Capítulo 5: Enfadaste a mamá

Jason

Mi teléfono suena y maldigo en voz alta teniendo mis manos sucias, rápido limpio estas, pero en vez de ir al teléfono reviso lo que voy cocinando, espero a todos le guste lo que estoy haciendo aunque la verdad, la cocina se me da bastante bien, tuve la mejor maestra para eso y bueno, al vivir solo desde temprana edad debí aprender a hacer todas las labores dentro de una casa, no me arrepiento de ello, saber hacer cosas nunca es malo aunque otros no piensen igual, sonrío al recordar la cara que Nick puso cuando le dije que cocinaría, mi teléfono vuelve a sonar y tomo la llamada mientras comienzo a preparar la mesa.

—Hice lo que pediste —expresa mi amigo sin siquiera saludarme

—¿Y se lo creyó?

—No solo habló conmigo Jason y los demás dijeron la verdad, nunca te han visto con una mujer y nunca te has mostrado indecente con alguna compañera —sonrío, no me gusta mezclar trabajo y placer y menos dar a conocer mi vida privada, soy nuevo aquí, pero donde vivía más de un compañero pensaba lo mismo que Nick piensa ahora de mí.

—Entonces se lo creyó

—El juez se fue feliz de aquí —sonrío —¿por qué Jason? ¿Por qué hacerle creer que eres gay cuando yo sé de sobra que no lo eres? —bufo

—Es un celoso, jamás me dejaría trabajar en esta casa y cuidar de su esposa si piensa que soy un mujeriego

—Una cosa es eso y otra decirle que eres gay

—Créeme, es mejor que piense eso

—No es idiota, acabará sabiendo la verdad —suspiro —y odio que no lo hagas por trabajo Jason, estás jugando con fuego

—No es lo que crees —digo mirando por la puerta, viendo al pequeño que me mira a una distancia prudente

—No busques problemas amigo, mujeres hay muchas y —cuelgo la llamada no queriendo escuchar esta vez sus consejos y guardo mi teléfono.

—Kan —lo llamo, él duda, pero se acerca —¿tienes hambre muchacho? —el niño asiente

—Llamaré a mamá y a Alis para que vengan a comer

—Yo lo haré —sonrío —¿puedes antes ayudarme a preparar la mesa? —él mira todo

—Papá dice que no es de hombres hacer esas cosas —él baja la mirada —dice que no eres un verdadero hombre —alzo una ceja para luego ponerme a su altura.

—¿Sabes que hace un verdadero hombre? —él niega —un hombre no se siente inseguro por ayudar a su esposa Kan —el niño mira mis ojos —un hombre ayuda a su esposa, a su madre, a su hermana, a todos en general y por hacer esas cosas jamás dejarás de ser un hombre, tu fuerza no depende de esas cosas, menos tu hombría —él respira hondo.

—Pero si desobedezco papá se va a enfadar

—No, no desobedezcas, es tu padre —me pongo de pie —solo recuerda mis palabras y cuando tu madre, tu hermana o cualquier otra chica necesite tu ayuda, dásela —revuelvo su cabello pasando una mano por su cabeza, él ríe.

—No seré menos hombre por eso ¿cierto? —niego rápido con la cabeza

—Por supuesto que no Kan —él sonríe ampliamente

—¿Jason jugamos mañana fútbol? —me mira con la ilusión bailando en sus ojos —papá nunca tiene tiempo

—¿Sabes cuantos hombres hay en esta casa? —él niega —dentro hay tres, fuera hay dos y pronto habrá más fuera vigilando todo —sonrío —mañana jugaremos fútbol Kan —él sonríe más que feliz

—Les ganaré a todos

—Claro —río —ahora busca a tu hermana y madre que yo voy a preparar la mesa —rápido asiente y sale corriendo, me agrada ver que el pequeño aunque físicamente se parece a su padre, por dentro tiene un gran corazón y su forma de ser jamás es ni será como la de este.

—Joder Cooper —suelta el juez sin parar de comer —esto te quedó buenísimo —sonrío mirando que come con ansias así como los niños, pero cuando miro a Kathleen, esta solo revuelve sin deseos la comida en su plato, al parecer no le gustó mucho y eso borra mi sonrisa, si me esmeré cocinando fue por ella —a ver si aprendes Kathleen —todos miramos a Nick —tendrás que tomar clases con Cooper para que prepares comidas como estas.

—Siempre dices que te gustan —farfulla ella mirándolo

—Mentir es parte de ser esposo —él ríe y algunos de mis hombres lo hacen hasta que con una mirada los hago ponerse serios, será la última vez que estos se sienten con la familia a comer, cometí un error al dejarlos estar aquí, Nick busca cualquier situación para reírse de su esposa y hacerla sentir inferior.

—Al parecer a la señora no le gustó mi plato —ella me mira por primera vez desde que está en la mesa

—Kathleen come y no seas envidiosa —su esposo ríe —cocinas bien, pero el policía te ganó mujer

—Solo no me siento cómoda con desconocidos a la mesa —suelta dejándome con el tenedor a mitad de camino —¿Por qué lo permites Nick? ¿Desde cuándo los empleados comen con uno? —me tenso un poco, se defiende siendo igual que su esposo

—No somos empleados —me mira —no trabajamos para ustedes, cuidamos de ustedes porque están en peligro, hacemos si, nuestro trabajo, pero no son nuestros jefes —me pongo de pie, mis compañeros hacen lo mismo.

—Disculpe a mi esposa Cooper, las drogas que los médicos le dieron para el dolor no le hacen bien —veo el arrepentimiento en los ojos de ella pero no dice nada

—No se preocupe, de todas formas no molestaremos más en sus actividades diarias como familia, mis hombres y yo solo haremos nuestro trabajo, pero la mesa es de ustedes.

—Yo solo

—Cállate Kathleen —él no la deja hablar —Cooper, quiero que tus hombres se mantengan alejados de mi esposa, usted es el único que puede entrar a la casa desde hoy —aprieto mis dientes, sé la razón de su decisión y era de esperarlo —los demás pueden estar fuera.

—Lo entiendo señor, es comprensible y había pensado lo mismo, toda familia necesita intimidad

—Nos llevaremos muy bien Cooper —él sonríe, yo solo salgo del comedor con mis puños apretados.

Camino por el jardín mirando lo bonito y bien cuidado que este está, ¿también ella lo cuida? Ya es de noche y hace algo de frío, mis hombres no dejan de vigilar el perímetro y siempre están alertas, si mi padre o hermano no tuvieron que ver en el atentado entonces hay una amenaza real fuera y no me gustan los errores, sé que debo estar dentro de casa, pero sé que con la seguridad que hay fuera dentro no habrá peligro.