Prólogo – Lo que pasó antes

Amelia Foster no era la mujer que nadie notaba. Trabajaba como secretaria en Le Château Lumière, el restaurante más exclusivo de la ciudad, con sus gafas torcidas, sus notas impecables y su amor secreto por Max Roux, el atractivo y sofisticado director del lugar. Ella solo quería hacer bien su trabajo… hasta que un beso inesperado con Max cambió todo.

Lo que Amelia no sabía era que aquel gesto no fue tan espontáneo como parecía. Detrás de él había un plan: Max, influenciado por su amigo y socio Leo, debía seducirla para mantenerla controlada, pues Amelia sabía demasiados secretos sobre las finanzas del restaurante. Ella era, como decían ellos en tono cruel, "el monstruo con gafas" que sabían que podían perder… o utilizar.

Mientras Amelia se ilusionaba con cada flor y cada “cariño”, Max se debatía entre lo que sentía de verdad y la mentira que vivía. Pero cuando ella descubrió todo —una carta infame escrita por Leo, que hablaba de su supuesto “sacrificio” al cortejarla—, el mundo de Amelia se vino abajo. Humillada y con el corazón roto, expuso toda la verdad frente a la junta directiva, revelando no solo el engaño, sino también la situación financiera real del restaurante, que estaba al borde de la quiebra. Luego, sin decir palabra, se marchó para no volver.

Max lo perdió todo: a Amelia, el respeto de su equipo y su puesto. Beatriz, la madre de Max, lo despojó de su cargo como director y lo obligó a trabajar como camarero, como castigo. Leo dejó de ser su amigo. El imperio Roux se tambaleó… y la nerd desapareció.

Pero Amelia no cayó. Fue encontrada por Alessandra, una famosa crítica gastronómica, quien la acogió como su asistente, dándole una nueva oportunidad, lejos de la traición.

Ahora, meses después, Amelia está lista para escribir una nueva historia. Y no es la que Max espera.