CAPITULO 14 - NUBES Y RELÁMPAGOS

Yo tiendo a disfrutar cualquier viaje en avión que se presente pero en realidad esto es muy incómodo. Habia 3 asientos por cada fila en el avión, esta vez un hombre de negocios corpulento siempre acompañado por su maletín de trabajo estaba impidiendo que pudiera ver del otro lado si estaba Leo. Lo único que es bueno en estar aquí es el mero hecho de que el vuelo es directo hacia Grecia, el tiempo estaba yendo tan lento pero de vez en cuando daba unos saltos enormes sin que me diera. Ahora estamos volando por inmensas nubes mientras el anochecer ya se veía presente mostrando unas cuantas estrellas, aquel simple pero impresionante paisaje muestra una gran serenidad que me tranquiliza por un tiempo, es como si estuviera encima de una nube en especial mientras que esta misma se une a un conjunto de otras nubes para ser guiadas por el viento o algo que represente el mismo viento.
Mientras el reproductor de música estaba tocando una canción que en realidad no le ponía atención del todo, sólo podía preguntarme el porque nuestro abuelo habia mentido hasta ahora, ¿Qué es lo que tiene que decir?, ¿Todo lo que vivimos es una simple mentira?, ¿En verdad papá habrá muerto?.
Habia pasado media hora desde que note la presencia del hombre corpulento, por ahora intento evitar preguntarme más cosas, creo que lo mejor seria ver las nubes nuevamente. Seguían exactamente igual, ahora se veían como las olas de un gran mar brusco que buscaba derribar al primer barco, justo como mi sueño.
De la nada, estas mismas olas se tornaron grises, el paisaje rápidamente se torno en algo terrorífico como si alguien manipulara su estado actual en un simple chasquido, empezó a formarse una tormenta no tan grave. Mamá me habia dicho que nunca mirara los relámpagos  porque quedaría ciego pero alguna fuerza extraña me impulsaba a romper aquella regla que mamá me había dicho desde hace años. Los relámpagos se hacían presenten una vez tras otra, grandes destellos de energía me emocionaban hasta el momento en que aparecieron destellos en mi mente. Todo se volvió en blanco hasta que pude ver claramente como dos personas las cuales una luz tenue acompañaban sus cuerpos, cargaban dos bebes  y ambos estaban felices mientras se miraban dulcemente....

Otro destello, estaban las mismas dos personas, ahora preocupadas y acompañas de otra persona con carácter amenazante, este ser tenia pura oscuridad en el...
Blanco nuevamente, la escena era la misma pero ahora este ser venia con otras personas iguales a la pareja que estaban abrazando a los bebes fuertemente, parecían no tener miedo pero no era cierto. De la nada tuvieron que soltar a los bebés, estos dos bebés cayeron de donde prácticamente estaban : el cielo posteriormente yo tambien habia caido.
Estaba harto de ver solo blanco, hasta que una mano cerró completamente la persiana de la ventana del avión la cual apareció nuevamente, por fin había salido del trance.
Decidí dar la vuelta para ver de quien era la mano porque esta se veía joven y de alguna manera atractiva por lo que el señor corpulento estaba descartado, aún así creo que fue mi imaginación porque el señor estaba ahi durmiendo y por lo que pude ver por una fracción de segundo Leo si estaba a lado pero estaba en el mismo que el señor. Voltee hacia la ventana, estaba cerrada completamente pero obviamente yo no lo hice.
-Pasajeros, por ahora estamos en una zona de tormenta por lo que necesitan abrocharse el cinturón, no es algo grave pero es por su precaución, en poco tiempo saldremos de este lugar- se escuchó una voz grave proveniente de los altavoces, seguramente uno de los capitanes del avión.
 

A pesar de salir de esa zona de tormenta tomó un largo tiempo, no pude dormir del todo casi estabamos cerca de llegar a nuestro destino, solamente quería llegar y dormir en la casa de mi abuelo. Abrí la persiana y nuevamente me hundí en el mismo paisaje nocturno  donde parecía que  las estrellas se movían a la mismo tiempo que el avión.