Octavo Capitulo.

Su mente no podía aceptar esas palabras, porque, él se hubiera dado cuenta que algo le pasaba, el sabría que el alfa estaba mal, el hubiera impedido cualquier mal si estaba a su alcance, porque él solo quería que Harry fuera feliz, el lo merecía.

Pero a la vez eso explicaría tantas cosas, principalmente sus ausencia, porque el sabia que el alfa no desaparecería sin antes avisarle.

No quería salir y ver que todo lo antes dicho era verdad, no quería ver al alfa, el se mantenía al último recuerdo que tenia de verlo, había pasado ya dos meses, el había entrado a dejarle comida, estaba bien, solo su rostro mostraba falta de sueño y sus ojos mostraban un anéelo, que el rechazo, que él no quiso volver a ver y lo hecho, le dijo que no lo quería volver a ver, porque le había dolido ver como el alfa le miraba con tanto amor, amor que él no merecía.

Pero la necesidad de salir estaba floreciendo, tan estrepitosamente y su mente solo vagaba en lo que podría encontrar detrás, era ya de noche, lo sabía por la puesta del sol, por la oscuridad que estaba ya asomándose mas de lo que él quisiera, porque así era todo más duro.

De un omento a otro se sintió tan débil, la verdad era esa y solo esa, Harry estaba mal, porque vio el dolor, la sinceridad y dureza en Louis, una que jamás había visto y sabía que nunca pondría en duda nada de lo que el castaño le dijera porque él solo quería lo bueno para él.

So omega pidió al alfa, tratando de saber más por medio de un lazo que simplemente ya estaba siendo demasiado mediocre para si quiera llamarlo lazo, porque la carencia de este le hacía golpearse con una realidad, una realidad que le dolía.

El lazo era prácticamente inexistente.

Respiro hondo porque parecía que sus pulmones no registraban ni una pisca de oxigeno dentro, sintiéndose sofocado, encerrado en una caja, desesperación era lo que corría por sus venas sin nada mas en la mente se acerco a la puerta, su ojos puestos en la perilla, la cual tomo en la mano sintiéndola fría, muy fría.

La abrió, después de casi tres meses abrió la puerta, el salió.

Lo primero que vio fue a una enfermera, su vestimenta blanca pulcra, respiro hondo, después logro ver a Louis llorando abrazando a Liam, quien tenía la vista en la puerta mientras susurraba algo en el oído del menor quien pareció calmarse un poco, le miro.

Los ojos mostraron sorpresa dio paso a una leve sonrisa en su rostro, su mente se inundo de varias escenas que se encontraría, Liam le observo por unos segundos para después llevar su vista a otro lado, lugar al que por instinto el miro.

Nunca vio tanto dolor en alguien, jamás, los ojos estaban rojos, demasiado, la pose mostraba desdicha, todo en ella gritaba que estaba pasando el peor momento de su vida, los ojos le miraron, sorpresa pura mostrando, sus pasos fueron lentos y pesados hasta llegar a el, el olor que emanaba era tan asido que le pico, le dolió verla así.

—Descansa cariño —susurro con una sonrisa que no llego a sus ojos, una sonrisa forzada, negó con la cabeza.

—Harry —logro pronunciar con un nudo en la garganta.

—Entra a tu habitación, es tarde —susurro la alfa.

Dio dos pasos atrás, Anne no quería que supiera que pasaba, ella no quería que el supiera, pero el necesitaba saber.

Vio cuando otra enfermera salió de la oficina, sus ojos vieron como esta cerró la puerta y llevando una tabla dejaba la puerta, miro a las personas ahí por unos segundos para ir a esa puerta, romo la perilla sintiendo que sus fuerzas se estaban yendo.

Abrió la puerta y jamás sintió tanto mal, tanto dolor, tanto arrepentimiento, no sabía cómo eso era posible pero él era el responsable.

Entro cerrando la puerta detrás de el con calma para no hacer ruido, no queriendo molestar ala alfa pero a la vez quería, necesitaba ver sus orbes verdes observándole.

Porque necesitaba saber que él estaría bien.