Torpeza perfecta

Elizzy tiene un talento innato para los desastres: derrama cafés, tropieza con sus propios pasos y, de alguna manera, siempre logra arruinar los momentos más importantes. Caleb, en cambio, parece tener la habilidad de estar en el lugar exacto cada vez que ella mete la pata… y reírse de ello.
Lo que empieza con un muffin asesinado y un latte lanzado en el peor momento se convierte en una serie de encuentros accidentales, situaciones incómodas y “casi besos” que nunca llegan a suceder. Entre risas nerviosas, paraguas torcidos y amigas que interrumpen en los peores segundos, Elizzy descubrirá que la torpeza también puede ser el camino perfecto hacia algo real.
Porque a veces, el amor no llega en escenas de película, sino en medio de la vergüenza, el caos y las carcajadas.