Nuestra vida como Archiduques

Desde la capital de Adamas, el continente de la abundancia, llegó un edicto real que ordenaba un matrimonio entre la señorita Lorena Vandeleur y el Archiduque Van Eck. La doncella recién florecida y el único hombre en lograr la travesía del Mar, ambos, deberán aprender a convivir y existir juntos; incluso si son opuestos, incluso si uno le teme al otro, incluso si nunca hay amor entre ellos.

Porque el matrimonio es sagrado en Adamas, y pobre de aquel que ose romperlo.