Capitulo 57 " Posadas"

Mes y medio después…

Dalia.

Era diciembre mi familia empezaba a planear la cena de navidad y año nuevo este año toca ir a Guadalajara a pasar con mi padre las fiestas decembrinas, estábamos invitados a varios eventos por la ocupación de mi padre, pero yo podría acompañarle hasta salir de vacaciones, y como  estaban próximas mis compañeros decidieron realizar una posada para celebrar que cada vez estábamos más cerca de terminar el ciclo escolar y podríamos seguir con nuestros planes profesionales.

NO me sentía con ánimos de salir pero Laura y Gloria terminaron por convencerme de ir con ellas para distraerme, dos meses desde que termine con Diego y seguía doliendo demasiado, las cosas han cambiado en tampoco tiempo ahora todo el fraccionamiento sabe del tan esperado bebe de la familia Velázquez Laguna, Elena sorprendida de la notica, me cuestione mi relación con Diego, confesado que había terminado con él por la situación que ahora ya todos sabían.

Después de saber que mi condición de salud no era tan delicada solo necesitaba descansar y comer más, llevaba un cuidado mayor no quería que mi situación sentimental afectara mi último año de preparatoria, ocupaba como distractor las tareas, trabajos, los exámenes o cualquier pretexto para mantener mi mente ocupada para no pensar en Diego pero cada día que pasaba lo recordaba, extrañaba sus besos, sus caricias.

La ultimas vez que Salí con él, le pedí que me dejará de buscar, que dejara de lastimarme con su presencia, pero parece que no entiende sigue enviando mensajes todos los días, marcando por lo menos cada hora, enviándome ramos de rosas rojas con una tarjeta que dice “Perdón” y de eso ya hace mes y medio.

Mi familia al principio me interrogaba por las rosas, pero le dije que era de un tipo que quería andar conmigo, que no aceptaba porque tenía tantas cosas que hacer como para pensar en tener una relación, lo cierto era que no, si no tenía una relación es porque para mí estaba muy reciente lo de Diego, el hermano de Abi me enviaba también mensajes a diario aunque esos si los respondía, no le he dicho que ya no tengo novio para que no si hiciera falsas esperanzas conmigo, al menos así solo se conformaría con una amistad.

Salgo de mi casa rumbo a la posada que habían preparado mis amigos, era un poco retirado de la zona así que pedí permiso de llegar tarde, ya que no me gustaba estar con el tiempo encima, me había puesto un pantalón ajustado de mezclilla color azul marino, una blusa de tiras blanca un suéter casual azul marino, zapatos bajos que combinaban perfectamente con mi atuendo, un bolso blanco y maquillaje discreto. 
 

Sentía que me movía por inercia, pero necesitaba salir despejarme y tratar de olvidar a Diego por un momento. 
La posada era un éxito según mis amigos, yo solo veía gente bailando tomando, una que otra pareja besándose, otros cuantos supongo que demasiado ocupados en los cuartos.

Apenas llevaba dos cervezas y un par tequilas, y no recuerdo que mas habia tomado para ser sincera no era la mejor combinación que se me hubiera ocurrido, asi que preferí dejar de tomar, me sentía un poco aturdida, comenzó a sonar mi teléfono y por primera vez después de dos meses me alegro ver que era Diego, le comente que estaba en casa de unos amigos en una fiesta que lo extrañaba mucho y que siempre lo iba amar, Diego se percató que mi condición no era muy buena ni mucho menos la adecuado para estar sola en una fiesta asi que me pidió que le diera la dirección ya que iria por mi.

Estaba bailando con una amigas y amigos cuando vi entrar a Diego se veía tan jodidamente sexy, no se si era por tanto alcohol o por la combinación de este pero estaba algo pasada de copas, asi que me lance sobre él y comencé a besarlo el respondió mi beso, pero pude notar su molestia.

Diego.- Dalia estas muy tomada, vamos te llevara a bajarte semejante borrachera.-

Dalia.- Pero si apenas son las 7:00 pm Diego y por primera vez me dieron permiso de llegar como la cenicienta a las 12:00 a mi casa.-

era oficial estaba borracha, a lo lejos pude escuchar como Laura le decía que por favor me cuidara que obvio era el indicado para cuidarme en este estado. Gloria que era la que se había encargado de cuidar de mi hasta que llego Diego solo menciono que le marcara cuando estuviera en mi casa para saber si estaba bien.

Era obvio que no me llevara a mi casa en estado de ebriedad, así que manejo hasta su departamento que  no estaba muy lejos de ahí al entrar, el ambiente se tensó, recordé todo lo que había pasado y más al ver que era notorio el que llevaba tiempo sin estar ahí ya que el aroma a encierro sobre salía del lugar.

Diego.- Ven, metete a bañar para que se te baje la borrachera y puedas dormir un rato para poder llevarte a tu casa.-

Estaba molesto Dalia era una mujer madura para su edad pero este comportamiento no era nada maduro.

Dalia.- Que ya debes irte a tu casa, también te regañan eres un estúpido.-

Diego me tomo por la cintura me dio un beso un beso que hizo reaccionar mi cuerpo, suplicando por sus caricias, pero antes de que las cosas se salieran de control me ayudo a desvestirme, después abrió el agua caliente de la ducha y hizo que entrara, al sentir el agua en mi cuerpo me fui relajando, después de una larga ducha me calentó una sopa instantánea con demasiado picante para mi gusto para que se acabaran de quitar los efectos de alcohol.

Él estaba sentado en el sillón, solo me veía fijamente, sentía que si fuera posible me podría desvestir con la mirada pero no decía nada, me termine la sopa y me acerque a él, sentándome en sus piernas como una vez lo había echo en ese mismo sillón,

:-A pesar del tiempo, a pesar de la distancia que he tomado entre nosotros te sigo amando.-

Susurre al oído de Diego, en ese momento pareciera que huibiera dicho palabras mágicas, me tomo por la cintura y comenzó a devorar mis labios con la misma desesperación que la que yo tenía.