Capítulo 30

♡♡♡

Algunos chicos se adueñan de chicas preciosas y las tratan de esconder de los ojos curiosos del mundo, pero ella quiere ser aquella que camine bajo la luz del sol. Las chicas solo queremos divertirnos.

Young

La peor parte de amar mucho a una persona es que si esta lo sabe y no comparte esos mismos sentimientos por ti, terminaras en una relación muy similar a la mía. Recuerdo como si fuera ayer quienes solíamos ser, lo mucho que nos gustaba compartir nuestro tiempo y lo tierno y amable que él podía llegar a ser, jamás se me pasó por la cabeza que tal vez esto se convertiría en una bola de nieve de problemas que al pasar el tiempo se vuelve más grande y dificil de lidiar. Supongo que mis inseguridades jugaron un papel clave en la relación, al principio de esta esta muy celosa y desconfiaba de la amistad que él pudiera tener con Hana, mi cerebro no lograba darse cuenta que tal vez, solo tal vez, las cosas serían diferentes. Ella era bonita, inteligente, divertida y lo conocía mejor que nadie, a ella era con quien acudía cada vez que tenía problemas o cada vez que se sentía mal, yo siempre me mantuve en un segundo plano, como una espectadora de los eventos que sucedían a mi alrededor. Luego el calló en esa fatídica situación de su hermana y padres y yo no sabía que hacer y era más que obvio que el tampoco.

Si había algo en mi vida que podía asegurar era el carácter tan dificil que tenían mis padres, personas con grandes puestos y títulos, personas que solo viven de la perfección y todo lo que no se iguale a ellos simplemente no sirve o como yo les llamo, deja de existir. Había crecido con dos hermanos mayores, eran inteligentes, apuestos y a corta edad ya poseían buenos trabajos, entonces cuando la pequeña Young-mi fue prácticamente expulsada de su antiguo colegio por no poder cumplir con los requisitos mínimos que estos pedían, eso fue el fin para mí. Había crecido a la sombra de mis padres, mis hermanos mayores y ahora que llegaba a un lugar distinto, tenía de vivir bajo la sombra de Min Hana, no lo podía soportar, me negaba rotundamente a pasar por eso una vez más. Sabía que lo que estaba a punto de hacer no era lo correcto, pero en ese momento así lo vi.

♡♡♡

Un par de semanas antes

— Vete Hana… - la chica que una vez consideré mi amiga en el día de hoy le pedía que se fuera que dejara de intentar arreglar lo que ya estaba destruido, no podía confiar en ella. El salón entero miraba expectante a lo que sucedería luego, se notó el ensordecedor silencia que me indicaba que estaban más interesados en saber que era lo que sucedía entre nosotras, que en sus propios asuntos. Esta por fin se fue. La campana que nos indicaba que la hora se había terminado sonó. Tomé mis cosas y salí del salón, no me sentía bien y necesitaba algo de comida.

El camino a la cafetería estuvo lleno de murmullos y personas observándome, si bien era cierto publicar mi historia en una red social donde todos podían acceder tenía su lado negativo. Cuando Jiwoo me comentó que debía dar mi lado de la historia, no estaba cien por ciento segura de lo que hacía, ella me aseguró una y otra vez que todo saldría bien y que Hana obtendría lo que se merecía. Probablemente ella estaba en lo cierto. A lo lejos reconocí su cabellera larga y caramelo que caía como una cascada sobre su espalda, esta era una chica hermosa, con rasgos que cualquier chica podría soñar. Jiwoo me agradaba por lo dulce y madura que era, a pesar que era mayor que yo luego de este escandalo se acercó y apoyó.

— ¡Young! – saludó con una sonrisa en su rostro. Esta estaba sentada con su mejor amiga en una de las mesas de la cafetería. Jiwoo se dio cuenta de inmediato que algo andaba mal, se percató de mi rostro serio y pensativo. - ¿Estás bien? – preguntó de inmediato. Negué con la cabeza y me cubrí el rostro de inmediato. Podía sentir como las lágrimas estaban a punto de caer, no quería llorar, pero estaba muy triste y molesta.

— Hana me pidió que habláramos – les comenté. Ambas se sorprendieron. – No sé si lo que hice estuvo mal, pero podía ser buena con ella, no después de lo que hizo.

— ¿Qué sucedió con exactitud? – habló la chica que estaba a su lado.

— Pues… - comencé a explicarles. – Le regresé sus cosas, los pendientes y el listón que había dejado en casa de Kookie, se lo dí allí en frente de todos, debieron haber visto su rostro, por poco y se echaba a llorar de la vergüenza, supongo que era la gota de derramó el vaso.

— Young – esta puso su mano en mi hombro y trató de consolarme. – Tranquila, lo hiciste bien, ella no es tu amiga, ella no te respeta ni te quieres y tampoco se merece tu compasión. – Me sentía mucho mejor al escuchar eso.

— ¿No crees que lo del post fue demasiado? Si nos descubren nos podrían acusar de acosadoras. Aparte de que Jungkook no estaba muy feliz cuando lo supo.