Capítulo 6: Como un cristal que se rompe...

CAPITULO 6

Como un cristal que se rompe...

faltaban solo 2 días para la prueba y no había pasado ni un segundo en que no estuviese entrenando. cada día de la semana pasada, practique incontables veces mis hechizos, corrí 30km diarios junto al escuadrón de búsqueda y rastreo, practique el combate interminables veces, más de las que puedo contar. no hubo un maldito segundo en que no estuviese entrenando... y a pesar de todo, en tan solo 5 minutos esa chica había derribado mi trasero y se mofaba de mi...

- Bien hecho, chicas- dijo el profesor Marcus mientras se acercaba al ring- Beatriz, buena defensa y excelente posición de ataque. no hubiese esperado menos de ti.

- gracias, profesor- ella hizo una pequeña reverencia y salió del cuadrilátero sin siquiera ayudarme a levantarme. ¡Menudos modales!

- y en cuanto a ti? - se volteo a mirarme de forma acusadora- se puede saber dónde tienes la cabeza? esta no ha sido la primera vez que alguien te derriba en un entrenamiento. acaso piensas llegar a la prueba picada en partes? porque créeme cuando te digo que con esa capacidad de concentración perderás en los primeros 2 minutos.

- lo siento, profesor- me disculpe a la vez que me incorporaba. sentía un dolor punzante en la zona baja de mi espalda, me había mandado a volar tan rápido que apenas había tenido tiempo de reaccionar. su maldita magia de aire era excesivamente exasperante y muy incómoda de detectar, no me extrañaba que la chica hubiese conseguido tantas bandas en el examen pasado.

- espero que no se repita, Sita Pierce. - dijo con un suspiro- bien, los siguientes: ¡¡¡SUBAN DE UNA MALDITA VEZ!!! o es que esperan una invitación? MUEVANSE!!

me baje despacio del ring en dirección contraria a donde se encontraba Beatriz, la cual sonreía triunfantemente a las alabanzas de los que la rodeaban. ella comenzó a mirarme con aire de superioridad desde lejos y por unos segundos pensé en lo divertido que sería lanzarle un hechizo silencioso. tal vez eso le enseñaría a no comportarse como una mocosa...

- no deberías hacerlo- dijo una voz desde la sombra de un árbol. mi hermano, había estado observándome desde hacía un rato, sentado a la sombra más allá de los estudiantes desesperados por aprobar. lo había ignorado ya que usualmente solía retirarse antes de que yo bajase del ring. supongo que mi repentina derrota le dio un motivo para quedarse.

- hacer qué? - pregunte haciéndome la inocente y el solo me miro. esa mirada que decía "no juegues conmigo jovencita, te conozco demasiado bien para saber lo que tramas"...bueno, quizás no decía todo eso, pero sí que era una mirada desconfiada. - de acuerdo- admití- pero que sepas que no iba a hacerlo de todas formas…al menos no que me descubriesen.

- es imposible no reconocer tu magia, Allison.

deje mi cuerpo caer pesadamente mientras pensaba en su comentario, no es que mi magia fuese ASI de increíble, pero si era poco usual, a fin de cuentas, tanto mi hermano como yo éramos descendientes directos de los primeros ranger que tuvo la humanidad. nuestra línea había sido pura desde entonces, nunca mezclada y por algún extraño motivo que hasta hoy desconocemos, tanto Jasón como yo somos…inusuales. 

si tuviese que explicarlo de una forma fácil de entender seria la siguiente. al inicio todos éramos iguales, simples humanos que huíamos del mundo. un día alguien descubrió que la magia que los dragones utilizaban contra nosotros podría robarse e ideo un ritual secreto para trasplantarla hacia las personas cuyas habilidades físicas resaltasen por encima de los demás. esas personas obtuvieron la capacidad para convertirse en rangers, criaturas mitad dragón mitad humano, capaces de utilizar la magia del dragón con el cual hicieron el ritual. los descendientes de los rangers por desgracia no consiguen su habilidad de transformarse en esas criaturas, tampoco heredan su fuerza o sus reflejos, ninguna habilidad física, pero si algo muy especial...su magia. Los Herederos son los humanos capaces de utilizar la magia conseguida de sus padres rangers e increíblemente son 100 veces más compatibles con el ritual para convertirse en uno, haciéndolo mucho más poderoso que su predecesor. es posible que un heredero tenga hijos con habilidades, pero si la línea no consigue un ranger dentro de ella, pocas generaciones después la magia desaparece y los descendientes terminan por nacer como simples humanos otra vez. por eso es que los herederos siempre tratan de pasar las pruebas para convertirse en uno. aunque, como en el caso de mi amiga Gemma y su familia, hay algunos que prefieren mantenerse fuera de riesgo.

entonces somos "pura raza" ¿eso es lo que nos hace especiales? no realmente. 

muchas personas han intentado mezclar rangers con el fin de obtener hijos con habilidades mixtas. ya saben: "ranger de fuego ranger de agua= heredero de agua y fuego" y han tenido éxito, pero solo logran hacer que un heredero posea 2 habilidades, cuando intentan que ese que posee dos se mezcle con otra habilidad diferente, una de las 3 desaparecerá, dejando de nuevo solo 2. en el caso de mi hermano y el mío es...algo diferente. por algún motivo nosotros poseemos todas y cada una de las habilidades que ha mantenido nuestra línea de sangre desde sus inicios. nadie puede explicarlo, piensan que quizás es porque descendemos del ranger original. hay algunos que incluso culpan a mi padre por haber hecho un ritual secreto para que las consiguiésemos, pero el mismo asegura que no es así y por extraño que parezca...le creo, el señor héroe nunca ha sido mucho de mentir.