Volumen 4: Una balada de caballeros y polillas fatuas acto 2

—No fue uno de mis mejores momentos...

—Por el contrario, por tu expresión parecía que ya estabas acostumbrado a hacer cosas de ese estilo —Clama el hombre — pero me estoy desviando del punto, a decir verdad, mi intención desde el principio ha sido la de hablar contigo, así que por favor... no tengas miedo.

Al escuchar esas palabras el joven no pudo evitar sentirse como un pequeño ratón siendo amenazado a entrar en las fauces de un lobo, lamentablemente, no tenía otra opción en estos momentos.

—Bien, ¿no es mejor así?, hablar en buenos términos y llegar a un buen acuerdo...

—Entonces, ¿Qué es lo que quieres?, supongo que tendrá algo que ver con la pócima del Völunder, ¿no es así? — señala el joven —"Tiene sentido ya que el creador oficial de esa droga es Wilhelm en realidad".

—Eres bastante perspicaz, mi pregunta en realidad está relacionada a ello, dime ¿Cómo supiste destilar el veneno de escorpión Rurrú?, aunque seas gitano la iglesia decreto hace 500 años cazar a estos escorpiones hasta la extinción, por lo que tener su veneno y estudiarlo es muy difícil, crear una droga como Völunder sería imposible a menos claro que sepas la fórmula de antemano...

—¿Estas insinuándome algo? — pregunta el joven, liberando un suspiro —Tal vez no lo creas, pero lo leí en un libro, no puedo decirte mucho más.

Externamente el joven Milfiore estaba tranquilo, no obstante, internamente el miedo empezaba a inundarlo.

—Bien, te creo... —Clama Wilhelm golpeando su espalda con jocosidad, para posteriormente tomar una postura hostil —A decir verdad, si me hubieses dado una respuesta distinta probablemente estarías muerto; segunda y ultima pregunta, tu... ¿eres un "adaptador"?

—¿Adaptador?

Aquella sería la primera vez que el joven escucharía esas palabras, ni siquiera dentro de la obra original existe tal termino como Adaptador, por lo que el joven Milfiore entro a una encrucijada, darle una respuesta afirmativa y mentir o darle una negativa diciendo la verdad.

Siendo este incapaz de conocer los fundamentos tras su pregunta, no podía saber cuál sería la respuesta que mejor le satisfaga.

Decir la verdad tenía riesgos, no obstante, mentir con respecto a algo de lo que no conoce sería estúpido, Iván tendría que apostarlo todo en su próxima oración.

—Es la primera vez que escucho ese término, no estoy negando serlo, simplemente no se con certeza si en realidad lo soy o no...

Al escuchar esas palabras una expresión inquietante se dibujó en el rostro del hombre, Ivan estaba confundido, al tal grado de desviar la mirada para meditar su situación.

En ese momento aquella sed de sangre que el joven percibía desapareció, y durante unos momentos, el villano principal de la obra original había adoptado la postura de una persona racional.

Conforme el hombre meditaba Iván con su habilidad 'medicina' empezó a sentir señales vitales acercándose desde el norte, aún muy lejos para que Wilhelm las notase, algo que le dibujo una sonrisa efímera.

—Oye... — espeta Wilhelm con un tono y expresión más calmada y serenas, algo que asombra al joven Milfiore —Dices que no estás seguro si eres un adaptador, ¿verdad?

—Así es...

—Dime, ¿tienes el poder... de ver la ventana del sistema?

Al escuchar esas palabras la expresión de Iván se exalta y palidece, dándole la razón a Wilhelm, quien no puede evitar formular una ligera sonrisa.

—Ya veo, ahora todo tiene sentido... —Espeta el hombre.

Iván estaba totalmente desconcertado, no solamente la actitud de Wilhelm había cambiado a la de una persona razonable, también había mencionado la ventana del sistema.

—Muchacho, ven conmigo... —Espeta el hombre.

—Ir, ¿A dónde? — Clama el joven.

—Niño, será mejor que obedezcas mientras sigo siendo amable..., Me eres más útil vivo, pero tus extremidades son prescindibles.

—No planeo ir a ningún lado... —Espeta el joven a la par que desde la distancia algo empieza a acercarse a máxima velocidad hacia su dirección —A decir verdad, desde el principio, mi intención ha sido la de capturarte a ti.

—¿Capturarme...? — Pregunta Wilhelm mostrando una sonrisa hostil —debes ser muy tonto, o estar muy seguro de tus palabras; cualquier sea el caso no importa, vendrás conmigo hecho trizas.

En un parpadeo el cuerpo de Wilhelm empieza a transformarse, pero antes de poder poner un dedo sobre el joven Milfiore, de entre los árboles un monumental orbe negro imbuido en luz se hace presente, arrasando a través del cuerpo de la bestia.

En un parpadeo varios kilómetros de bosque fueron convertidos en un camino llano, mientras que del cuerpo de Wilhelm no quedaba más que una mano parcialmente trasformada en garra, la cual es almacenada dentro del inventario del joven antes de que empezase a moverse.

—Eso estuvo demasiado cerca —Espeta el joven con una ligera sonrisa —No puedo creerlo, lo conseguimos...

—¡Jefe...! — Espeta una voz en la distancia.

Parada en medio de aquel terreno llano, el joven Milfiore fue capaz de ver a la joven Le fay, quien actualmente cargaba con algunas heridas superficiales.

—Ash, ¿no sabía que habías vuelto...? — espeta el joven Milfiore.

—El viaje fue mas duro de lo que creí, pero, cumplí el objetivo — espeta la joven con una sonrisa —A demás, aproveché la oportunidad y traje a esas dos de la mazmorra.

Así, a un lado de Ash se pudieron evidenciar a las jóvenes Kela y Felis, quienes tras su encuentro con Iván habían perdido la mitad de sus extremidades y eran asistidas por dos camilleros de falena.

Además de eso, sus cuerpos estaban cubiertos de vendas, y en sus cabellos alguna vez negros empezaron a notarse algunos mechones grises.

Algunos días atrás...

En las profundidades de una mazmorra bajo el subsuelo de la ciudad se pudo evidenciar una habitación, en la cual se podían ver a las dos asesinas del Shoma amarradas a unas camas gritando de pura agonía, al mismo tiempo que Ash e Iván solo observan.