas de tu obsesivo primo? — agregó.
—¿Obsesivo?— pensó en voz alta.
— Piensa en cómo le romperá el corazón tu querido primo cuando sepa todos los secretos de Andree. — continuó.
— ¿Secretos de Andree? — volvió a pensar en voz alta.
— Ahora eres tú el que conoce todo de ella… Por qué mejor… En vez de solo ser su amigo eres algo más. — susurró tía Lu.
— ¿Algo más? ¿Cómo?— preguntó Zhao Lin.
— Pueden ser felices en otro continente. Lejos, muy lejos de Xiaowu. — respondió tía Lu.
— ¿América? — Zhao Lin sintió el olor de las cebollas quemándose.
— Exactamente, pero solo si ellos no estás juntos eso podrá ser real. — dijo por último tía Lu.

«LA MALDAD ES EL DOBLE FILO DE UNA ESPADA, SI LA USAS TERMINARAS CORTÁNDOTE»