Parte uno

A 26 de agosto

Para: Una niña muy especial que vale mucho para mí.

De: Un joven que desea verdaderamente ser su mejor amigo antes que todo.

Hola niña hermosa y valiosa.

Es muy tarde ya y apenas terminé de platicar contigo por el whatsapp. Son cerca de las cuatro de la mañana, jeje. Te pregunté si habías leído la carta que te entregué hoy temprano. Me dijiste que sí y apenas ahorita me contestaste que la respuesta a la carta no me la podías decir por mensajes, sino que debía ser en persona. Mañana saliendo de tu escuela vamos a ir al parque, y quiero decirte algo más antes de que me des la respuesta.

Por eso he hecho esta otra carta y me gustaría que la leyeras hasta el final, aunque perdonarás que está súper larga; pero cuando la hayas terminado espero que me puedas dar tu respuesta y que sea la que salga de tu corazón.

Te adelanto una cosa que vas a leer en esta carta. En ella te digo todo aquello que jamás un joven como yo te diría, ni de forma escrita ni verbalmente, porque si lo hago, si te digo todas estas cosas, tal vez dejes de creer en mí o pensar de mí lo que ahora piensas; sin embargo, cuando recordaba la carta que te di, me di cuenta que no estaba siendo totalmente sincero contigo.

Lo que hice fue escribir aquellas cosas que calculé te gustaría leer. Me esforcé mucho por lograr llamar tu atención con algunas exageraciones en mis palabras, cautivarte y hacerte creer cosas que no son ciertas, las cuales te explicaré en unos momentos más.

Como ya has de saber, esto del amor es algo muy bonito, pero a la vez peligroso. Estamos en una edad donde es común enamorarse de la persona equivocada, solo porque tiene lindo rostro, hermosa voz, coqueta mirada, buen físico y aparenta tener buenos sentimientos.

Sin embargo, todo eso, llegado el momento, se termina y sale a relucir la verdadera personalidad de un muchacho cuando ha conseguido atrapar a la presa que perseguía, pues ella se ha descuidado y fácilmente se ha dejado seducir con palabras engañosas y promesas que nunca serán cumplidas.