48. Muerte

Ev no tarda en traerme las cosas que le he pedido para mi alivio tampoco ha hecho preguntas, una vez que me deja sola yo comienzo con lo que tengo en mente, cierro la puerta con cerradura para evitar que alguien entre y me vea, dibujo un pentagrama en el suelo con tiza

Prendo velas alrededor del cuerpo de Brent, tomo el collar de la piedra azul, el que me dejo mi madre antes de morir, lo tomo entre mis manos poniendo todas mis esperanzas en el  me acuesto a su lado, me relajo y comienzo a recitar el hechizo  

Quaeso

Sed vestry ‘etiam hic es

Volo enim videre vos

Ad magica, quod decurrit per me venire ad me

(Español)

Te has ido

Pero aun estas aquí

Deseo verte de nuevo

Por la magia que me recorre ven a mí

Dentro de la obscuridad se comienza a ver una imagen, la historia de cómo mi madre consiguió el collar pasa, ya la he visto antes así que no me concentro mucho en ella, de nuevo pronunció otras palabras esperando que mi llamado tenga respuesta

Alatar,Mater

Audite quaeso hanc

Vocationem

Te requiro

Ego oro coram te ut

Veniat ad me et sic

Notitiam

(Español)

Alatar, Madre

Por favor escucha este llamado

Te necesito

Te ruego que ante mi vengas

Y tu presencia así notar

Mis palabras no causan nada así que las repito más veces, con cada vez que las repito más crece mi determinación por hacer esto, por fin una imagen comienza a aparecen de entre la obscuridad, poco a poco esa pequeña figura de luz va tomando forma volviéndose una mujer, mi madre está aquí frente a mi

—Hija mía— Su voz suena con eco, se ve hermosa, viste un vestido blanco que le cubre hasta las rodillas, su cabello se ve muy suave— No deberías hacer esto, estas muy débil, deberías escuchar a tu cuerpo

—Sé que esto no es una muy buena idea dado mi estado pero— La miro a la cara — No me lo arrebates — Ella hace una  cara de tristeza

— ¿Qué deseas que haga? — Se acerca a mí y limpia las lágrimas que no sabía que estaba derramando

—Tu sabes más que yo, debe haber algo para regresarlo a la vida— Ella me atrae hacia sus brazos y yo le correspondo el abrazo— Necesito decirle muchas cosas y quiero que él pueda disfrutar de su vida, solo fue dolorosa y no quiero eso, el merece lago mejor

—Mi niña, conozco algo pero para ello necesito que el esté aquí, que me dé su aceptación ante la idea de regresar, de volver a vivir, sin ello no podré hacer nada— La miro

— ¿Y si dice que no? — Esa idea me asusta

—Entonces sabrás que él lo decidió así, no puedes obligarlo solo porque tú quieras que el regrese contigo — Me sonríe— Sin importar cuál sea tu respuesta sé que el tenia presente que lo adorabas, y te aseguro que el sentimiento era mutuo — Se aleja un poco de mí y se pone de rodillas, cierra los ojos y comienza a hablar

Et beatos vos

Brent

Petivit ut coram te et

Inducere vos ad me ipsum

Venite ad me voca

(Español)

Te llamo

Brent

Tu presencia busco encontrar

Ante mi te presentaras

Acude a mi llamado  

Un nudo se instala en mi garganta, otra luz comienza a aparecer, al igual que mi madre aparece y poco a poco toma la forma de un hombre, ahí aparece el, no hay herida, su gesto es de confusión, parece relajado, mira a su alrededor hasta que se da cuenta de que estamos aquí con él, su primera impresión es de sorpresa abre los oso y se los talla como para asegurarse de que estamos aquí, lo que hace seguido de esto es correr como loco hacia mí, lo cual me sorprende, creí que correría a donde mi madre

—No no no no no no — Se arrodilla a mi lado— No me digas que etas muerta, por favor— El me toca el cabello, esa preocupación de su parte aun cuando el ya no está en el plano terrenal hace que las lágrimas salgan de nuevo, no tardo nada en enredar mis brazos en su cuello, atrayéndolo hacia mi

— Lo lamento tanto— El no tarda en abrazarme, comienza a acariciar mi cabello, igual que lo hace mi padre cuando estoy triste— Yo intente que la herida cerrara pero no lo hizo y luego no pudieron ayudarte y te dije que siguieras mis órdenes, rompí mi promesa, te dije que no volvería a ordenarte nada pero no quería que cerraras tus ojos, lo lamento— Mi voz se quiebra y solo salen sonidos del llanto

—No tienes por qué disculparte— Me abraza más fuerte — Sé que lo intentaste, ¿Estas muerta? — Le tiembla la voz al hacer la pregunta, yo niego con la cabeza

—No, recite un hechizo, necesitaba verte— Lo miro retirando de un manotazo las lágrimas que caen de mis ojos —Por favor regresa conmigo, te necesito a mi lado, y sé que es una petición completamente egoísta de mi parte pero quiero que seas parte de mi vida, te fuiste muy rápido y me niego a aceptar esa idea— Sorbo por la nariz y me limpio las lágrimas — No es justo, entiendes, no quiero que estés lejos de mí, quiero que puedas vivir tu vida, ser feliz, hacer lo que tú quieras, mudarte, tener una familia, me dijiste que eso era lo que querías una vez que todo se acabara — El me mira