Capítulo 3

Sentí un recorrido de besos a lo largo de mi cuello, abrí los ojos despertando de un tranquilo sueño. Sonreí sin poder evitarlo y me giré en la cama quedando cara a cara con Jasón.

—Buenos días hermosa, ¿cómo amaneces en la víspera de nuestra boda? —pregunto él con calma regalándome una sonrisa cariñosa e inclinando la cabeza para darme un suave beso en los labios.

—Mmmmm muy bien, me gusta despertar a si todos los días —respondí sentándome en la cama.

—Hoy es el gran día amor, en unas horas estaremos realizando el ensayo de nuestra boda y en pocos días estaremos dando el “Si acepto” —comente recostándome en su pecho y pasando mis dedos distraídamente por los músculos del abdomen de Jasón.

—Estoy seguro que todo saldrá bien —susurro él enterrando la cabeza en mi cuello y siguió esparciendo suaves besos por toda mi clavícula. Me arquee para facilitarle el trabajo y el bajo las tiras de mi blusa con la yema de sus dedos suavemente.

—Ansió hacerte el amor Amelia, sentir tu suave piel es como un bálsamo para mí —susurro bajando el escote y teniendo acceso total a mis senos, los tomo suavemente entre sus manos y me recostó besando y lamiendo la piel a su paso.

Me arquee y deje escapar un suave suspiro de placer. Las manos seguras de Jasón terminaron de quitar la ropa restante y me acaricio suavemente hasta llegar a mi centro. Inicio una tortura en mi interior introduciendo su dedo lentamente mientras se acercaba a mis labios, me beso con un poco más de ansia teniendo en cuenta nunca perder la calma ni excederse.

Hacer el amor con Jasón siempre ha sido tranquilo, algo en lo que conectamos. Él nunca pierde la calma y se esfuerza por demostrarme su amor.

—Ha... Mi amor… —gemí entre los brazos de Jasón al sentir como se posicionaba entre mis piernas y descendía lentamente hundiéndose profundamente en mi interior, inicio un ritmo lento y fue aumentándolo poco a poco. Enterró la cabeza en mi cuello y lo sentí aspirar suavemente en mi piel, sus besos siguieron un camino por mi clavícula y estire ambas manos para enterrarlas en su cabello, en un rápido movimiento él entrelazo nuestros dedos y me puso ambas manos a cada lado de mi cabeza, aumento un poco el ritmo y se permitió dejarse llevar.

Cerré los ojos y me concentre en el momento de intimidad pero las imágenes llegaron a mi mente rápidamente, trate de quitar mis manos pero Jasón las tenía firmemente agarradas y note como él se perdía en la pasión, mi garganta se cerró y un ligero temblor me recorrió.

Me agite y trate de soltarse nuevamente sin conseguir un resultado diferente.

Me concentré en respirar y luche contra los recuerdos como vengo haciendo desde hace siete años —las manos que me sostienen son las de un hombre que me ama y no las de un bastardo que solo busca su satisfacción— me dije internamente.

Lagrimas se deslizaron por mis ojos y mi respiración se agito, un nudo se formó en mi estómago impidiéndome respirar con normalidad, un temblor me recorrió el cuerpo y tire de mi manos nuevamente sin resultado.

Mi mente se desconectó y sentí como el peso sobre mi cuerpo cambiaba. —Me lastimas—grite entre lágrimas retorciéndome, mis manos están atadas sobre mi cabeza a la pata del mueble y trato inútilmente de cerrar las piernas, lo observe fijamente y vi sus ojos nublados —esta drogado— fue el primer pensamiento que apareció en mi mente.

Arranco mi ropa haciéndome daño y grite, su puño se estrelló en mi mejilla haciéndome lanzar otro grito.

— ¡NO! Suéltame —seguí gritando entre lágrimas y escuche la voz de Jasón. Seguí retorciéndome hasta que me sentí libre y empecé a luchar por quitar su cuerpo de encima de mí.

— ¡Déjame ir —solloce y sentí una mano acariciarme el cabello suavemente y susurrar palabras bonitas, poco a poco fui recordando donde estaba y con quien.

—Cariño abre los ojos, soy yo —susurro arrullándome en el oído, y parpadee, observe a Jasón aun sobre mí y aparte la mirada.