Mi historia

Puede que no me conozcas, no te interese, tal vez me conociste en algún punto de tu vida… Quise empezar a escribir esto como un diario, para recordar esos momentos que me hicieron dudar si continuar, esos instantes que quizás, cuando comencé, no les tomaba el peso que ahora sí siento con todo mi ser.

Puede que conozcas a alguien que pasó por una situación similar, o simplemente te da curiosidad cómo puede ser un proceso de búsqueda... Por eso quiero contarte mi historia. Por un lado, esto me ha ayudado a expresarme mejor y a conocer más de aquello que durante tantos años me dejó en blanco. Siempre que alguien me preguntaba, jamás supe qué responder. Puede que aún haya cosas que no sé cómo explicar, pero al menos ahora sé más sobre mí…

Todo esto partió de la curiosidad. Siempre, cuando era pequeña, me contaban la historia de cómo llegué a la familia que me adoptó: esos años de búsqueda, la demora en los papeles, las angustias, las esperas llenas de esperanza y miedo.

Yo llegué en el mes de julio. Antes vivía en una casa de acogida. La verdad, no recuerdo mucho de aquello porque tenía apenas unos meses de nacida. Lo único que conservo es un cuaderno donde anotaban todos mis progresos, y me lo entregaron justo cuando cumplí dieciocho años. Aún lo guardo como un pequeño tesoro.

Este deseo siempre fue muy importante para mí. Cada vez que llegaba mi cumpleaños y soplaba las velas, pedía: “Quiero conocer a quien me tuvo”, aunque en ese momento ni siquiera sabía si quería conocerla en persona… Solo lo sentía muy dentro de mí.

Las motivaciones de quien decide buscar sus orígenes pueden ser muchas… La mía fue cerrar un espacio en blanco, entender mejor mi propia historia. Una historia que no solo es mía, sino que también pertenece a la familia que me recibió con los brazos abiertos y me dio todas esas oportunidades que quizás no habrían sido posibles de otra forma.

Lo único que sabía era que este proceso sería largo, lleno de momentos donde quise rendirme, donde me invadía la frustración. Pero también momentos donde sentía que estaba tan cerca de saber mi verdad… Y una de mis mayores motivaciones era poder agradecerle a esa persona por haberme dado la posibilidad de desarrollarme, de crecer, de conocer a mis padres adoptivos, quienes me han entregado un amor inmenso y constante.

Tengo miedo, sí. Pero es algo que necesito hacer. Al principio tenía muchas dudas, no me animaba… pero con el tiempo, investigando, leyendo, entendiendo mejor, decidí intentarlo. Y puede que ahora, que tengo el tiempo y la oportunidad, por fin lo haga.

Luego de esta introducción, voy a contarte un poco más de mí…

Me llamo Ventus, soy del 2004, y al momento de escribir esto, recién había cumplido la mayoría de edad. Tengo un hermano y vivo con mis padres. Actualmente estudio y sigo creciendo, aprendiendo de la vida, de mí, y de los demás.

Uno de mis mayores deseos, desde que soy pequeña, ha sido conocer a mi familia de origen. Quiero agradecerles… Quiero poder cerrar un ciclo importante en mi historia.

Siento que ya lo he repetido, pero es que de verdad estoy inmensamente agradecida por la oportunidad de haber crecido en una familia llena de amor. Una familia que me enseñó, que me crió con ternura, respeto y valores, y que amo con todo mi corazón.

Es confuso, lo sé. Muchos preguntarán por qué quiero conocer a alguien que me dejó desde pequeña. Puede que suene duro, pero algo en mi corazón me dice que, sea cual sea la razón, esa decisión también fue una forma de amor. Yo, en lo personal, agradezco profundamente esa decisión.

Sé con todo mi corazón que gracias a eso estoy hoy en una familia hermosa, y que siempre estará a mi lado. También sé que este camino puede llevarme a más de una decepción, que será largo y complejo… Pero es un proceso que quiero hacer por mí. Quiero resolver todas esas dudas, esas preguntas que por tanto tiempo vivieron en silencio, sin respuesta.