Epílogo

Xavier 
 

Canción: Perfecta / Miranda 
 

Tiempo después 
 

Dicen por ahí que lo mejor se hace esperar o las buenas cosas toman su tiempo y para ser sinceros lo he comprobado en los negocios, en la vida y hoy lo compruebo en mi familia.

Estoy de pie en el área de neonatos de unos de los hospitales más importantes de Bogotá, detrás de un gran ventanal buscando entre todos los bebés al mío; una enfermera me hace señas segunda fila, tercer bebé, siento un remolino de sensaciones y sentimientos, con Martina no viví esto y quiero no dejar pasar nada.

Después de la renovación de votos, nos relajamos con el tema de tener más hijos; al año, la vida, Dios, nos dio el regalo de quedar embarazados, para mí fue alucinante ver a Micaela en el proceso, como cada mes crecía ese pedacito de vida en su interior

Nació antes de tiempo, por eso está en el área de neonatos hasta que su tiempo se cumpla, los doctores nos dicen que es un luchador y que igual que su madre saldrá avante de este pequeño escollo

Las enfermeras me alejan de la sala por la hora, me indican que mañana podré entrar y alzarlo por unos minutos, claro con todas las medidas de seguridad que amerita para estar en esa área. Me regreso hacia la habitación de Micaela, al entrar la veo dormida, entró en trabajo de parto de forma abrupta, sometiéndose a una cesárea de emergencia, se mueve y al despertar se centra en mi

- ¿Cómo te sientes? – arrastró una silla la colocó bastante cerca de ella –

- Mi bebé ... como esta – la tomo de la mano y le doy besos –

- Bien ... está en el área de neonatos, es todo un guerrero – medio sonríe y tiene los ojos aguados –

- No me estas mintiendo Xavier – niego –

- Jamás te mentiría en este aspecto bonita - nos interrumpe una enfermera, tiene una enorme sonrisa, trae consigo una silla de ruedas -

- Señora Aragón ... tiene que acompañarme, es hora de darle pecho a su bebé – asentimos –

Con sumo cuidado Micaela baja de la cama y la enfermera trae un vestido especial, se lo coloco y la ayudó para llegar hasta la silla de ruedas, le hago señas a la enfermera de que yo la llevo; salimos de la habitación en total silencio, me sabia el trayecto de memoria, desde la habitación hasta el área de neonatos, aún así, la enfermera nos indico en todo momento el camino.

Cuando llegamos nos espera una enfermera en la entrada del área de neonatos, trae consigo otros vestidos iguales a los que todas tienen puesto y me lo ofrece

- ¿Puedo entrar? – ante mi pregunta y mi desconcierto me sonríe –

- Claro ... esto es un trabajo en equipo, la recuperación de los bebés depende en parte a los padres

Me coloco el traje y nos llevan a una sala de desinfección y nos lavamos las manos, al término de esta nos entregan unos tapabocas; unas de las enfermeras llevan a Micaela hasta donde esta la cunita del bebé, yo voy detrás de ellas, me alejo un poco al ver como lo sacan y se lo entregan, es la experiencia más hermosa que he tenido, verla darle pecho al bebé.

Me acerco suficiente para tocarlo, Micaela me tomó de la mano con fuerza, esta prueba también la vamos a pasar.

Los días fueron pasando y al cabo del segundo ya nuestro bebé estaba sano y fuerte para salir del área de neonatos, a la semana ya estábamos listos para irnos para la casa; en el transcurso del embarazo no pensamos en un nombre para el bebé, así que me puse a la tarea de buscarle uno que estuviera acorde a él

El recibimiento en la casa fue más que agradable, nuestros amigos y familiares más cercanos nos esperaban, la más contenta obviamente es Martina, ya con 11 años esta orgullosa de ser la hermana mayor.

La celebración fue rápida, todos cargaron al bebé y uno que otro nos preguntó por el nombre, ya que no lo habíamos mencionado

Cuando estuvimos solos y ya instalados en la habitación, busque la computadora y me acerque hasta Micaela para mostrarle mis avances en la búsqueda del nombre para nuestro hijo

- ¿Qué tanto haces? – me sonrió y me acerco, esta dandole pecho al bebé –

- Este muchacho necesita nombre ¿qué has pensado? – se queda pensando –

- Sabes ... deberías ponerle el nombre tú, yo le puse el de Martina -asiento-

- Bueno, a mí me gusta ... Ismael

- Ismael ... me gusta ¿significa algo en particular?

- Si ... significa "Dios escucha"

- Ese es su nombre ... Ismael Aragón

En cierta forma Dios nos había escuchado, no somos los más religiosos, pero lo tenemos en cuenta a nuestro modo en la familia.

No me cansaba de ver a Ismael, me resistía a cargarlo por el temor de que se me fuera a caer, Micaela se reía de mí al verme, cierta mañana estábamos solos en la habitación y lloraba sin parar, así que tomé valor y lo cargue, al instante se quedó callado; camine por toda la habitación con él hasta que se volvió a dormir.

Al levantar la mirada me enfoco en mi esposa con una sonrisa inmensa, entendí que me dejo a solas para que perdiera en temor; desde ese momento me encantaban los momentos a solas con Ismael, le hablaba de todo, le contaba las próximas citas que íbamos a tener como familia, donde iríamos de vacaciones, algunas veces nuestras conversaciones había alguien más, Martina después de cumplir con los deberes nos acompañaba. 

La presentación con los perros fue épica, canelo se apegó más a Ismael pasaba todo el día debajo de su cuna, prestando guardia.

Cada día supera al anterior, este era mi ideal de familia, lo supe el día que me di cuenta que había perdido a Micaela, de esa época queda solamente un deseo ferviente de seguir siendo felices día tras día 

Felices ... así nos sentimos, ahora entendía la verdadera razón de la palabra familia, por mas que la buscara en otros rostros y en otras mujeres, siempre fue Micaela Mendoza, mi cielo lleno de estrellas.