Capítulo 11

Los ocho famosos idols despertaron y se encontraron con la secretaria Minji sacando las cosas del desayuno.

- Buenos días, niños. -dijo esta mientras colocaba los palillos al lado de cada plato.

- Buenos días – fueron diciendo desordenadamente.

- ¿Qué hace aquí? – Bangchan fue el primero en hablar.

- He venido a contaros una cosa y, viendo que aun estabais dormidos, he decidido haceros algo sencillo para desayunar.

- ¡Wow! – exclamó Han con felicidad - ¡Muchas gracias! – se sentó en su sitio y comenzó a comer.

Cada uno fue ocupando su respectivo lugar y empezaron a llenar sus bocas de comida.

- Anoche, Lee Lara llamó por teléfono al señor Park. – confesó la secretaria. Esto hizo que pararan de comer. – Dijo que no se encontraba bien y, de repente, dejó de responder. Vino aquí lo más rápido que pudo y entró encontrándose con la chica inconsciente y fría. Realmente se asustó... parecía que no había rastro de vida en ella, pero, por suerte, su pulso era normal. Se la llevó a la casa del CEO y un médico de la zona la atendió. – la mirada de cada uno parecía cada vez más impactada – Según lo que me comentó el señor Park, le pusieron una inyección y han estado recuperando el calor de su cuerpo con mantas, agua caliente y la calefacción del suelo.

- ¿Y... cómo está? – preguntó Han algo aterrado.

- Ahora está bien, no hay de qué preocuparse. Hoy estará en cama reposando y manteniendo el calor. Por suerte solo ha sido un golpe de frío, no ha llegado a nada más grave como una pulmonía o cualquier otro tipo de enfermedad.

Sus caras se relajaron con tanta intensidad como si llevaran horas manteniendo la misma expresión.

- El médico dijo que puede que sea por el cambio de temperatura tan drástico que hay de un país al otro y más en estas fechas.

Los chicos sabían lo incierto que había sido ese pronóstico, pues conocían la verdad.

- ¿Cómo se llega a su casa? – se apresuró a decir IN, lo cual tomó de sorpresa a la mujer.

- Os envío la dirección por kakaotalk. Pero, de verdad, no hay de qué preocuparse. Ahora todo está bien.

No le dejaron hablar más, pues en cuanto el móvil de Bangchan sonó, salieron directos hacia una van que tenían disponible para ellos.

No fue difícil encontrar el lugar, estaba más cerca de lo que pensaban. Aparcaron de mala manera y bajaron del vehículo como si la vida de alguien dependiera de ese momento. Una vez uno de los sirvientes abrió la puerta, se apresuraron a subir a la habitación de Lee Lara, tal y donde le había indicado la secretaria Minji en el mensaje de kakaotalk.

Pero, antes de entrar, escucharon a alguien hablar y, aunque no era su intención cotillear, no querían interrumpir y terminaron quedándose en el pasillo a la espera de poder visitar a la chica.

- Entiendes que no puedes hacerme perder el tiempo de esta manera, ¿verdad? – la profunda voz del CEO resonaba en la habitación – me has hecho cancelar una reunión por venir a la casa.

- Lo siento, papá.

- Hija, escúchame, da igual lo que hagas, la decisión está tomada. Esto no hará ningún cambio.

- Lo sé. Estoy perfectamente. Ha sido Park Soo Min el que se empeñó en que te llamara.

El CEO resopló.

- Siento hablarte así, sabes que tengo poca paciencia y el trabajo es muy importante para mí.

- Lo sé – volvió a repetir.

- Bueno, ya no podemos hacer nada. Descansa por hoy, pero quiero que a partir de mañana te pongas las pilas y comiences a ensayar de verdad.

- Vale – se escuchó la voz apagada de la chica mientras respondía como si fuera un robot.

- Hasta mañana hija.

- Hasta mañana, papá.

Por alguna razón, decidieron esconderse en una habitación que había al lado para que el CEO no se encontrara con ellos.

- Han – las miradas se posaron sobre este – esto es culpa tuya – la voz amenazante de Minho enfrió el lugar.

- No seas tan duro – dijo Bangchan para luego dirigirse a Han – No está para nada bien lo que has hecho, ni tú ni vosotros dos – miró a IN y Hyunjin, que eran los que mas molestaban a la chica.

- Yo no pensaba que esa tonta iba a estar toda la noche en el lago – dijo con la boca pequeña.

- Pero lo ha hecho y ya no hay vuelta atrás. Tienes – miró a IN y Hyunjin – más bien, tenéis que disculparos con ella. Desde que llegó no habéis parado de molestarla.

- ¡Pero hyung! – se quejó Hyunjin – os estamos protegiendo de los sasaeng. No queremos que volváis a pasarlo mal por unos desconocidos – sentenció.

Aquello ablandó el corazón de algunos.

- Sabemos que nos habéis ocultado cosas malas que han hecho este tipo de personas solo para que no lo pasáramos mal. No vamos a permitir que eso continúe haciéndoos daño. – dijo IN firme. - Ahora es nuestro turno de protegeros a vosotros.

- Chicos... - dijo Changbin - ¡Mis niños! – les abrazó.

Los otros tres, a pesar de que ahora comprendían las acciones de los chicos, querían mantener la compostura, lo que habían hecho seguía estando mal.

- Me siento muy conmovido por vuestras palabras, de verdad lo digo – se sinceró Bangchan. – pero esto no es algo que podamos dejar pasar por encima.

- Lo que habéis hecho sigue estando mal. – añadió Minho.

- Es un comportamiento intolerable. ¿Acaso sois unos acosadores? Porque es lo que habéis demostrado. – dijo algo más serio Seungmin.

- No, hyung – dijeron los tres acusados cabizbaja.

- A nadie le gusta esta situación, pero tampoco tenemos que empezar a comportarnos como nunca antes lo habíamos hecho. – habló Bangchan usando, como siempre, la lógica.

- Tienes razón. Solo no queríamos que volviera a pasar lo que sucedió en el pasado.

- Como has dicho, Han, el pasado es pasado. Ella no tiene culpa de nada. No sabemos nada de ella y tampoco vamos a juzgarla así porque sí.