Capítulo diez

Dudo un par de veces sobre cómo voy a salir a la calle y eso es algo que no me había pasado hasta entonces. Tragué saliva un poco inconforme, aunque había estado dando vuelva mi ropero no fui capaz de encontrar nada que me parezca cómodo y lindo a la vez.

Suspire rendida pensando en que quizás lo mejor seria cancelar todos los planes y dejar de pasar vergüenza ajena en público aunque lo único que haría era salir a caminar con Cassie.

Baje la escalera sin hacer mucho ruido y me detuve en seco cuando escuche voces viniendo de abajo, mis padres estaban hablando en voz alta lo que significaba que no era algo nuevo, así que simplemente hice lo que toda persona normal haria: Esconderme para espiar.

—Lo esta intentando, George. Ella tiene un ángel que atrapa a la gente, tendrá muchísimo éxito. Ya verás.

No hizo falta dar detalles para hacerme entender que se trataba sobre mi, me aferre más a la pared. Aunque era capaz de salir a contradecir las palabras de mi madre, no tengo ningún Ángel. Literalmente.

—¿Sabes qué es lo que veo? ¡Que tiene dieciocho años!  Y en realidad, todavía es una niña para mi y no merece estar tan expuesta como lo están haciendo, sabes que desde un principio no estaba de acuerdo con esto.

¿A mi padre no le gustaba la idea de que sea modelo? No me había puesto a pensar en aquello, si a él le gustaba o no. Supongo que las decisiones impulsivas de mamá terminaban arrastrándo a todos aunque ella nunca tuviese malas intenciones.

—Estoy asegurando su futuro. Clary es una chica muy guapa, ella puede vivir de su imagen si tan solo pudiera saber aprovecharlo.

—Mantenlo en tu mente siempre Susan, tiene diecisiete años. Hace dos semanas ni siquiera tenía permitido ir a fiestas sola, no esta lista para todo lo que esa mierda tiene detrás. En donde mi hija se sienta incómoda, la sacaré de ahí.

Sabia que no debía seguir escuchando, pero al mismo tiempo se me hacía bastante difícil no hacerlo. Entendia a la perfección la postura de mi padre pero al mismo tiempo los miedos de mi madre.

¡Joder! ¿Por qué no nací inteligente?

—No tiene nada de malo que ella... —Sin embargo al parecer mi padre simplemente no pudo seguir escuchando, suspiro cansado.

—Suficiente, si se meten con ella deberás olvidar esa patética idea.

Volvi a esconderme en mi habitación antes de que ellos pudieran verme, no pensar mucho en todo a veces era la peor parte porque yo tomaba decisiones pero no media las consecuencias que estas podrían tener. Me quedé inquieta por el resto de la tarde mientras esperaba el mensaje de Cassie.

La discusión me había echo pensar en ello más de lo que normalmente lo haría. ¿Realmente quiero hacer esto? La respuesta era simple y obvia, pero necesitaba intentarlo y dar un paso de confianza para por lo menos tener algo asegurado.

Lo intentaré.

Cuando la puerta de mi habitación se abrió, y Cassie entró tan animada como siempre agradecí que no se haya dado cuenta de que algo iba mal, me saludó y se sentó en la silla giratoria que había marcado como su mueble favorito de la casa.

—Siento que algún día mis cosas desaparecerán por arte de magia. —Observe, viendo como giraba muy relajada.

—No seas mala conmigo, tengo información que podría interesarte.

Frunci mi ceño, pero luego recordé lo que Matt había soltado.

—Creo que se por donde estamos yendo... ¿Qué te hace pensar que me importa?

—Oye, le puse mucho amor y empeño a esta investigación. ¿Sabes lo difícil es encontrar algo sobre alguien que tiene una cuenta en privado donde no acepta a nadie y además ni siquiera tiene twitter? ¡Un castigo! —Dramatizo eso último.

—¿Liam no tiene redes sociales?

—Si, el no...Momento. ¿Cómo sabes que se trataba de Liam? —Mordi mi mejilla, debería disculparme luego.

—Matt...

—¡Ese gusano lengua larga!

—Solo se escapó, pero creo haberte dicho que no me interesaba saber sobre la vida de Liam.

Cassie quedó con sus palabras en el aire, se cruzó de brazos y hizo un puchero infantil.

Nunca valoras mi trabajo...

Me reí, y di una mirada en blanco. No entendía de donde había venido su reciente obsesión con Liam pero deseaba que se pase rápido.

—Empezare a creer que tienes un crush con Liam....—Acuse achicando mis ojos, ella hizo una mueca.

—A mi me gustan imbeciles, Liam es borde. No lo quiero para mi lo quiero para ti.

Pestañee un par de veces.

—¿Cómo que para mi?

Chasqueo su lengua y saltó desde la silla hasta la punta de la cama, podría a estas alturas ponerme a destacar la hiperactividad de Cassie y las ganas de hacer algo que siempre tenía. Agarro su móvil y curioseo algo dentro.

—Liam no es un modelo famoso, no tiene cuenta de twitter su Instagram está inactivo desde hace unos meses y en su perfil de Facebook pude ver que todas sus fotos eran de cuando era más pequeño. —Comenzó y creo arrepentirme de haber escuchado, di una mirada en blanco y continuo. — Eso si, te daré un chisme que te cagas.

Frunci el ceño, ya mi palabra no tenía ningún tipo de poder contra la suya.

—¿Es un narco traficante?

—¡No! Aunque tiene la pinta ¿No? —Me pregunto y me encogi de hombros. —El estuvo en una relación con Ana.

Por alguna razón no me sorprendi, o quizás si en realidad pensaba que Liam era ese tipo de persona que nunca estaría en una relación con nadie y que odiarla cualquier tipo de contacto físico. He de suponer, que seguro no se resistió a los encantos de Ana al igual que le pasaría a cualquier hombre hetero que la viera en persona.

Me encogi de hombros.

—La demonia encontró a su demonio. —Comente arqueando una ceja.—Podrían ir juntos a controlar el inframundo y destronar a satanás.

Cassie sonríe por mi comentario.

—Igual por lo que vi ya es historia, Ana sube a Instagram hasta cuando se rompe una uña, las ultimas fotos que tiene de Liam son del dos mil quince.

—No entiendo a donde vamos con todo esto...