Capítulo 30: primer día de academia

Capítulo 30: Primer día de academia

Kijiro se sintió muy nostálgico al estar vestido con un uniforme de escuela. Después de todo, hace años en su primera vida, recuerda los días de escuela donde era muy retraído y tímido, pero siempre tenía esa aura de querer aprender.

Saliendo de los pensamientos, vio la forma vestida con uniforme escolar de Layla que consiste en una falda azul, túnica imperial azul con bordes amarillos, diamantes incrustados lujosamente, medias blancas y una espada de alta calidad que reciben todos los estudiantes al unirse con éxito a la academia y el uniforme de los hombres es lo mismo, únicamente dejando la falda por unos pantalones… Para recalcar que son de alta calidad, listos para combate y duraderos. Kijiro sintió que Layla actuaba algo extraña y dijo: "Layla, parece que te sientes enojada". Esperé la respuesta de la niña distraída que descuidadamente toca la espada en la vaina y responde: —Kijiro, siento que esto es extraño, ese director no me tiene una buena sensación, él te mira como si fueras un demonio. Recuerdo cuando la maestra Laura te guió por la academia y ese director tenía esa mirada —dijo con armadura y los ojos helados por el odio.

Kijiro, un niño sensato y algo terco, respondió con naturalidad a las preocupaciones de la niña: "No te preocupes de estas cosas, sabes que soy fuerte y puedo defenderme. Claro, esta decisión me servirá para estar cerca de ti y cuidarte siempre", dijo con cuidado al ver pequeños sonrojos anormales en las mejillas blancas de la niña noble.

Layla se sintió avergonzada por la muestra de amor por parte de Kijiro y cree que tal vez tenga el corazón del niño, un verdadero héroe que salvó a todos de esos dos malvados magos y también la rescató de ese maldito demonio que quería mancharla. Salió de su estupor para notar con cuidado los alrededores y ver un pasillo lleno de lujos con las paredes pintadas de color blanco y una puerta enorme decorada de oro. Entonces sabe que llegaron al salón donde se llevaría la primera clase.

Volteó para donde estaba el niño y vio su rostro siempre serio ponerse tenso, pero fue rápidamente cambiando a una máscara plana.

Kijiro naturalmente sintió la mirada de Layla y no le prestó mucha atención. Sabe muy bien que tiene cosas más importantes en las que enfocarse y una de esas cosas es que llegaron diez minutos tarde a la primera clase. Sintiéndose atormentado por este error, decidió tocar la puerta con fuertes golpes "Toc, Toc, Toc". Después de esperar unos segundos, la puerta lujosa se abre y un maestro que reconoce de la batalla contra los dos magos se asoma y abre los ojos al verlo.

El maestro, que fue uno de los primeros en ser derribado por los magos y casi morir que de no ser por la magia curativa de Kijiro estaría con San Pedro, al ver a su salvador exclamó "¡Kijiro!" ¡Pasa, pasa! dijo con voz emocionada al ver a su salvador y héroe.

Kijiro se sintió extraño al escuchar la emocionada exclamación del maestro que recuerda fue uno de los dos primeros en salir derribados por la magia de los hechiceros y se quedó aún más confundido cuando sintió los dos brazos del hombre sujetando sus hombros y empujándolo al interior del aula, en donde al entrar con una sonrojada Layla, observó a más de cien cabezas de niños de once años de edad, con cabezas con las que Kijiro se refería a niños pequeños con todas las partes del cuerpo y vivos sentados viéndolos con esa mirada llena de diversión y extrañes. También sintió miradas de malicia provenientes de algunos estudiantes de la parte de atrás que ignoró deliberadamente…

El maestro habló más tranquilo: —Estos son tus nuevos compañeros de clases. Kijiro tiene nueve años y es el estudiante más joven en toda la historia en inscribirse con éxito en esta hermosa academia imperial. Ahora guarda silencio y también quiero decir que este niño es el mismo que rescató a los maestros que fueron heridos de muerte por la magia negra y también derrotó a los dos hechiceros malvados —dijo con voz solemne y llena de aprecio al niño que solamente veía con horror cómo el salón silencioso comenzó a hacer un ruido fuerte.

El maestro se dio cuenta de esto y habló nuevamente: —Silencio, ahora vez a la niña que está al lado mío; bueno, ella es Layla Nessro y es la inventora de los productos, máquinas, pociones, etc. que salieron al mundo. Ella es nuestro genio y noble, señorita Nessro, denle la bienvenida —dijo con orgullo y sacando el pecho; parecía que el de los logros era él.

La conmoción en el salón no se hizo esperar y muchas pláticas estallaron en el salón. Kijiro se sintió conmovido por la conmoción y al ver la cara llena de conmoción de Layla, que hace unos instantes estaba riéndose de su desgracia.

El maestro esperó hasta que se callaron y volvió a hablar. —Bien, ahora me presentaré y después continuaremos con la clase —(después de unos momentos siguió hablando) —Mi nombre es Arturo Roslo, soy tú maestro del área biológica de los monstruos y mazmorras que hay en el mundo, te enseñaré todos los monstruos, demonios y mazmorras que existen así mismo, y también te enseñaré el actuar en estas situaciones en ejercicios de supervivencia y combates reales contra monstruos o demonios de bajo nivel —dijo el maestro con un rastro de seriedad en la voz.

Layla y Kijiro escuchan fuertemente las palabras de presentación del maestro Arturo y se miran sin saber qué hacer; después de todo aún siguen en el frente del salón y no saben donde sentarse.

Arturo parece ver la reacción de los dos niños y tose un poco: "Tos, tos".

—Ustedes vayan a sentarse en esta área; van a hacer compañeros de trabajo.

Dijo con voz solemne y fuera de lugar.

Kijiro observó detenidamente la cara llena de solemnidad del maestro Arturo y se sintió avergonzado por esta extraña situación, pero vio la apariencia del maestro. Alto, pasando los ciento ochenta, complexión fuerte, piel morena, ojos color verde y cabello corto color morado. Sinceramente, aparte de la altura, Kijiro sintió que este tipo intimida un poco, y eso que había asesinado "Tos, tos" y liberado a las personas malvadas que querían lastimarlo o lastimar a su amada Layla.