Destiny Moonlight

CHAPITRE 68...

-las mujeres son caprichosas-.

Suspire pesadamente y cerré los ojos tratando de no gritarle en la cara lo tonto que era.

-Las mujeres no son caprichosas, tienen deseos distintos, eso lo puedo corroborar - me quite la mascara con sutileza y la puse en su escritorio- aún no es tiempo de rendirse- dije finalmente.

-tiempo para que?-.

Para encontrar TU felicidad padre.

-ve tras tu verdadero amor, después de esto ¿que harás? yo regiré este lugar y ¿tu?- sonreí de lado y metí mis manos en los bolsillos.

Quería ayudarle, pasó tanto tiempo solo...

-Ashton...-.

-tal vez mi misión en esta vida es verte feliz, ver feliz a la chica que amo y al país que quiero- le reste importancia con una sonrisa de lado.

Sin embargo, el no respondio.

-sabes a dónde quiero ir?-. 
-a donde?-. 
-a cualquier lugar que no fuera este, a cualquier lugar que fuera únicamente contigo, Ashton-.

Ahora debía arreglar un asunto.

-debo irme-.

Alexa me necesitaba aunque fuera por última vez, ella me necesitaba.

Respire hondo en cuanto cruce la puerta y dejé a mi padre atrás, ella me necesitaba y no iba a rendirme, por mas que mi corazón me obligara a no dejarla ir, mi cuerpo estaba sintiéndose fatal, algo en mi no andaba bien, pero, debía ir con ella, pronto la música clásica invadió mi cabeza, suspire hondamente en cuanto baje el primer escalón, con algo de dificultad, ahora sabía que mi madre estaba aquí y eso no me llenaba de jubilo, sino mas bien de desesperación y furia, pero, no era tiempo para ello como se veían las circunstancias.

Pero, en cuanto pise el último escalón, el baile paro y los murmullos aparecieron.

-¿estara buscandola?-

Mi caminar fue disminuyendo en cuanto los murmullos se fueron aumentando.

-sabrá que salió disparada hacia la salida-.

Pare de golpe en cuanto escuche ello.

¿Hacia donde se habría ido?.

  "-no puedo seguir con esto... yo.... fui demasiado estúpida en pensar que podría ayudarte.... estúpida -"

Dios... no...

De pronto en mi algo se aceleró, mi pulso se agito, mi corazón querría correr.

La salida parecia tan lejana, que parecia que solo corriera en una caminadora y no en la vida real.

-Ashton, cariño- ella se interpuso en mi camino.

Gruñí con desdén y me aferre a la idea que solo era una mujer cualquiera.

-Ahora no- masculle ingnorandola por completo.

-Quién era esa chica tan extraña?-.

-Nadie que te importe- dije con indiferencia, pero, aún así oí sus tacones resonar tras de mí.

-La heriste a ella tambien cariño?-.

Mis energías pronto desaparecieron.

Pues... era cierto.

¿Pretendía correr tras ella y consolarla cuando fui yo el que la lastimó, pretendía fingir ser otra persona y consolarla?

  "te escondes tras unos anteojos, pensaste que con eso tu vida cambiaria, que todos te harian caso "

¿Enserio la lastime de esa manera?... Le dije... le dije... Era un cobarde...

Gruñí con desdén, el que pensó que su vida cambiaría era yo, el que creyó que siendo de esa manera cambiaría era yo, el que fue un ingenuo y tonto era yo, siempre fui yo.

Solo me desquite con ella por culpa de un descontrol en mi.

 " no debes estar aqui, este no es tu lugar, no intentes ser valiente cuando eres una gallina " 

Yo siempre fui el gallina, Alexa, siempre fui yo, siempre.

  "-Te dije que te vayas- "

 "-no lo hare-"

Y aunque le dije que se fuera ella puso todo su esfuerzo en quedarse, puso toda su valentia frente a mi con el fin de remediarme y reprenderme.

Nunca me dejó... y yo tampoco.

-debo irme- masculle.

Pero... aún así no la dejaría.

-Ashton cariño, dime que esta pasando- por mi espalda corria el temor verdadero, esa mujer me causaba nauseas.

No la quería cerca ni siquiera verla, no quería verle nunca más, no le quería hablar, pues, ella para mí estaba completamente muerta.

-Cariño- musitó tras de mí, sentía sus pasos cerca mío, mi interior estaba empezando a alarmarse, tenía miedo de lo que fuera a pasar.

No podía siquiera verle, cuando apareció ella arruinó por completo la noche, la arruinó por completo.

No la quería y por mas que tratara de sacarla de mi cabeza solo sucedian momentos tristes y desgarradores por mi mente.

La muerte de mi hermano, el sepelio de este, sus lágrimas falsas inundando sus mejillas, los sollozos que daba a medida que bajaba el ataúd, la visión borrosa que siempre se prolongaba una vez recordaba a mi hermano, su dulce voz diciéndome: te amo, su intensidad de dureza al llegar a la casa y verla alejarse de mi: necesito un tiempo a solas.

Y como fue desapareciendo de mi vida, poco a poco, como esa mujer desapareció, como se puso en pie frente al juez y le dictó su petición, como nos traicionó de verdad, como me dijo carga para ella, como jugó con mis sentimientos.