[Documento c4P L17A – Infracción]

Lunes  17 de Agosto – 06:23 AM – Distrito 9 –Hospital.

Hay cosas que simplemente las personas no pasan por alto, y cuando llevas a una chica entre brazos a un hospital por una herida en su brazo es inevitable tener que dar una explicación. No culpo a los enfermeros, ellos simplemente siguieron el procedimiento correspondiente y llamaron a la Fundación S.P.

-¿Qué fue lo que les sucedió? –Preguntaron.

Muchas veces logre engañar a mi profesor, podría decirse que lo de ser actor lo tenía en mis venas. Fingí la voz más adolorida que pude y forcé a mis ojos para que pareciera que había llorado-Me encontraba en una cita con mi novia cuando un grupo de bandidos nos asaltaron –Al finalizar esas palabras hice un gesto como si se me rompiera el corazón –Por favor cúrenla –Le supliqué al doctor a mi lado agarrando con fuerza su bata.

-No te preocupes joven, tu novia se pondrá mejor –

Los soldados se disculparon por no haber podido intervenir en la situación y todo el mundo en la sala se retiró para dejarme a solas con mi “novia”. Me senté en una silla blanca al lado de la cama donde Astria dormía, con una pierna sobre la otra. Con la tecnología médica actual una herida como esa no era problema para curar, era un problema para la billetera de quien pagaba nomas. Por suerte con el título del primer capacidad uno tenía dinero suficiente para hacer que comience su tratamiento lo antes posible. Esta misma tarde podría sacarla de este lugar aunque tendría que hacer reposo.

Estaba tan cerca de poder cumplir mi meta, Cesar podría volver, yo estaba seguro de eso. Logré conseguir el casco de Análisis ciberneuronal  HmX, ahora lo único que me faltaba era el medio del cual extraer la información que necesitaba, y para mi suerte ese objetivo también se encontraba en este distrito; era un agradable 2x1.

Mi oreja se movió sintiendo un extraño sonido y mis instintos se pusieron alerta, los pelos de mi piel se erizaron. Lo mejor será que me marche de este lugar, no quiero que molesten el descanso de Astria.

Me levanté de donde estaba caminando y me dirigí a la recepción –Ya vengo, tengo algo que hacer. Inicien el tratamiento lo antes posible-

La enfermera de la recepción asintió con la cabeza y yo abandoné el hospital. La luz del sol no podía verse salir para iluminar todo, las nubes de lluvia todavía cubrían el oscuro cielo y las gotas continuaban cayendo. Lo que si cambio fue la cantidad de gente en las calles, eran entre pocas y ninguna, supongo que casi todos estaban durmiendo o recién despertándose para ir a trabajar o a la escuela.

Cuando traje a Astria al hospital logré encontrar de reojo una tienda con un cartel que decía que estaba abierta las 24 hrs. Recordé la ubicación y comencé a caminar hacia allí bajo la lluvia, no me interesaba que se mojara mi ropa, y podía sentir el agua acumularse en mi cabeza para luego caer por mis cabellos.

En aquella tienda compre lo mismo de siempre, una lata de café y otra de refresco. Al salir del local una bolsa plástica colgaba de una de mis manos, el cielo tapado por nubles negras comenzaba a desaparecer de a poco y en su lugar las nubes se volvían grises, de entre ellas podía verse pequeños rayos de luz asomarse y la lluvia acabo, aunque todos los charcos y cosas mojadas continuaban allí.

Me dirigía de vuelta al hospital, pero antes sabía que tenía que hacer una pequeña desviación, a un costado de donde caminaba dos altos edificio dejaban abierto un profundo callejón, tomé ese desvió. Al mismo tiempo que me adentraba sin miedo a ese lugar con poca luz tomé las dos latas de la bolsa y las abrí para después mezclarlas, el callejón daba final a mi camino con una gran pared delante pero aun así había una reja rota a la derecha por la cual me metí para cruzar del otro lado.

De tan solo tres tragos toda la fusión de refresco y café ingreso completamente a mi cuerpo, tiré las latas lejos –Esto no era parte del trato –Le mostré mi frustración a la oscuridad que me rodeaba, el lugar detrás de la reja por donde estaba ya no era un callejón más bien era una zona cuadrada, hogar de ratas y posible punto de reunión de vándalos y criminales.

Un grupo de alrededor de 7 personas salió de las sombras, todos llevaban un equipo de protección de última tecnología. Sus cabezas eran cubiertas por un gigantesco casco y la parte de sus caras poseían un vidrio templado, ellos eran el grupo de fuerzas especiales de la alta mesa directiva.

Uno de los peones sostenía entre sus manos una tablet con una llamada en curso –Lo siento mucho por este incidente Stranger Matter, pero debes entender que no podemos simplemente dejarte hacer lo que quieras cuando quieras-

Yo chasquee mi lengua con rabia.

-Imagínate como quedaría la reputación de la alta mesa si todos supieran que dejamos que los capacidades uno hagan lo que quieran sin control. De a poco toda la sociedad se descontrolaría –Continuo explicando la voz del otro lado de la llamada. Tres de los soldados tenían en sus espaldas grandes contenedores vacíos, ellos los abrieron y los pusieron cerca de mí.

-Aun con el pequeño percance tú ahora tienes el juguete que querías. Ahora cumple con el acuerdo-

Una sonrisa fanfarrona floreció en mi rostro, ellos solo querían hacerse los difíciles conmigo, pero en el fondo me necesitaban mucho. Levante la palma de mi mano y en su superficie comencé a generar una gran cantidad de LX2028 en forma de esfera, luego dividí esta esfera en tres partes y cada parte fue a parar a un contenedor diferente.

-No tengas miedo de llenarlo por completo-

Me estaba cansando que se hiciera el graciosos conmigo –No jodas –Al segundo después de esas palabras todos los soldados que me rodeaban me apuntaron a la cabeza con sus armas –Eso debería ser suficiente, así que no lo malgastes –

Me imagino que si fuera por ellos me tendrían encadenado dentro de una jaula obligándome a generar LX2028 todo el tiempo para sus retorcidos propósitos. La razón por la que no lo hacían era porque yo podía escaparme muy fácilmente, y solo yo puedo alterar la combinación de mi materia desconocida para crear distintas variantes.