Capítulo 60: PORQUE EL INVIERNO TAMBIEN ES CÁLIDO

Xiaowu recibió la llamada del doctor. La abuela había despertado.

Xiaowu me tomó de la mano y regresamos al hospital. La abuela estaba en perfecto estado, al parecer no era el momento de dejarla ir.
 

— Ustedes jovencitos. ¿Cómo se atrevieron a engañarme? — la abuela agarró su periódico y golpeó a Xiaowu con él.
— Abuela, no golpee a mi amado esposo. — defendí a Xiaowu.
— Chicos… No nos vuelvan a mentir. — dijo padre reclamando la situación.
— Padre, madre, abuela. Xiaowu y yo nos casamos por contrato, pero yo lo amo realmente. Me gusta mucho y me trata muy bien. Son como los matrimonios arreglados, surgió el amor después de casarnos.

 

Todo estaba volviendo al lugar correcto. La abuela estaba muy bien y en algunas semanas regresamos a casa.

Zhao Lin regreso cuando se dio cuenta que escape de América para encontrarme con Xiaowu.
Estaba feliz de tenerlo aquí.
 

Como todo estaba arreglado lo único que quedaba era ser feliz con Xiaowu, la abuela y nuestros padres.
 

— Vamos a ir a Pingyao. —  Xiaowu dijo algo temeroso después de una larga conversación.
— ¡Oh! Ya es casi invierno, supongo habrá nieve. — respondí.
 

También ya se acerca el año nuevo chino. Siempre quise saber cómo se viven esas celebraciones.

Xiaowu y yo compramos ropa de invierno en pareja. Alistamos todo la necesario y junto a la abuela y padres fuimos a Pingyao.

Ya caía nieve y hacía mucho frío, Xiaowu agarró mi mano y fuimos por el mundo así de unidos.

—¿Tienes mucho frío? — preguntó Xiaowu mientras caminábamos por la calle.
— Un poco, pero mi manito se siente caliente. — sonreí y seguimos caminando.
 

Llegamos hasta el hospedaje. Dejamos nuestras maletas y salimos a ver la nieve, Xiaowu construyó un muñeco de nieve para mí. Ese muñeco de nieve tenía mejores líneas que una actor de primera clase.
 

— Soy el Sr. Miau y amo a pequeña luna. — Xiaowu movió las manos improvisadas del muñeco de nieve.

Puse mis manos en forma de V bajo mi mejilla. — Y pequeña luna ama a… Xiaowu.

Xiaowu soltó las manos del muñeco de nieve y volvió a mi lado.
— ¿Es muy feo, verdad? — preguntó.
 

No, el muñeco no estaba feo… Es solo que bueno, dándole pequeñas críticas constructivas no tenía forma. No estaba segura y eran círculos, quizá óvalos más bien cuadrados, porque esas son puntas. Pero estaba bonito.
 

— No amor, está muy bonito. — respondí. Me volteé a verlo intentando cambiar de tema.
 

Hizo una señal para seguir caminando por la ciudad. Encontramos una plaza, todos los niños jugaban con la nieve.

Estaba tan distraída que sin querer derrumbe un pequeño muñeco de nieve. — Lo siento.— me disculpé.

Solté la mano de Xiaowu y me agaché a ayudar al pequeño a reconstruir su muñeco de nieve. Le dábamos forma, el pequeño estaba concentrado poniendo los ojos y nariz.

Me levanté cuando terminamos, mis piernas estaban entumecidas.
 

—¿Te duelen?— preguntó Xiaowu ayudándome a caminar hasta un asiento.
— Solo un poco. — me senté y sobe mis piernas.
— Regresemos a casa, está haciendo mucho frío. — se levantó.
 

Quería que regrese a casa con las piernas entumecidas, apenas pisaba y sentía un fuerte hormigueo.
 

— Me cargas. — hice puchero y estiré los brazos.
— No, eres muy pesada.— bromeó pero yo no lo tome como una broma.
— Ok. Ok. — me levanté y aunque me dio un hincón por el hormigueo caminé.
— Está bien. Ven.— me volteé y Xiaowu estaba agachado esperando a que me suba en su espalda.
 

Regresé y me subí en su espalda. Pase mis brazos por su cuello y él me cargó.
 

— Vamos de paseo, si, si, si. En hermoso esposo, si, si, si. — canté cambiando la letra de la canción.

Seguí cantando mientras me cargaba. Había momentos en los que me balanceaba pero me gustaba, me sentía feliz al estar con él.

La nieve caía sobre nosotros. Estiré mi brazo derecho para que la nieve cayera en ella. Esto me recordaba a Zhao Lin, él me regaló una lluvia de pétalos de flores. Me llevó a un campo de lavandas.

Zhao Lin… ¿Realmente fuiste tú el que me separó de Xiaowu?

«EL ENGAÑO ES UNA ELECCIÓN, NO UN ERROR.»