C A P I T U L O 23

C A P I T U L O  23

"Madre de un psicopata"

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20 de Julio de 2020 

Cementerio de Carolina - 6:30 a.m.

Detective Spencer

Odio los funerales y todavía más, cuando el cielo se torna gris anunciando que viene la lluvia, pero creo que este ha sido uno de los peores funerales que he presenciado y la peor parte es, que este funeral es en honor de mi madre. 

La única mujer que nunca quiso verme en mis recaídas, la única que jamás quiso ver qué una sola lágrima se deslizara por mis mejillas, la única mujer que prefirió morir antes que dejar que otra persona me hiciera daño...

Mi madre era una mujer llena de elegancia, bondad y mucha confianza en si misma. Nunca dudo de su aspecto o de sus decisiones, al menos no ante mi. Fue una mujer exitosa y hermosa esposa como prefiere recordarla mi padre. Siento un vacio cada vez que vuelvo mis ojos hacia su anatomia que ahora mismo yace dentro de una caja de madera y ella vestida con una de sus mejores prendas. 

Lleva un vestido azul marino, la falda le llega hasta las rodillas y se mantiene impavida ahi dentro de esa caja en donde crei que iba a ser yo el primero en estar preso dentro de una de esas cajas, pero la vida me tuvo que arrebatar a mi madre; a la mujer que yo amaba mas que a la señora que me dio a luz y ni siquiera se si aun sigue viva o ya esta tres metros bajo tierra. 

Mi padre se mantiene a mi lado con una mano en mi hombro la cual aprieta ligeramente conteniendose de la rabia que siente en este preciso momento porque una maldita enfermedad cronica se llevo a la mujer que nos hizo crear un lazo de padre e hijo. 

El dieciocho de abril me entere de su muerte. Mi padre me dio la noticia ese dia y me senti a punto de morir al punto de terminar recayendo luego de casi una semana sin consumir drogas y de haber superado la abstinencia. Esa era una buena razon para recaer, pero no lo hice, al menos no en ese instante. 

Me encontraba en la morgue observando al otro lado del vidrio como guardaban el cuerpo de mi madre con cuidado. Mi primer instinto fue dirigirme hacia la puerta de la morgue, pero algo me decia que era mejor superar el dolor.

El diagnostico del doctor fue algo mas que acertado; mi madre sufria la Enfermedad Arterial Coronaria, es el tipo más común de enfermedad cardiaca. Es la principal causa de muerte entre los hombres y las mujeres en los Estados Unidos. Su tratamiento era constante, de eso se encargaba mi padre mientras yo trabajaba en el caso Egon, pero luego de que me suspendieron, era yo quien se encagaba de ella con un poco de ayuda de Michelle. 

Mi padre se dirigio hacia mi llevandome con el a casa. No sentir la presencia de mi madre en este momento es algo desgarrador para mi, tanto asi que, termino llorando desconsolado en el suelo de la casa que es mi hogar, pero que ahora una parte de su escencia se fue con mi madre. 

—Hijo, por favor, levantate —me pide mi padre hasta que siento que alguien se agacha a mi lado tratando de levantarme para llevarme al sofa. 

—Gracias Michelle —agradece mi padre a la morena de ojos verdes que me sigue con su encanto nato cuando miro sus hipnotizantes ojos verdes. 

—No hay de que, Jefe —reponde la morena. 

Siento cada parte de mi corazon partirse en dos. No solo perdi mi maldito trabajo  sino tambien a la unica mujer por la que decidi mejorar para poder cuidarla sin problemas. 

—Ryan —me llama Michelle.

—Vamos, necesitas descansar...

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Ese dia no comi durante tres dias seguidos. Sentia que ya habia tenido suficiente.

Recorde mas de una vez el rostro de mi madre. Una mujer que era la luz que iluminaba mi camino cuando recaia una y otra vez. Era la unica razon por la que me mantenia vivo luego de cada mision en la que involucrara a tipos peligrosos y ella no sabia si llegaria para cenar o no, 

Puedo ver con total detalle como el padre termina de decir sus oraciones para bendecir el cuerpo de mi madre fallecida. Una fotografia enorme de ella es la que me hace perder la nocion del tiempo ya que en esta sale sonriendo; sonriendo como siempre lo habia hecho en esas epocas donde fingiamos que yo era el hijo biologico de ellos y no un niño que adoptaron por lastima. Sin embargo, esa mujer fue la que hizo que mi padre y yo nos llevaramos bien. 

Intente hasta donde pude de no volver a soltar otra lagrima; debo ser fuerte por mi madre, por ella y por... Mi padre. 

Es mi momento de hablar y no me percato de ello hasta que mi padre me sacude un poco para que reaccione. Subo a la tarima donde se encuentra la fotografia gigante de una mujer pelinegra, piel caucasica y ojos oscuros, una mujer a la que yo llamaba: mi madre. 

—Ehh —empece a balbucear por los nervios y el dolor mezclados entre si —. Sophia Spencer, era una mujer que... Me enseño a ser fuerte, a amar y a entender al obstinado de mi padre. Esa mujer era el mundo de nosotros, nuestra estrella... Pero toda estrella puede extinguirse, porque ella...