Decimo Capitulo.

Las dos palabras no quiso que fueran lo primero que le dijeran a el hombre ahí, pero sin duda era lo que más quería saber, porque simplemente es una manojo de nervios sin saber que pasa realmente, al ver los ojos del alfa logra ver un rasgo suave de esperanza, eso le hace confundirse, el hombre se acerca jalando una silla que estaba pegada a la pared, se posiciona justo frente a él, viéndole directa y penetrantemente.

—¿Quieres que muera? —la voz era ronca, los labios del omega se abrieron en una ‘o’ perfecta sintiéndose ofendido si quiera de que esa pregunta saliera del hombre.

—Por supuesto que no —contestó apretando levemente la mano del alfa, cosa que no fue dejada del lado por el hombre ahí quien suspiro aliviado.

—Siento si te ofendí —susurro viendo su mano unida a la del alfa —, pero con todo lo que ha pasado ya nadie sabe que pasa entre ustedes.

La respuesta le dolió un poco, porque eso significaba que ya no los veían como dos partes que se complementaban, como Omega y Alfa.

—¿Qué tiene? —pregunta viendo por unos segundos el rostro del de ojos verdes.

—Su lazo, has estado luchando tanto por romperlo que de hecho ya hubiera desaparecido de no ser por todo lo que él ha estado dando de si para mantenerlo, todo lo poco que ha conseguido lo manda al lazo, para que se mantenga, pero este esta tan débil que —el alfa trago —si no se detiene morirá, el está dando tanto de si mismo que se ha quedado sin fuerza, apenas comida y su cuerpo rechazaba todo.

—Se supone que quien sufre es el omega con el lazo roto —comento apretando la mano del alfa.

—Es lo normal, pero lo que pasa aquí es diferente, tu estas rompiendo el lazo, el lo está manteniendo y se está desgastando tanto, de hecho si tu sales de esta casa el lazo desaparearía definitivamente —por un momento pensó en salir, solo por unos segundos —pero eso lo mataría —sus ojos azules fueron a los cafés del alfa quien como que sabía lo que había pensado.

—¿Por qué? —susurro con voz baja.

—Todo lo que el tiene ahora es el lazo, es a lo que el le ha dado su fuerza, su vida, si el lazo desaparece no tendrá nada y no hay suficiente fuerza en el para soportarlo y seguir, esta tan débil que si pasa por eso moriría en menos de un día.

—¿El pude vivir? —pregunto con duda ya que todo lo que decía llevaba a la muerte del alfa.

—Solo hay una forma, el lazo, sui el lazo se fortalece le dará a él la fuerza necesaria para recomponerse lo suficiente, el podrá despertar y nosotros nos encargaremos que él sea el de antes.

—¿El necesita el lazo?

—El anéela sentirlo, el moriría por mantenerlo, lo cual hace, es su decisión aunque a todos aquí les duela, el te ama como para morir, el lazo lo está matando pero también es el que lo pude salvar y por ende tu eres el único que puede hacer que Harry no muera.

—Enton… —lo corto.

—Si tu lo quieres, en cuanto el este mejor y yo me dé cuenta que sea capaz de soportar el lazo roto, tu puedes marcharte si así lo deseas y ustedes ya no estarán atados de por vida —respiro hondo y vio el rostro del rizado —el podrá soportarlo, y bueno si no te tiene cerca creo que sería mejor para él, no todos rompen su lazo con su pareja destinada, pero no creo que vaya tan mal, eso espero.