[Documento c3P - Fundación]

Diciembre 31 – Distrito 15.

El distrito era igual que todos los días pero a su vez también era muy distinto. Largos cables de los cuales colgaban un montonal de luces estaba ubicados por todos los edificios, entre las lámparas de la calle, entre los arboles de las plazas y entre los edificios. Las calles estaban llenas de confeti por todos lados, las personas se divertían tirando agua y nieve falsa y las leyes de regulación de poderes para usuarios de HE eran muchísimo menos estrictas. Pero esto no era algo exclusivo del quinceavo distrito, toda la ciudad debe haber estado igual, y todo era por una simple razón, hoy se festejaba “El Día de la Fundación”, entre el 31 de diciembre y el 1 de enero nadie trabaja, nadie asiste a clases y eso se debe a que el 1 de enero hace más de 100 años se fundó la metrópolis tecnológica llamada “Ciudad Auroa”.

Me miraba al espejo con la nueva ropa que me había colocado, estaba vestido casualmente pero un cierto chico de pelo naranja me sorprendió y mojo toda mi ropa. Esa misma noche mi amigo más sincero, Cesar, nos invitó a mi compañera Astria y a mí a cenar a la noche junto a su familia. Yo no estaba tan acostumbrado a festejar en grupo, en mi tiempo en el laboratorio siempre estaba solo en mi cuarto y mi compañera todavía se recupera de su trauma. Por esa razón normalmente no haríamos nada pero Cesar fue demasiado insistente.

En la parte superior de mi cuerpo vestía una camisa negra, en la parte inferior un pantalón de jean blanco. Concentre mi vista de vuelta al espejo delante de mí y ajuste la roja corbata alrededor de mi cuello, Cesar me explico varias cosas sobre como debía comportarme delante de otras personas en la mesa, lo mismo fue para Astria, ambos tuvimos que aprender lo básico muy rápido.

No tenía muchas ganas de salir y para mi suerte la comida con la familia de Cesar seria en este mismo edificio, más específicamente en la terraza. Lo único que me molestaba y que tenía que planear era que responder a sus preguntas, estaba muy seguro de que ellos sabrían que yo era el primer capacidad uno, y ese título que me vi obligado a conseguir solamente me trajo momentos malos e incomodos.

-¿Qué sucede? No tienes que estar tan incómodo por conocer a mi familia, tampoco son la Alta Mesa Directiva-

Esas palabras que sonaron repentinamente a mi espalda eran de mi único amigo sincero. La figura de esa persona se reflejó en el espejo, él estaba vistiendo un elegante traje negro. Las tardes de esta festividad eran despreocupadas y divertidas, pero al caer la noche todo se volvió más elegante y serio.

Me termine de acomodar mi corbata –A los miembros de la alta mesa directiva no les gustan las reuniones presenciales. Te sorprendería lo poco que los vi en persona, de todas formas ellos serían más fáciles de manejar que tu familia –Él había intentado ser gracioso por lo que yo también quería intentarlo.

Una expresión de sorpresa apareció en la cara del chico de pelo naranja y ojos verdes –No sé qué es lo que piensas de mi familia, pero puedo apostar a que estas equivocado –

Me di media vuelta para poder observar a ese chico con mis propios ojos y no a través de un reflejo –Vayamos a comprobarlo –Dije.

-Qué bueno es oír eso, Astria está esperando en el living-

Ambos abandonamos mi habitación y fuimos a reunirnos con ella. En la mesa de madera marrón oscuro se encontraba sentada una chica de pelo negro atado como cola de caballo, ella llevaba puesto un vestido blanco con decoraciones florales. Admito que era lindo.

Ella se levantó de la mesa al vernos llegar, me observo unos segundos algo confundida. Nosotros dos vivimos juntos y yo casi siempre uso la misma ropa, no debe estar acostumbrada a verme con otra cosa.

Tome aire y controle mis nervios –Te ves bien –Le comente a ella con la intención de intentar comenzar una conversación, si vivíamos juntos como mínimo quería crear un lazo de confianza, eso fue lo que Cesar me dijo que comenzara a hacer.

Mi compañera de departamento se vio algo incomoda ante mi comentario ¿No debí haberlo hecho? Antes de que pudiera cuestionarme el motivo de esa expresión, el chico de pelo naranja volvió a hablar, unió sus dos manos en un aplauso y llamo nuestra atención –Excelente, ambos se ven muy bien chicos. Les encantara conocer a mi familia, así que no perdamos más tiempo-

Acercándose hacia la puerta Cesar la abrió como si esta fuera su casa y fue el primero en salir, detrás de él, Astria y yo salimos al mismo tiempo. Ya habíamos ido a ese lugar antes pero igual Cesar era el que encabezaba el grupo, caminamos por los pasillos del edificio hasta llegar al elevador, las puertas del ascensor se abrieron y en ese instante sentí algo tocar mi hombro, como si fuera un fantasma. Instintivamente lleve mi cabeza para ver de quien se trataba, obviamente detrás de mí no se encontraba nadie. Sin embargo al momento de volver a dirigir mi vista para adelante todo cambio, las puertas de los demás departamentos desaparecieron, el tapis de las paredes también, la alfombra del piso también, en pocas palabras todo a mi alrededor cambio abruptamente por un escenario totalmente distinto.

El interior del edificio donde me encontraba fue reemplazado por un entorno completamente en blanco, era tan blanco con uno no podía saber dónde comenzaba o donde acababa, donde era el techo o de dónde provenía la luz -¡¿Pero qué mierda?! –Exclame analizando mi alrededor, solo conocía un lugar parecido a este en todo el mundo -¿Estoy en el segundo distrito? –Le pregunte al aire moviendo mi cabeza de un lugar a otro.

Para mi sorpresa una inesperada pero familiar voz contesto mi pregunta suelte –Así es, es normal que no lo sepas porque este es tu primer año siendo un capacidad uno pero cada año en este día algunos de nosotros nos reunimos-

La voz de quien me hablaba era…era del quinto capacidad uno, el usuario del poder Particular Might -Me importa una mierda eso, yo estaba ocupado en otra cosa y no puedes traerme así de la nada – Mis dos manos comenzaron a llenarse de un viscoso liquido negro que salía de mis uñas –O sino yo mismo saldré de aquí-