"Solo espero que no sea muy tarde"

—No lo se Harry, pero si investigamos las cosas se ponen aún más complicadas… 

—¿Cómo? 

—Te estaban buscando, luego de que te dejaran en ese hogar para niños alguien te estuvo buscando por 2 años. 

—Antes de que mis padres hayan muerto, mi padre se alejó de su familia, como también mi madre y 

—Un hombre que decía ser el hermano de tu padre, tu tío estuvo buscándote 2 años enteros, luego cerraron tu caso, te dieron por muerto. 

En ese momento la madre de rojo lo llama y el baja a toda prisa. 

Yo solo me quedo en la habitación mirando las imágenes tan sorprendido como antes. 

—Mis padres fueron asesinados, ellos no me dejaron, ellos sí me querían, ellos sí nos querían… 

Todo este tiempo pensé que quizás me dejaron en el orfanato porque no me quisieron, pero ese día fue el mismo en el que mi hermana nació y en el que ocurrió en accidente. 
Si yo no estaba con ellos, ¿Dónde estaba yo?

La directora dijo que mi hermana llegó una semana después, ¿Con quién estuvo ella esa semana?  
Todo es tan complicado, yo tengo una familia, bueno la tenía pero mi tío me buscó tanto tiempo, yo sí le importaba a alguien. 

Mi alarma suena avisándome la hora. 

—Mierda… pronto serán las ocho y yo sigo aquí. 

Antes de irme decido pasar las fotos del teléfono de Ed al mío. 

—Harry tengo a salir a dejar Jason a una de sus clase y—dice Ed entrando a la habitación. 

—Ya me tengo que ir ya serán las 8 rojo—lo interrumpo. 

—Te dejo en el Orfanato, paso por ahí. 

Fue una orden y como se me haría aún mas tarde si voy caminando, no reclamo nada así que le hago caso. 

Al bajar encuentro al pequeño Jason esperando al final de las gradas. Su madre le da algo en una bolsa de papel gris, creo saber que se trata de su desayuno. 

—Harry no creas que te irás sin despedirte—rápidamente cambio mi expresión a una alegre que es con la que ella me conoce. 

—Cómo cree que me iré sin despedirme de— en ese momento entra por la puerta principal el Señor Olvier Benet—la madre de mi mejor amigo, nadie sabe cuando será la próxima vez que la vuelva a ver. 

El señor Olvier se acerca a su mujer y la saluda con un beso. Luego me extiende la mano y yo la cojo. 

—Buenos días Señor Benet, me alegro de volver a verlo. 

—Igualmente Harry, hace mucho no venías a acechar a mi mujer—dice mientras se burla. 

—Estaba algo ocupado con asuntos del… orfanato—miento— si me permite me gustaría hablar con usted un momento.

 Él asiente y su mujer vuelve a la cocina no sin antes darme un beso en la mejilla y luego estrujándolas, esa mujer me verá siempre como uno más de sus hijos y para mí es la madre que el destino me quitó hace 16 años. 

—Bien, dime. 

—Me gustaría volver a tomar los cursos de mecánica, claro si usted me lo permite. 

—Harry tu siempre serás bienvenido en mi casa, eres un hijo más para mí— sonríe y palmea mi espalda—estuve esperando hace tres semanas que me digas eso, claro que puedes volver, me alegra que retomes el camino nuevamente hijo. 

Y Olvier Benet es un hombre justo, un hombre con mucha suerte, ha pasado por muchas cosas antes de llegar hasta donde está hoy, antes de alcanzar su sueño y tener su propia empresa. 

Él y su mujer desde que me vieron me trataron como uno más de ellos y yo los traté con todo el respeto que se merecen. 

—No me lo creerá señor Benet pero me siento como el hijo pródigo. 

—Siempre serás bienvenido aquí. 

Edwin aparece nuevamente con un pequeño Jason malhumorado porque al parecer llegará tarde, nuevamente. 
Tarde… 

Abro los ojos sorprendido pues eso significa que yo también llegaré tarde. 

Me despido del Señor Benet y subimos los tres al carro, reviso la hora y me llegan tres nuevos mensajes, Irina. 

No los quiero leer, no puedo, me siento culpable, fui capaz de acostarme con ella teniendo en la mente a Terry, soy un asco, ninguna mujer merece que le juren amor eterno o se lo hagan mientras piensan en otra persona, siento repulsión hacia mí, me estoy convirtiendo en lo que más odio. 

Pasan unas cuantas calles y me deja a una cuadra del orfanato, Ed se va y me aseguro de que no se encuentre cerca alguien al momento de saltar la barda del patio del Hogar. 

Agradezco que no haya nadie y que los niños más pequeños ahora también estén en sus clases, lo que me preocupa ahora son los mas grandes, ellos al igual que yo vamos en el turno de la tarde. 

Cuando creo que llegué sin ser visto por un alma chismosa… pues yo creo que este es un castigo por la basura que he sido durante las horas pasadas. 

—Sabes… hace mucho no hablamos Harry. 

¿Alguien puede decirle a kenna que no por que le parezca guapa a otras personas para mi también lo será? 
Doy media vuelta y ella está agarrando su cabello de una forma exagerada ¿Qué quiere que vea?

 —¡Oh! Cuanto tiempo kenna… ahora no tengo tiempo para hablar, estoy un poco cansado y 

—Yo seré una mierda de persona Harry, pero tu estás mucho peor… cuéntale ese cuento a otra 

—¿De que hablas? —digo algo confundido. 

—En el fondo me parece muy vergonzoso que lo hagas, sabes de los sentimientos de ambas y tu sigues haciendo lo mismo ¿No te cansas de ilusionarlas? 

—Juro que no se de que hablas, sabes, ahora mismo tengo cosas que hacer y 

—¿Como dormir porque no pudiste hacerlo en toda la noche por acostarte con la chica que te engañó y por la cual rompiste no solo mi corazón sino también el de tu mejor amiga?  

—Eso es algo que no tiene porqué importarte. 

—Tan bajo has caído, nunca pensé que enamorarme de idiotas sería mi objetivo en la vida, luego llegaste tú Harry y fíjate que si me importa—su cara no muestra nada de coquetería, es la kenna que una ves me interesó, la kenna que una ves me gusto ¿En que momento cambió?—Tu y yo sabemos porque me importa este asunto, yo no vengo solo porque me gusta estar aquí, sí, mis padres me abandonaron pero ahí no se acaba mi mundo, tengo cosas aún más importantes de las cuales encargarme y una de esas es Terry.