24-Delirios.

Gris de repente se torna todo.

 Soy consciente de un ruido que amortigua mi cabeza y veo que es mi teléfono móvil que suena sobre la mesa de noche, lo tomo y lo llevo a la oreja, trato de hablar pero no puedo y sé en este momento que estoy en un sueño, reviso la pantalla del móvil pero mi ceguera no deja detallar el numero, al instante deja de sonar pero enseguida se ilumina de nuevo la pantalla , me lo llevo al oído y trato de contestar pero igual que en el momento anterior no puedo hablar. De repente todo se torna oscuro y luego ya no hay nada mas...

No sé cuánto tiempo ha pasado pero esta vez no sé dónde estoy, todo está oscuro y es difícil distinguir el lugar, trato de moverme y nada ocurre así que trato de levantarme pero un suave toque en el pecho hace que me quede donde estoy. Una repentina silueta aparece frente a mí y no la reconozco, sé que esta vez estoy en otra pesadilla porque la repentina luz ilumina la estancia y se ve blanco y negro como antes.

-Shhh tranquilo Caín. Estarás bien. Dice una voz tranquilizadora que de alguna manera reconozco.

-Soy yo. Elisa. Estarás bien, no te preocupes.

¿Elisa?.

Cierro los ojos y este nombre ronda en mi cabeza por mucho tiempo, así que mi mente de repente recrea una imagen. Al principio no sé dónde me encuentro pero cuando siento un agarre de mi mano la levanto y veo que junto a la mía, esta entrelazada otra un poco más clara y pequeña, veo que la dueña de esta, es una joven con el cabello rojo a quien reconozco como Elisa.

-Yo te haré feliz.

-¿Qué? Me sorprendo diciendo y en comparación a la otra vez si puedo hablar.

-Conmigo estarás bien.

-No Quiero ir.

-No temas.

-Yo no soy bueno para ti.

-Si lo eres. Tú me protegerás porque me quieres.

-¿Te vas? Pregunto sorprendido.

Veo como se aleja de mí y enseguida no quiero que se vaya, va con un enorme abrigo y se aleja con las manos en los bolsillos.

-¡ELI! No te vayas. Grito pero ella no vuelve a verme.

-NO ME DEJES. Sigo gritándole pero ella sigue caminando hasta que al final vuelve a verme y se despide con un beso y una enorme sonrisa en los labios. En ese momento estoy solo y la oscuridad poco a poco me envuelve y ya no hay nada más...