Capitulo 8. El lago de las aguas rojas

Ilonka estaba tranquilamente en su cama leyendo un libro de magia y fantasía, hasta que de pronto sonó su móvil. No lo escuchaba así que seguía con su libro pero de reojo vio que la estaban llamando.

—¡Chicas!—Gritó saliendo de su habitación. —¿Alguien puede contestar?

—Dámelo—Dijo Melody. —¿Diga? Ah hola Desmond. No, Ilonka no puede ponerse, está… está en el baño— Ilonka se extraño.

—Es igual, te lo digo a ti, Sue y yo hemos estado investigando los escritos del templo. Venid a las 15:00 a nuestra tienda.

—De acuerdo. Gracias, vale, adiós—Colgó. —Era Desmond, han descifrado lo que ponía en la pared.

—¿De qué pared estáis hablando?—Preguntó la señora Amunet.

—De, de una pared que hay en una parte del pueblo, ¿sabías que hay unos grafitis muy chulos? Tienes que verlos, en fin, nos vamos—Dijo Melody algo nerviosa.

—¿A dónde vais?

—A dar una vuelta, hoy hace un día precioso, caloroso pero precioso.

—Hoy es el día de las aguas rojas, no se os habrá olvidado ¿verdad?

—Que va, ya lo sabíamos, estaremos en el lago a las 20:00 de la tarde, como cada año—Dijo Lyra bajando las escaleras.

—No lleguéis—Cerraron la puerta y no la dejaron terminar. —Tarde…

—Melody ¿por que tuviste que decirle que estaba en el baño?

—¿Tenias otra idea?

—¿Porqué me he quedado afónica?

—Claro, porqué quedarte afónica es mucho mejor que estar en el baño—Respondió irónicamente.

El pueblo era largo y estrecho, solo era una calle ancha pero se prohibían los vehículos, en este caso la tienda de objetos antiguos estaba a la otra punta del pueblo, cerca de la salida.

—A ver, ¿que habéis descubierto?—Melody entro la primera, Sue y Desmond estaban hablando entre ellos.

—Hola a ti también Melody.

—Hola Desmond ¿Qué habéis descubierto?

—Pasad dentro—Dijo Sue después de reírse. Entraron todas

—No toquéis nada.

—No lo íbamos a hacer de todas formas, vaya esto es un catalejo de marinos—Lyra se emocionó. —Aunque no lo voy a tocar porque sé que no se puede—Dijo al ver que Desmond la estaba vigilando.

—Bien, esto es todo lo que sabemos hasta ahora. Esos símbolos no son letras, representan palabras, por lo que hemos podido ver hay cuatro que nos tiene muy preocupados—Dijo Sue.

—¿Cuales son?—Preguntó Melody.

—Estos—Les mostró los símbolos. —Representan estas palabras, luna, diosa, tormenta y despertar.

—¿Que puede significar?—Preguntó Yuko.

—Creemos que significa que algo muy peligroso está por llegar—Dijo Desmond.

—¿Como sabes que es de ahora? Quiero decir, este templo lleva años ahí, ¿como sabéis que esos escritos no se refieren a algo que sucederá en un futuro lejano o que ya ha pasado?—Preguntó Lyra.

—Porque también hay números, y este escrito indica este año 2019—Respondió Sue.

—Nos falta saber estos dos símbolos, no sabemos que son si lo descodificamos podremos saber realmente a que nos enfrentamos—Dijo Desmond.

—O nos liaremos aún más, todo es posible—Dijo Sue. —De todas formas será mejor que estéis alerta, tenemos vuestros números por si pasa algo, os daremos los nuestros.

—¿Nos vamos ya? Le prometimos a la señora Amunet que llegaremos puntuales, nos tenemos que vestir y ya son más de las cinco—Dijo Edith.

—¿Vestir para qué?

—Hoy es el día de las aguas rojas, cada año celebramos la fiesta para contemplar el cambio de color del agua del rio hasta llegar al lago ¿o es que no te acuerdas?—Dijo Lyra.

—Yo no vine el año pasado, esas fiestas son un rollo—Contestó Desmond.

—Vaya, una caja de música, me encantaban estas cajitas, la señora Amunet siempre nos regalaba una cuando se iba del pueblo—Dijo Melody mirando una cajita de madera.

—Puedo preguntar, ¿por qué le llamáis señora Amunet? En el pueblo la llaman por su nombre sin señora—Dijo Sue.

—No lo sé, supongo que es costumbre, desde pequeñas siempre nos ha dicho que es la señora Amunet.

—¿No tenéis familia biológica? Padre, madre, hermanos, abuelos.

—No los conocemos, la única que conoció a su madre fue Yuko y se acuerda vagamente de ella, nos adopto a las cinco.

—Vaya, no lo sabía.

—No lo sabe nadie excepto nosotras y ella, y bueno ahora tu.

—Chicas, tenemos que irnos, somos cinco y nos tenemos que duchas así que vámonos—Dijo Yuko.

—Ya os avisaremos si hay novedades—Dijo Sue en la puerta de la tienda. Desmond estaba mirando los dos símbolos que faltaban.

—¿Se nos puede haber escapado algo?