Enfrentamiento

POV Yessica

Al otro día despierto algo confundida cuando veo el cuarto, pero luego recuerdo todo lo que pasó la noche de ayer—ahora prácticamente soy la pareja de Scott—susurro levantándome de la cama.

Voy al baño, lavo mi rostro y observo que hay un cepillo de dientes con cubierta cerca del lavamanos—es realmente amable—susurro y me cepillo con el, luego, arreglo un poco mi cabello haciéndome un recogido alto para salir de la habitación e ir a la cocina porque tengo mucha hambre.

Paso por la habitación de Scott y veo que la puerta está abierta pero no hay nadie así que, decido ir por su búsqueda.

—Todavía no estoy segura de cómo debo actuar—pienso bajando los escalones.

Entonces, siento un ligero aroma a huevos y sigo el olor llevándome directo a la cocina. Tomo asiento en uno de las sillas del desayunador y veo en silencio la agilidad que tiene Scott cocinando.

Lo sirve en dos platos y se gira sobresaltándose en cuanto se da cuenta que estaba aquí.

—Rayos, ¿cuánto tiempo llevas ahí sentada? —cuestiona frunciendo el ceño.

—No mucho—digo sonriendo.

Se sienta a mi lado poniendo un plato para mí de huevos revueltos con pan tostado y otro para él.

—Oh, esto está muy bueno—no pude evitar decir.

—Gracias—expresa contento haciendo que se le marque un hoyuelo en el lado izquierda de su mejilla del que no me había percatado antes—. Como hoy no iremos al trabajo podremos ir a la tienda y así compramos algo de ropa para ti ya que, no tienes ropa y no puedes solo usar mis camisas.

—Uhmm, okey—respondo sabiendo que tiene razón.

Después de terminar de comer, él me da un abrigo con capucha y otro bóxer junto con un pantalón que tuve que ponérmelo con una correa porque se me caí. ¿Y qué decir del abrigo?, me llegaba casi a la rodilla.

Lo siguiente fue, llegar a la plaza que está por la zona donde vivo porque, supongo que él pensó que me gusta ir de compras aquí y la verdad es que sí.

Yo lo seguía a todas partes donde entraba, a la tienda de zapatos, la de ropa de chicas y luego la de lencería de la que me rehusaba a entrar con él pero me dijo—solo es ropa interior, ¿cuál es el problema?—y es que ¡ese era el problema!

Más tarde cuando ya habíamos comprado todo lo necesario, blusas, pantalones, zapatos sin llegar a ser demasiado porque no quería que se excediera, ni tampoco gastara tanto dinero en mí, Scott quiere ir a una cafetería a comprar unas bebidas y refrescarnos un poco, pero mientras nos dirigíamos para allá, algo me llamó mucho la atención, alguien estaba predicando en el pequeño parque de la plaza a unas cuantas personas que se detenían a escucharlo y yo también lo hice.

—Lo que no se habla del sexo en el matrimonio cristiano será el tema que les traigo hoy, que casi no se habla pues, muchos creyentes no sólo cristianos ignoran esto, además de que mayormente dentro de las iglesias se avergüenzan de hablarlo. Por consiguiente, comenzaré leyendo a (hebreos 13,4) que dice: honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla...—articula la mujer que prédica mirándonos a todos los presentes—esto último es súper importante, le explico, el lecho es la cama y mancilla es deshonrar, afear o manchar, por lo que quiere decir que en la cama en su intimidad tiene que ser sin deshonra.

¿Cómo así?, se preguntarán. El sexo fue creado por Dios y nosotros los Seres humanos lo hemos ensuciado. Si leemos (Génesis 1:28) podemos ver que dice: y los bendijo Dios y les dijo: fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla... Aquí vemos que el Señor nos dio el sexo como un regalo para nuestra vida diaria dentro de la pareja cristiana porque si es fuera de ser pareja cometerían fornicación ¿verdad?

Pero ¿qué sucede?, está sucio el tener relaciones sexuales debido a que en muchos matrimonios en el acto realizan sexo anal, masturbación, sexo oral y todo esto lo ven como algo bien porque como en el mundo esta tan corrompido ya parece algo normal el hacerlo.

Pero esto sólo quita el uso natural del ser humano o de la mujer por la razón de que cada parte de nuestro cuerpo cumple una función, la boca para hablar, la zona del ano es para evacuar y el órgano de la mujer es para la reproducción, allí es donde se hace la penetración y es que si se dan cuenta o investigan un poco podrán saber que al no hacerlo como es el uso natural contraen graves infecciones como sífilis, gonorrea, clamidia, entre otros más, porque el uso que le están dando no es para eso—expresa y yo me percato de que Scott está a mi lado con las bebidas en las manos escuchando atentamente lo que se está hablando.

—Me alegro de que te interesa aprender, pero creo que ya es suficiente por hoy. Volvamos, por favor—le digo y él asiente con la cabeza mirándome de soslayo.

—¿Pasa algo? —pregunto.

—Uhmm, vi a tu padre—exclama y yo detengo mi caminar volteando a verlo.

—Entonces, viste a mi padrastro—comento— no quiero saber cómo estaba, pero a mi madre o a Kevin, ¿los viste?

—A kevin sí, tu padre estaba sentado en una de las mesas de la cafetería fumando un cigarrillo junto con otros hombres más y kevin sentado a su par—articula examinando mi reacción.

Doy la vuelta y me dirijo a la cafetería de inmediato—¿a dónde vas? —dice Scott siguiéndome.

No le contesto y pienso en que no puedo permitir que le arruine la vida a Kevin, a esa criatura inocente, ya es suficiente conmigo para que ahora vaya con él.

Llego a la cafetería y lo vislumbro en las mesas del medio con Kevin a su lado como dijo Scott.

Pero mientras me acercaba pude escuchar como le decía Richard a Kevin que tomará un cigarrillo entonces, se lo encendía y se lo ponía en la boca a Kevin.

Apresuro mis pasos, pero Scott me detiene tomándome por el brazo—espera, yo iré—exclama.

Lo miro ir hacía la mesa y decirle a Richard que se llevará a Kevin, pero él no se lo pone tan fácil diciendo que si realmente quiere llevárselo debería darle un buen golpe para ver si es digno de que se lo preste.