Capítulo 3

¿Dónde quedo el vodka?
Alec
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Pongo las cervezas en un barril con mucho hielo con tres cajones bastará para la primera hora luego el resto deberá traer más alcohol para continuar de parranda. Cierro con llave todos los cuartos donde sé que tienen objetos frágiles que mis padres matarían si se llegan a romper. En el segundo piso se sabe que está prohibido que nadie suba a menos que mi hermana o yo demos la autorización.

— Alec estaré arriba leyendo por si necesitas ayuda – Meg abre una bolsa de papas que sirve en un cuenco para luego llevársela con una botella de cerveza de raíz que toma de la heladera. No digo nada por hacer que se quede en la fiesta mi hermana es una antisocial y no quiero presionarla para que haga nada. Lo bueno es que va a haber alguien sobrio para terminar la fiesta antes de que destruyan la casa.

Teniendo todo listo en la planta de abajo subo a darme una buena ducha porque apesto a sudor y animal muerto. El agua caliente relaja mis músculos y esta noche promete ser buena como todas mis fiestas. Bajo al escuchar el timbre de la entrada sonar son más de las ocho treinta y la fiesta recién está comenzando. La música suena fuerte en los parlantes y todos van y vienen con vasos con bebidas de dudosa procedencia. Alguien trajo un barril de cerveza y había visto más de una botella de vodka rondando por la barra.

Comienzo a beber diferentes tipos de alcohol hasta que a alguien se le ocurre jugar Tron pong en mi cocina. Siendo un buen anfitrión abro el juego los vasos son llenados con cerveza y algunos con tequila haciendo el juego más interesante. Mi cuerpo se siente entre nubes luego de la tercera vuelta que juego. Tomó otro trago y veo a Angelic y Demian entrando, intentando levantarme de mi silla me caigo de cara al suelo. Riéndome desde el piso me pongo de pie caminando algo tambaleante hacia mi amigo y su hermanastra.

— Demian hermano, Angelic que hermosa te ves – salude a los hermanastros mientras los observaba a ambos entrecerrando los ojos para que dejaran de girar.

— Apestas a alcohol – comentó Demian con burla para luego comenzar a reír sin dejar de mirarme. Por inercia también sonreí viendo con mayor detenimiento a los hermanos y noto algo que en mi mente de borracho no deje pasar. Tal vez por estar tan borracho ya comencé a alucinar cosas, pero Demian y Angelic estaban tomados de la mano como si fueran pareja.

— Debo estar bien borracho porque hasta veo que están tomados de la mano – señale lo que estaba viendo entre risas. Angelic miró donde estaba su mano con la de Demian y habló con este algo que no llegue a escuchar.

La fiesta parece haberse animado cuando la música comienza a subir, haciendo que varios jóvenes vayan a bailar o incluso a hacer otras cosas en los lugares apartados y algo oscuros. Mi cabeza daba vueltas mientras mi amigo Demian comenzaba a multiplicarse, había muchos Demian a mi alrededor.

— Bro cre-eo quee...e necesitooooo... dormiiiiir – mi visión se vuelve más borrosa de lo normal y caigo al suelo de nuevo riéndome por lo sucio que estaba el suelo. Todo estaba muy oscuro luego de eso y mi cuerpo dejo de funcionar para perder el conocimiento.

🌸🌸🌸

El tono de un celular que no es el mío suena por mi habitación haciendo eco por las paredes y un fuerte dolor de cabeza me invade. Intento mover mi mano a dónde proviene el sonido, pero me congelo cuando noto que estoy tocando algo caliente y que se siente suave. De inmediato abro mis ojos para ver a una chica con el cabello cubriendo su rostro y por la tenue luz del celular no logro ver quien es ella. Su mano viaja hacia donde está el celular y se levanta de golpe atendiendo el llamado.

— Hola, señora Black... — me siento en la cama comprobando que llevo mi ropa puesta al igual que la chica que sigue ignorando mi presencia. — ¿Qué ella está en dónde? – el grito ahogado de la misteriosa chica hace que tenga que cubrir mis oídos la resaca me estaba matando y aún seguía algo borracho. Moviéndome en la cama me estiro para salir de esta y encender la luz de la habitación. — Voy para allá enseguida – escuchó como la joven se despide de la que sospecho es la madre de Demian no conozco a ninguna señora Black en todo el pueblo más que a Crista. Me giro viendo a la chica que me mira con los ojos como platos y cubriendo su pecho con sus manos como si quisiera taparse de algo.

— Oye tú eres Bailey la amiga de Angelic Black ¿cierto? – pregunté al reconocer a la adolescente desorientada que continuaba sentada en mi cama con cara de haber visto un cadáver.

— Si – murmuró con la voz algo temblorosa y moviendo su cabeza se puso de un salto de pie. — Tengo que irme – poniéndose los tacones acomodo su vestido que se había subido un poco. Yo me puse frente a la puerta impidiendo que saliera de mi habitación. Necesito saber por qué desperté con ella metida en mi cama, si hubiera llevado a una chica a mi cama lo recordaría, pero la imagen de Bailey no se me viene a la cabeza. — Muévete – siseo de manera amenazante estirando su cuello hacia mi rostro manteniendo la mirada.

— No – contestó acercando mi rostro al suyo buscando intimidarla, pero parece no funcionar. Ella pega su frente a la mía continuando con su mirada amenazadora y vuelve a hablar chocando su aliento contra mis labios.

— Muévete o haré que te muevas – una de sus manos tomó mi brazo apretando fuerte y sus uñas se clavaron en mi piel. Sosteniéndome la mirada ella continuó apretando mi brazo con más fuerza.

— No me moveré hasta que me digas ¿Qué hacías en mi cama? – pude notar un rubor crecer por su rostro lo que me hizo sonreír de manera casi imperceptible, pero a ella no le gusto.

Bailey
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Angelic ira a una fiesta.