Somos Amigos

Ambos salimos de casa, él me llevó al colegio y al salir me volvió a recomendar que me cuidara, ésto me hizo ver que estaba mucho mas preocupado por mí de lo que aparentaba. Sonreí feliz

-Tranquilo, confío en tí y en Sergio. Sé que ustedes solucionaran las cosas. Nos vemos esta noche.

Bajé sujetando con fuerza mi mochila y me adentre a la escuela sin mirar a nadie, ya que no deseaba responder preguntas de ningún tipo ni seguir soportando los reproches de mis supuestos amigos sobre mi relación con mi padrastro. Me dirigí directamente a mi asiento donde tras sentarme me recosté en el banco. Sara llegó ocupando su lugar a mi lado diciendome:

- Boris ¿estás bien?
- Digamos que sí - me incorporé  y la miré sonriendo - Tenía que retomar mi vida ¿no?
- Si

Sabía que ella me entendía, comprendía a lo que me refería en realidad. Pronto ví que se sentaron cerca nuestro los demás. Sabía que intentaban llegar a mí, pero les resultaba difícil y yo no estaba dispuesto a facilitarles las cosas. Si ellos solo me acusaran con el dedo en lo que a mí relación amorosa respecta nada tenían que hacer cerca mío. Sabía que en ésto estaba solo y Sara incluso desconocía mucho sobre eso, sin embargo intuía que ella sí me entendería.

Sigfrid fue el primero en hablarme con su voz neutra:
- ¿Te sientes mejor Boris? 
- Es extraño que lo preguntes como si en verdad te importara Sigfrid - respondí secamente y ví que fruncia el ceño ante mi respuesta

- Oye todos estuvimos muy preocupados por tí, después de todo te dispararon
- Nos dispararon - corregí - Sara era también el blanco solo que...
- La cubriste con tu cuerpo, lo sabemos - dijo Maxi y sentí su mirada acusadora clavada en mi. 
- Si ya volví es porque estoy bien ¿cierto? No necesitas fingir tú también Maxi.

Odiaba sentir sus acusaciones implícitas sobre mi forma de vivir ¿qué demonios tenían que meterse ellos? ¿Qué les importaba lo que yo hacía después de todo?

Suspiré apesadumbrado, en verdad no podía seguir con ésto. Quizas lo mejor fuese cambiar de colegio pero a su vez sabía que sería una locura, ya que estaba en el último año. Si tan solo me entendiesen todo sería diferente. Maldita sea.

Las clases transcurrieron sin penas ni glorias charlando de trivialidades con mis compañeros y amigos, sin responder ninguna pregunta en concreto. Incluso Ivan con su característico humor me quiso preguntar sobre mi relacion pero lo corté  bruscamente.

- Ustedes solo desean tener algo para conversar y opinar y por supuesto me agarraron a mí y a mi vida privada. No les interesa cómo me siento en realidad y si estoy feliz o triste. ¿Por qué tendría que responder sus odiosas preguntas y darles el placer de acusarme? - me levante - Vamos Sara, busquemos otra mesa.

Supe que mi amiga me siguió y aunque era conciente que me estaba comportando como un auténtico idiota lo cierto era que no me importaba. Extrañaba a mis amigos, aquellos que me apoyaban y ayudaban, a los que reían conmigo y nunca me acusaban ni me presionaban. Al parecer ellos habían dejado de exisitir.

Una vez solos mi amiga me sermoneo pero pacientemente, la escuché ya que en parte tenía razón.
- Si te cierras así ellos no podrán entenderte Boris, mucho menos ayudarte.

- Ellos no entienden nada de nada. - dije dolido - Extraño los momentos en que nos reíamos todos juntos sin prejuicios hacia nadie.
- Entonces no los muerdas cada vez que intentan llegar a tí 
- Solo quieren saber si sigo en relación o no para acusarme, no entienden nada de nada.

- Sigfrid es muy cerebral lo sabes, se sorprendió  al saber quien era tu amor platónico - decia mi amiga - En cuanto a Maxi, él te ama por ende le resulta muy dificil asimilarlo...

- Yo no le pedí que se enamore de mi, mucho menos que opine sobre mis sentimientos. Me duele que no me entienda luego de haber sido mi mejor amigo. En cuanto a Sigfrid, si planea seguir mirándome con reproche se puede ir al mismisimo infierno. Los demás solo son curiosos nada más.

- Después de todo la relación que tienes es medio complicada deberías recordarlo, si no quieres estar solo al menos intenta llegar a Sigfrid y a Maxi. Los demás pueden adaptarse pero ellos dos fueron y son tus mejores amigos.

- Tu eres mi mejor amiga y no me reprochas ni me cuestionas nada Sara.  LAún sabiendo la verdad que por cierto desearía saber cómo te enteraste ¿por qué ellos no pueden ser asi también? 
-Ayudalos a entender

El timbre sonó terminando el recreo, el resto de la mañana fue aburrido. Al acabar las clases fuimos a almorzar ya que teniamos educacion fisica después. Durante el almuerzo Sigfrid y Maxi se me acercaron y a pedido de mi amiga Sara accedí a darles una oportunidad sin estar a la defensiva.

Me costaba, pero acepté porque en verdad extrañaba a mis amigos. Al principio les conté lo que pasé desde que me drogaron hasta acabar en el hospital a raíz de los balazos obviando los detalles de mi relación con mi padrastro. Podía notar la preocupación en ellos y a su vez el alivio al saber que ahora estaba bien.

- Todo ésto se debe a los trabajos del papá de Sara y a mí padrastro, pero ellos prometieron ocuparse del asunto y yo les creo.
- Sara no opina lo mismo - Dijo Sigfrid.

- Por eso se peleó con su papá - prosiguió Maxi
- Ella es un poco dura pero es comprensible - comenté tranquilamente 
- Oye Boris - Dijo Sigfrid - Sobre lo tuyo con...
- No quiero hablar de eso - corté molesto.

- Dejame terminar - me dijo y lo miré - No tienes que aislarte así, somos amigos. Aunque es en extremo prohibido para tí y para él. Nosotros te apoyaremos pase lo que pase. 
- ¿Hablan en serio? - pregunté asombrado
- Somos amigos Boris, eso es lo más importante - dijo Maxi 
- Gracias - sonrei feliz - En verdad los extrañaba  

Sara se acopló a nosotros junto con los demás  momentos luego, en verdad pude volver a reír junto a ellos. Hacía tiempo que no me divertía así. Agradecí tener amigos tan comprensivos y leales. No me había dado cuenta lo mucho que los extrañé hasta ese momento. Tras acabar las clases me fuí a casa ya que había recibido un mensaje de mi padrastro pidiéndome ir a casa ya que había logrado salir temprano.