La Chispa.

A partir de hoy, me quedaré en piso 3 del Torreón. Tenemos una habitación pequeña para mí y mis compañeros. Mañana, comenzaremos a investigar el «Caso Emit». 
Yo tendría que dormir en la cama del medio, N° 24 dijo algo como: «Es el nuevo, así nos empezará a agarrar cariño». 
Pero, no podía conciliar el sueño, me incomodaba mucho dormir con otros a mi lado. Especialmente porque N° 204 y Bubu no dejaban de roncar.

- Pss... 10502. - Me giré, al parecer N° 24 tampoco conciliaba el sueño. - Lamento lo de hace rato, me emocioné de más, con todo lo de ser hijo del Jefe y eso, sólo quiero que seamos amigos. - Sonrió.

- Agh... No tienes que fingir amistad conmigo. - Me volteé. "Prefiero evitar asociaciones innecesarias".

- ¿Fingir?. En serio quiero ser tu amiga. ¡Pongámonos apodos, por ejemplo!. -

- Baja la voz... Y no, no podemos tener nombres o apodos. -

- Déjame pensar algo... Ah, ya sé, a partir de hoy, llámame Sally. -

- No. No, no lo haré. -

- ¿¡Eh!? Pero llamarnos por los números es una molestia, especialmente por ti. ¿Tan apegado eres a las reglas?. -

- ... Elije otro apodo. -

- ¿Por qué otro?. Me gusta Sally, es un nombre muy bonito. -

- Sólo... No quiero llamarte así. -

- Ok... - Lo piensa un rato. - Entonces, «Lea». Ese me gusta. -

- Lea... Christiansen. - "¿Por qué le estoy dando un apellido?".

- ¿Chri-quécosa? -

- Christiansen fundó una empresa de juguetes. -

- Oh, ya veo... - Esbozó una sonrisa más alegre. - ¡Me encanta!. -

- Te dije que bajaras la voz, intenta dormirte. -

- Awww, ¿Y tu apodo?. Me gustaría llamarte... Frederick. -

- No. Llámame... - Trago saliva. - Llámame Owyn. -

- Owyn... Sí me gusta. Y tu apellido... Holmes. -

- ¿Porqué? -

- Porque Holmes es un detective, y estamos investigando un Caso. ¿No encaja?. -

- Ah... Supongo que sí. -

"¿Owyn Holmes? ¿Qué tan bajo he caído? De hecho, ahora que lo pienso, nadie aquí me tenía miedo. ¿Tan rápido se perdió el respeto hacia mí?."

- ¿Estás hablando sólo?. - Preguntó 24... Agh... Lea.

- ¡Ah! Lo siento, me pasa a veces. Olvídalo. -

Antes de voltearse, me miró entristecida.

06:00 OAP, piso 3.

Lea me despertó apenas fueron las 6.
204 ya estaba levantado y vestido. Bubu seguía durmiendo.

- Buenos días Owyn. - Dijo 204, noté que sus ojeras ya no eran tan marcadas como ayer. Eso no significa que hayan dejado de ser enormes.

- Buenos días 20... ¿¡Qué!? -

- Le conté que ya teníamos apodos. - Saltó Lea de la nada.

Inconscientemente, le ví el lado «romántico» al tema de los apodos. 
Y mis ilusiones inconscientes fueron destrozadas.

- Así que, ahora puedes llamarme Liam. -

- ¿Y tú apellido? -

- ¿Apellido? No hace falta... -

Me acerqué a él, molesto.

- ¿¡Cómo que no!? ¡Es algo super importante! Tu apellido es el significado de todo un legado con el que quieres cargar... - Ambos me quedaron mirando raro. - Digo, ¡CLARO! NO ES NADA IMPORTANTE. JAJAJAJAJA. - "Espero ignoren lo que acabo de decir".

Lea me acercó a Liam, formamos un pequeño círculo entre los 3. Lea puso su mano en medio.

- ¿Están listos?. - Estaba completamente eufórica.

- ¡Por supuesto!. - Respondió Liam, con el mismo entusiasmo, y poniendo su mano sobre la de Lea.

Recuerdo haber visto algo así en algún libro. ¿Se supone que deba poner mi mano sobre las suyas?.

- C... Claro. - Respondí, realmente no entiendo la situación.

- ¡Entonces...! ¡Demos todo lo que tenemos en este Caso!. -

Se fueron, aunque yo quedé paralizado ahí un par de segundos. 
Tomé mi uniforme y salí con ellos. Me llevaron al comedor de los miembros de Seguridad Externa. 
La comida no tenía nada que ver con la de «Plaga Promedio». ¡Esta comida estaba en buen estado!. 
Definitivamente, el mejor desayuno de toda mi vida.

Después de eso, el mismo Humano que fue a buscarme ayer a mi celda, hace aparición en el comedor.