Capitulo XXXVII

Keydrien

28 de marzo 2020

Es la décima novena vez que empiezo de nuevo por ustedes, no te prometo que no me daré por vencido, no te prometo que no mandaré todo a la borda y volveré a reanudar la marcha de irme con ustedes, la ausencia de ustedes se me nota.

Los amo

Donde quieran que estén, no lo duden.

**

-no es necesario mamá, puedo hacerlo solo-

Luego de pasar el viernes tirado en mi habitación, reflexionando sobre mi encuentro con Carmen, hice una cita extraordinaria con mi psiquiatra, hay cosas que solo puedo hablar con ella, es la única que me entiende y entiendo que es de extrema urgencia contarle lo sucedido; pero, tengo a mi madre intentando por todos los medios acompañarme a la cita. ¡Dios dame paz!

-no me puedes imponer que no me preocupe por ti-

-quiero hacerlo solo, te diré cuando necesite que me acompañen-

Salgo de la casa de mis padres contando hasta 5000, buscando paz, cuando veo que por fin mi madre desiste de la idea de acompañarme, respiro profundo y me dirijo a mi cita

-Tan puntal como siempre- me saluda Janil la secretaria

Le dedico una sonrisa o algo así, tomo asiento en la sala de espera mientras leo una revista con artículos de superación personal, bostezo, nada diferente a lo que ya sé, me entretengo buscando cuantos “si” aparecen en la revista completa y cuantos “no”. 15 minutos después mi turno.

-señor Jacobs-

-doc-

Luego de saludarme, contarme unos chistes, que están en el mismo ranking que los de la madre de Carmen o quizás por debajo, pregunta sobre mi progreso y las actividades recomendadas, para no mantenerme ocioso

-bien, ¿Cómo te sientes? -

-para serle sincero no muy bien, pero tratando de que pronto pueda decirle que estoy bien-

- ¿alguna novedad? -

-Carmen vino a verme-

Levanta la vista de su libreta de apunto y me mira fijamente

- ¿qué tal su encuentro? -

Me acomodo en la silla, niego con la cabeza, sé la reacción que causa lo que le acabo de contar

-bien, planificamos una separación definitiva-

-umm ¿alguna pauta o por menores que le interese contar? -

-nos veremos dentro de 8 días-

- ¿algún lugar u hora en específico? -

Sonrío por su preocupación

-será algo muy privado entre nosotros 3, no quiero inmiscuir a más nadie-

- ¿tratarás de irte con ellos? -

-no-

- ¿seguro? -

-Muy seguro-

-me gustaría acompañarte o sugerirte que alguien más te acompañe-

-esto es algo entre ella, Ney y yo-

Suspira frustrada

- ¿cómo está ella? -

-opaca, es una luna y yo soy su sol y como verá, estos días han sido grises-

- ¿y Ney? -

-supongo que bien, en caso contrario me hubiese enterado-

Repica las uñas sobre su escritorio

-todo está bien- trato de calmarla -confíe en mi-

-no es desconfianza, es precaución-

-confíe-

- ¿Qué cambió desde su última visita? -

-no ha cambiado nada, sigo sintiendo la misma porquería en el pecho, siguen sangrando las mismas heridas, sigo queriendo que Carmen y Ney vuelvan a mi lado, deseo cada segundo de mi vida devolver el tiempo y no fallarle, no dejarla sola, no querer moldearla a mi antojo, nada ha cambiado, solo que he decidido vivir así-

Me pongo de pie y camino a la puerta

-nos vemos en la próxima cita, doc-

- ¿así será? - Me pregunta con cierta incertidumbre

-sí, así será-

**

Me detengo en el super para suplir lo que me hace falta, me pierdo en los pasillos con niños correteando y llorando para que le compren golosinas, sonrío ante el espectáculo, pago mi compra y me dirijo a mi hogar, mi dulce hogar, organizo todo tal cual Carmen lo hacía, me preparo un poco de té, apago todas las luces, me siento en su mueble de lectura, solo con su lamparita en forma de flor encendida, me recuesto entre sorbos de té y empiezo a ver en cámara rápida la evolución del crecimiento de Ney, las alegrías que albergamos en estas paredes, las risas de Carmen que retumban en toda la casa, los aniversarios, los cumpleaños, las festividades y sumido en mis recuerdos me dejo dormir.