Capítulo 63

Finalmente Nathalie y Mikel están de regreso, Ethan está tan emocionado por su regreso, le exigió a Mikel que no llevara auto al aeropuerto, así cuando ellos estuvieran en el aeropuerto, pudiera ir a recogerlos.

Según el obligará a Nathalie para que le diga el género de nuestro bebé.

Lo que Ethan no sabe es que seré yo quien ira por ellos al aeropuerto, Nathalie me llamo y me pidió que la recogiera, así Ethan no la fastidiara, mientras Ethan se ducha yo salgo de la casa, subo a mi auto y me dirijo al aeropuerto, solo espero que no se moleste conmigo.

Han pasado 15 minutos desde que salí de casa, cuando recibo una llamada de Ethan,

—¿Dónde estas?

Digo sonriendo y algo nerviosa,

—Estoy en mi auto.

El dice enojado, se que está molesto porque puedo sentirlo en su voz,

—Aurora Smith, dime ¿hacia dónde te diriges?

Suspiro,

—Ethan estoy manejando, me distraes y puedo tener un accidente, hablamos cuando me estacione.

El dice,

—Está bien, se que vas al aeropuerto, no debiste escondérmelo, es cierto que quería saber sobre el género de nuestro bebé, pero no era necesario que te fueras así, por favor cuídate.

Niego,

—Ethan, se que no era necesario, pero fue divertido, pronto llegaré a casa no te preocupes.

Ethan suspira,

—Está bien cariño, te amo.

Digo sonriendo,

—Te amo más.

Llego al aeropuerto, Nathalie me abraza y dice,

—Wow Aurora, ahora puedo notar más tu estómago, es increíble y estoy muy emocionada, tengo demasiadas ideas para tu fiesta de revelación, ya le dije a tus suegros y padres que será mañana.

Mikel me saluda y dice feliz,

—Aurora te vez muy bien, por cierto, ¿Ethan está enojado conmigo?

Río por su pregunta,

—No, solo está enojado con Nathalie.

Nathalie hace una mueca,

—¿Qué?

Digo tomando el brazo de Nathalie,

—No te preocupes, se cómo animarlo, vamos los llevaré a su casa, seguramente están muy cansados.

Nathalie dice,

—Bromeas, no estoy ni un poco cansada, estoy muy emocionada, tengo mucho que hacer.

Mikel dice riendo,

—Sabes, desde que supo sobre el género de tu bebé, no para de pensar en la fiesta, me dejo solo en el hotel un día porque dijo que iría a comprar algunas cosas para tu fiesta de revelación.

Veo a Nathalie y ella se sonroja,

—Eso no es cierto, ese día tú dijiste que no querías salir del hotel, así que yo decidí invertir el tiempo en algo productivo.

Mikel la ve sorprendido,

—Dije que no quería salir del hotel porque quería estar contigo, pero te veías tan feliz que no quise molestarte.

Sonrió, ellos son tan dulces,

—Bueno tortolistos es hora de irnos.

Mikel toma el equipaje y comienza a subirlo al auto, Nathalie y yo subimos al auto, pregunto curiosa,

—Nathalie, Nathy hermosa, ¿puedes darme una pista de que será mi bebé?

Ella se cruza de brazos y dice,

—¿Estas bromeando cierto?

Digo nerviosa,

—Este, bueno solo parpadea una vez si es niña y parpadea dos veces si es varón.

Nathalie dice sería,

—Si sigues con esto, me bajaré del auto y le pediré a Mikel que contrate a un chofer y que venga a traernos, o sabes que, mejor me iré en un taxi.

Digo negando,

—Lo siento, no te vayas, solo quería saber si me dabas una pista, porque quiero ir diseñando la ropa para mi bebé.

Ella ríe,

—Tranquila, mañana lo sabrás y se que empezaste a diseñar ropa unisex para tu bebé desde que tenías dos meses de embarazo.

Antes de responder Mikel entra al auto,

—Listo vámonos, tengo que ir a descansar, debo ponerme al tanto del trabajo.

Enciendo el auto,

—Usted manda señor Mikel.

Mikel me ve asustado,

—Jamás digas eso frente a Ethan.

Nathalie y yo comenzamos a reír,

—Eres tan miedoso cariño.—dice Nathalie.

Digo yo,

—Ethan no se enojaría conmigo.

El dice,

—Eso lo se, se enojaría conmigo y terminaría desapareciéndome de la faz de la tierra.—El hace como que le dio un escalofrío,

—Mira hasta se me puso la piel de gallina.

Niego,

—Está bien, no dire nada frente a Ethan, será nuestro secreto. —Digo guiñándole un ojo por molestar.

El me ve serio y dice,

—Aurora habló en serio.

Llegamos a la casa de Mikel, Nathalie baja del auto, no se despide de mi y corre a su casa, suspiro, Mikel me dice,

—Ella es así, no te dirá nada de lo que tiene preparado y yo debo irme o si no terminará corriéndome.

Río por su comentario,

—Comprendo, yo también debo irme o Ethan comenzará a buscarme por todos lados.

Mikel ríe,

—Aún así amamos a nuestros esposos.

Sonrió,

—Tienes razón.

Llego a casa, Ethan me espera en la sala y al verme se cruza de brazos y dice,

—¿No dirás nada?

Me encojo de brazos y pregunto,

—¿Nada de qué?

El frunce el ceño,

—¿No te disculparas por preocuparme?

Me acerco a él y digo con una ceja levantada,

—¿Te preocupaste mucho por mi?

El pone sus ojos en blanco y se aleja de mi,