La Hija de Jesús: El comienzo de un camino

¿Que ocurre cuando el destino escrito es cambiado?
¿Que ocurre cuando cambiamos las cartas sobre la mesa?

¿Cuál es nuestra realidad?
¿Que es aquello que en verdad podemos tocar? Lo que podemos poseer; ¿la tranquilidad? ¿la felicidad? ¿incluso mis lágrimas?
¿Podemos sostener un abrazo? ¿O nosotros mismos nos sostenemos en él?

Quiero responderlo, aún con los años, las horas, los días... sigo sin responder. Pero es imposible hacerlo aún con lo vivido, nadie puede hacerlo... y esa es su belleza. Porque todo eso se caracteriza por una sola cosa, por algo ciego que toca la maravilla de la vida

Siempre lo escuché...

Nunca lo viví... hasta que tropecé contigo. Mi único amor, dos almas separadas hechas una sola