Capítulo 8

"Vienna, ¿verdad? Escuché que rompiste el compromiso hace mucho tiempo. ¿Por qué has vuelto ahora?" preguntó Rose, la esposa de Sánchez.
Vienna levantó la mirada de su comida, apretó una sonrisa en su rostro y simplemente asintió.
"Estoy segura de que también te interesa ganar dinero y poder, por eso estás aquí para casarte con un hombre ciego," dijo y se rió.
"No puedo creer que vayas a sacrificar tu vida de esta manera," se burló.
"Solo come si aún quieres que tu lengua se mantenga intacta cuando salgas de aquí," advirtió Alan en voz baja junto a ellos y la sonrisa de Rose se congeló.
"Estoy segura de que tía solo está preocupada por Vienna; no lo dice en serio," intervino Benita, sentada frente a Alan.
"Entonces, Vienna, ¿cuándo te vas a casar con el presidente Alan?" preguntó y Vienna casi soltó una risa en voz alta.
La última vez que la vio, se refería a Alan como su hombre, pero ahora lo llamaba tan formalmente.
Vienna no pudo evitar preguntarse si Benita realmente dejó a Alan porque pensó que Karen tomaría el control después de su incidente y negó con la cabeza ante su estupidez.
Benita suspiró fuerte, molesta por ser ignorada por Vienna y se giró hacia Karen, quien estaba hablando con Sánchez.
"Me iré primero," dijo Alan después de comer poco de su comida. Luego tomó a Vienna y la levantó de su asiento.
"No puedes irte aún, tengo algo más que discutir con ambos," los detuvo el abuelo y señaló a su mayordomo.
"Haz que los esperen en el otro cuarto," ordenó y Vienna siguió a Alan hacia otra parte de la casa.

Poco después, el abuelo se unió a ellos con los padres de Alan y Vienna puso una mano sobre su estómago para evitar que gruñera.
"Vienna, querida, ¿cómo has estado? Escuché que Alan ya ayudó a pagar las facturas del hospital de tu madre," comenzó el abuelo.
Por supuesto que todos lo saben.
Pensó Vienna y asintió.
"Bien," respondió.
"Alan debe haberte contado sobre esta reunión, es sobre tu boda," continuó el abuelo y el cuerpo de Vienna se movió incómodo en la silla.
No tenía idea de que tendría que lidiar con eso tan pronto y le lanzó una mirada fulminante a Alan por no advertirle.
"Hmm, creo que no deberíamos apresurarnos con todo este asunto de la boda," comenzó lentamente y calmadamente.
"En realidad, estoy pensando que, dado que he estado en el campo por un tiempo, necesitaré algo de tiempo para ajustarme a algunas cosas y también para familiarizarme de nuevo con Alan, no deberíamos apresurar la boda," le dijo.

"También puedes familiarizarte después de casarte. Además, necesitas convertirte completamente en parte de la familia Clinton," replicó Williams.

"Lo que en realidad quiero decir es que quiero esperar hasta que mi madre se recupere completamente antes de dar ese gran paso," dijo Vienna rápidamente, encontrando otra excusa.

"¿Por cuánto tiempo?" preguntó el abuelo.

"Tres meses," respondió ella.

"¿Tu madre tardará tres meses en recuperarse? ¿O es que no quieres casarte en absoluto pero aún así beneficiarte de nosotros?" intervino Sasha.

"No, no es así en absoluto," intentó explicar Vienna, pero Sasha la interrumpió.

"Entonces, ¿cómo es? Dime. ¿Quieres usar nuestra fama y dinero, pero no quieres casarte, verdad? ¿Ahora estás menospreciando a mi hijo?" empezó a despotricar.

"Mamá, basta, ¿está bien?" exclamó Alan.
El abuelo golpeó su bastón ligeramente por un segundo, seguido de un corto silencio.

"Un mes, estoy de acuerdo con solo un mes. Para que tu madre se recupere bien, no tomará más de un mes. A menos que haya otra razón por la que lo quieras así," dijo el abuelo.

"¿Qué otra razón hay?" preguntó Alan, irritado e impaciente.

"Te conozco muy bien, Alan, y no voy a dejar que me engañes dos veces. Si no quieres casarte hasta después de tres meses, entonces debe haber una razón. No creo que esta sea su idea," dijo el abuelo.
Alan vio que el anciano estaba dándose cuenta rápido y pensó en la sugerencia ridícula que Kellie le había hecho antes.
Tomó suavemente la mano de Vienna y dijo con una sonrisa forzada,
"En realidad, estamos pensando en el embarazo antes del matrimonio."
Vienna retiró su mano de su agarre al instante, pero él la sostuvo firmemente, sin darle ninguna oportunidad.
"¿Qué?"
Ambos padres de él dijeron al mismo tiempo.
"Alan, ¿qué tontería estás diciendo? ¿Qué embarazo antes del matrimonio? Nunca lo permitiré," rechazó Sasha al instante.
Pero Alan pudo ver la expresión satisfecha en el rostro de su abuelo e ignoró la opinión de los demás.
Vienna sintió que su mano sudaba en la de él y lo miró fijamente preguntándose qué estaba tramando.
"El embarazo definitivamente no es parte del contrato que firmó."
"Entonces, ¿quieres que ella quede embarazada primero antes de casarse?" respondió el abuelo.
Alan sacudió la cabeza para indicar que sí.
"¿Y Vienna también está de acuerdo con esto?" preguntó y se giró hacia ella.
Vienna respondió con un asentimiento silencioso.
"Eso es muy bueno, entonces pueden vivir aquí y trabajar en ello," dijo emocionado.
"¿Qué?" exclamó Vienna en voz alta.

"¿De qué otra manera planeas quedar embarazada más rápido que eso?"
"No hay problema, pero viviremos juntos en mi lugar," intervino Alan de inmediato.
¿Acaba de decir "no hay problema?" Vienna se burló en silencio.
Por supuesto que hay un problema. ¿Cómo se quedará en la misma habitación con él y en la misma cama?
"Duerme esta noche entonces, puedes irte por la mañana. Comienza a encargarte de eso desde esta noche," dijo el abuelo y Vienna no pudo esconder el pánico en su rostro y miró a Alan para que lo refutara.
Pero él se levantó y ella se levantó también, conteniéndose para no explotarle antes de seguirlo a una de las muchas habitaciones de la casa.
Vienna esperó a que entraran en la habitación y dejaron que el sirviente se fuera antes de hablar.
"Presidente Alan, esto no es parte de nuestro acuerdo en absoluto," dijo molesta.
Alan se giró hacia ella y caminó lentamente hacia ella.
"¿Has olvidado que pusiste tu firma en un papel? No lo leíste, ¿verdad? Dice que harás cualquier cosa que se te pida, sin importar lo que sea," dijo.