Capítulo 42 El juicio de Ichabod Crane (Parte II) Final

Cap. 43 El juicio de ichabod (Parte II) y Final

Van Garret sudó cuando vio a aquella mujer levantando en alto su daga.

- ¿Y bien?- insistió el juez- ¿reconoce usted esa daga?

- No- dijo él con algo de nerviosismo.- Nunca la había…visto.

- ¿Hay alguna forma de probar que esa daga no es suya? Es decir…¿hay alguna forma de evidenciar que esa daga pertenece a alguien?

- Claro, señor juez- dijo la viuda Martin.

Entonces mostró las iniciales del viejo: J V G.

- Aquí están…grabadas en oro en el mango de la misma.

Ichabod sonrió aliviado. Se sentía un poco menos presionado. Pero aún tenía miedo de la reacción del viejo van Garret ante el descubrimiento que estaba por llegar.

Katrina abrazando a Mandalay esperaba el momento de escuchar el veredicto del juez a favor del condestable. Vermont realizaba la mejor defensa de su vida, tanto por él como por el recuerdo de su buen amigo Laurent quien ya se había granjeado la noble amistad del condestable.

La aducción de pruebas continuaba…cada instante y cada segundo eran vitales…Vermont lograba despejar las incógnitas mientras Ichabod se tronaba los dedos al sentir la presión de las miradas de tantos abogados frente a él. Mientras la mirada tierna de su hijo le estrujaba el corazón haciéndolo más vulnerable y más fuerte a la vez.

Mientras tanto Rebecca y Jelly preparaban aquel brebaje. Tenía que estar listo para un par de horas después…

- ¿Qué sucederá si no lo terminamos a tiempo, señora Rebecca?- preguntó Jelly.

- El Jinete sin Cabeza llegaría y…cobraría la vida de Ichabod, de Mandalay y la mía enseguida…sin ninguna clase de consideración..así que debemos apresurarnos Jelly…¿está conmigo? ¿no tiene usted miedo, verdad?

- No, señora Rebecca- respondió Jelly con prontitud.

La bruja recitaba aquel oscuro conjuro:

- Principe de las sombras…ven enseguida…cobra la vida de aquellos que deben morir ante tu hacha y la de aquellos que decidieron ponerse a tus órdenes…hazlo cuanto antes…no dilates en llegar…ven…para que yo pueda disfrutar también del precio de la venganza.

De pronto…la tierra retembló…un rugido ensordecedor…pocos sabían de qué se trataba…pero los que lo escucharon se quedaron tan asustados que trataron de no escucharlo.

Pero el Jinete sin Cabeza avanzaba regio…y listo para cobrar la vida de aquellos que habían recogido su cabeza en aras de una asquerosa venganza.

El juicio continuaba. Van Garret estaba casi perdido.

- Sin embargo- dijo éste jugando lo que él consideraba su mejor carta.- Pregunte al condestable…qué ha sido de la señorita Jelly, la sirvienta de la casa Vermont.

- ¿No cree usted que esa pregunta la debería hacer yo?- insistió el conde.

- No…tal vez porque usted está en calidad de abogado del condestable.

- Pues…¿qué haría si yo le dijera que…sé perfectamente dónde está la señorita Jelly?

- Eso no puede ser…

Entonces todas las miradas se centraron en van Garret.

- Y…aún falta la prueba final. Van Garret ha estado ocultado un documento de una herencia que se consideró maldita por los van Garret y van Tassel y que ahora sabemos que no había tal maldición. La única que ha existido es el odio que van Garret ha estado derramando sobre los descendientes van Tassel hasta llegar al pequeño Mandalay Crane.

- ¿Cuál es ese documento?

- Aquí está, señor juez- contestó Vermont mostrando el documento.

En él aparecía la firma de van Garret, el abuelo de Jeremiah junto a la firma del abuelo de ichabod.

El condestable se puso de pie.

Vermont comenzó a explicar.

- En este documento aparece la firma del abuelo del condestable, Paulus Crane, fue testigo de aquella maldición…una en la que estaba en juego su propia vida. Encontré junto a éste una carta póstuma, en la que Paulus culpa directamente al abuelo de van Garret de su muerte si algo le ocurría. Así que…por eso los van Garret escondían tan celosamente ese documento y amenazaron de muerte a los van Tassel si reclamaban aquella herencia que debía repartirse entre ambas familias.